Es tiempo de sopas, potajes, cocidos, estofados, y toda comida caliente que podamos echar en el plato...
Ni os imagináis lo rica que está esta sopa... es sensacional, y no porque yo la haya hecho, sino porque tiene un sabor riquísimo. La clave está en la combinación de un buen caldo casero de verduras y unas albóndigas sabrosas y con fundamento, como éstas.
Un día me compré uno de esos libritos pequeños de recetas, de los que no te cuestan más de 3 o 4 euros, dedicado a las sopas, y entre las joyas que incluye estaba esta sopa en su versión cárnica, así que yo ahí que me puse a cocinarla sin carne...
Preparé unas albóndigas con gluten, para que fueran más resistentes al hervirlas, y les eché una serie de condimentos y especias típicas de las albóndigas que venen en Ikea... no sé si las habréis probado alguna vez, pero están exquisitas... y el resultado fue esta rica, reconfortante y sustanciosa sopa que ya he repetido un par de veces, pues es fácil de hacer y merece la pena... ya lo creo que lo merece.
Ni os imagináis lo rica que está esta sopa... es sensacional, y no porque yo la haya hecho, sino porque tiene un sabor riquísimo. La clave está en la combinación de un buen caldo casero de verduras y unas albóndigas sabrosas y con fundamento, como éstas.
Un día me compré uno de esos libritos pequeños de recetas, de los que no te cuestan más de 3 o 4 euros, dedicado a las sopas, y entre las joyas que incluye estaba esta sopa en su versión cárnica, así que yo ahí que me puse a cocinarla sin carne...
Preparé unas albóndigas con gluten, para que fueran más resistentes al hervirlas, y les eché una serie de condimentos y especias típicas de las albóndigas que venen en Ikea... no sé si las habréis probado alguna vez, pero están exquisitas... y el resultado fue esta rica, reconfortante y sustanciosa sopa que ya he repetido un par de veces, pues es fácil de hacer y merece la pena... ya lo creo que lo merece.
La sopa la podéis acompañar con un poco de parmesano rallado y perejil fresco, para darle un toque diferente y fresco a la vez... hacedla y contadme qué os ha parecido... os aseguro que no os arrepentiréis en absoluto.
Antes de pasar a la receta os quiero aclarar qué es eso del vegeburguer. Si no sois vegetarianos quizás os suene un poco raro... pero si lo sois, desde hace tiempo, seguro que lo conocéis. El vegeburguer no es más que una carne picada, de soja o gluten, que viene enlatada y podéis buscar en dietéticas especializadas. Una alternativa, para hacer estas albóndigas, si no lo encontráis es sustituirlo por unas 3 o 4 hamburguesas vegetales de esas que ya vienen preparadas. Si las picáis con vuestra picadora o procesador de alimentos... tendréis un resultado muy parecido al vegeburguer. Así que no tenéis excusa para poneros manos a la masa...
Antes de pasar a la receta os quiero aclarar qué es eso del vegeburguer. Si no sois vegetarianos quizás os suene un poco raro... pero si lo sois, desde hace tiempo, seguro que lo conocéis. El vegeburguer no es más que una carne picada, de soja o gluten, que viene enlatada y podéis buscar en dietéticas especializadas. Una alternativa, para hacer estas albóndigas, si no lo encontráis es sustituirlo por unas 3 o 4 hamburguesas vegetales de esas que ya vienen preparadas. Si las picáis con vuestra picadora o procesador de alimentos... tendréis un resultado muy parecido al vegeburguer. Así que no tenéis excusa para poneros manos a la masa...
Ingredientes:
Para el caldo
-Ver receta e ingredientes aquí.
- 1 lata de vegeburguer.
- 1 taza de copos de avena finos.
- 1 taza de gluten de trigo.
- 1/2 taza de semillas de lino molidas.
- 1/4 taza de leche vegetal (yo usé de coco).
- 1/2 cebolla sofrita.
- Sal, nuez moscada, cardamomo molido y eneldo seco.
- Aceite para freír las albóndigas.
Preparación:
- En un bol grande, mezclamos el vegeburguer o las hamburguesas picadas, los copos de avena, el, las semillas de lino molidas, las especias, la cebolla sofrita y por último añadimos la sal, la leche vegetal y el gluten.
- Amasamos como si de unas albóndigas de carne se trataran, dejamos reposar una 1/3 hora, formamos las albóndigas, las pasamos por harina y las freímos en abundante aceite caliente. Hasta que estén doraditas.
- Mientras ya tendremos nuestro caldo casero de verduras. Lo colamos y le agregamos las albóndigas justo antes de comer. Dejar que den un hervor todo junto y servimos espolvoreado con queso y perejil (opcional).