¡Buenas y lluviosas tardes... !
... al menos aquí en Barcelona, hace un tiempo malísimo, frío y desapacible; así que hoy, a pesar de ser jueves... no haremos crudivegano... además, llevo una semana muy "loca" de trabajo y compromisos, citas con el médico y demás... por lo que no tuve tiempo, todavía, de ir a hacer la compra a la verdulería, entonces, aprovecho para dejaros esta receta que lleva tiempo editada y aún no veía la luz...
Os propongo una morcilla sana, deliciosa y muy original, a mi entender... La vi por primera vez en La Dimensión Vegana, que ya sabéis que es un blog que sigo habitualmente, y me sorprendió, a la vez que me atrajo poderosamente para prepararla en casa, así que aquí está... morcilla sin sangre, sin carne, sin grasas... y lo más importante es el parecido y el sabor tan similar a la original. No es que eche de menos ese embutido... pero me pareció increíble cómo algo tan tradicional se puede adaptar, perfectamente a una dieta sin carne.
A todos mis "compis" del trabajo que les di a probar, comedores de carne empedernidos..., les encantó y me la piden, incluso: "Pili, cuando vas a traer de nuevo morcilla...", jajaja!!
Si os apetece seguir con la onda "embutera" aquí os dejo el enlace a la receta de chorizo vegano que os enseñé hace tiempo.
¿Os animáis a probarla conmigo?
Ingredientes:
- 1 bote de frijoles negros.
- 2 tazas de harina de gluten.
- 1/4 taza de agua.
- 2 cebollas.
- Ajo en polvo, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.
- 3 cucharadas soperas colmadas de arroz redondo, una vez cocido.
Preparación:
- Se puede hacer con frijoles remojados y hervidos en casa, pero es mucho más práctico hacerlo con frijoles enlatados. Por eso, abrimos la lata y los escurrimos y lavamos bien en un colador con agua bajo el grifo. Este paso no es obligatorio, pero yo siempre lo hago con todas las legumbres que viene en conserva porque no me gusta comerme el caldo que traen. No es bueno, pues suelen traer mucha sal y, si las lavas, al menos no te estás comiendo el sodio. Después los trituramos con 1/4 de taza de agua hasta obtener un puré. Echar la pasta en un bol y reservar.
- Picamos la cebolla muy fina con la picadura eléctrica, a continuación la sofreímos en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. No dejar que se queme solo que empiece a tomar color levemente y este blanda.
- Hervimos el arroz redondo hasta que quede bien blanco y escurrimos, si es necesario , el exceso de agua.
- Mezclamos todos los ingredientes en el bol donde teníamos la pasta de frijoles. Dejando para el final la harina de gluten. Hay que ir añadiéndola poco a poco, hasta conseguir una masa homogénea y no muy seca, ni muy húmeda.
- Damos forma a la masa, dividiéndola en dos, de dos cilindros de unos 3 o 4 cm de diámetro por unos 20 o 30 cm de largo y envolvemos en papel especial para congelar, por favor, no usar papel film (film transparente) pues al alcanzar altas temperaturas es tóxico. Hacer 3 morcillitas de unos 10 cm cada y atar los extremos con hilo de bridar especial para cocinar.
- Hervimos nuestras morcillas en agua con un poco de sal y dos hojas de laurel durante 40 minutos a fuego medio.
- Una vez hervidas, las sacamos del agua y la tiramos. Entonces, desenvolvemos nuestras morcillas, que habrán aumentado de tamaño, y las dejamos enfriar un poco.
- Una vez frías o tibias las podemos cortar a rodajas y pasar por la sartén con un poco de aceite de oliva para freírlas. Esto les añade jugosidad... vigilad que no se doren demasiado, para que no se quemen y queden demasiado secas.