Con este frío lo que más apetecen son platos calientes, recién hechos y con la impronta de lo casero marcada en ellos... Este que preparo hoy es una bomba energética y rico en nutrientes de buena calidad que quitará el hambre a los más glotones de la casa, a parte de dejarnos satisfechos durante toda la tarde.
Las albóndigas con puré de patatas es un plato clásico en muchas de las casas del mundo entero, diría yo... Aunque reconozco que en mi casa, de pequeña, solíamos comer las albóndigas en salsa de tomate acompañadas con un arroz blanco hervido, más que con puré; pues a mi padre no le gustaba demasiado el puré... CON LO RICO QUE ESTÁ, y mi madre no lo preparaba demasiado... pero cuando conocí a mi marido, me aficioné a cocinar, de vez en cuando, y sobre todo, en invierno, este plato... pues según él es un clásico argentino... aunque con albóndigas de carne, lógicamente.
Aquí le damos una vuelta de tuerca y preparamos estas ricas albóndigas veganas con remolacha, avena, cebolla, y dos o tres ingredientes más que harán deleitarse de placer a los carnívoros de vuestros hogares... haced la prueba, no os miento. Tienen una textura riquísima, agradable y muy parecida a la carne... así que es una receta ideal para iniciaros en el consumo de más productos de origen vegetal y menos de origen animal...
Por otro lado, la salsa marinara es una salsa roja italiana que suele hacerse con tomate, ajo, hierbas y cebolla. Sin embargo, existen muchas variantes, algunas de las cuales añaden alcaparras, aceitunas y distintas especias. Yo he querido hacer la salsa clásica, sin complicaciones, pues las albóndigas ya son bastante gustosas y esta salsa solo servirá para darle untuosidad y jugosidad al plato.
Y vosotros, en vuestras casas, de pequeños ¿cuando comíais este plato... erais más de arroz blanco o de puré de patatas...?
Ingredientes:
Para las albóndigas
- He utilizado la receta de mis
pilotas de Nadal que usé en la escudella (albóndigas de carne estilo catalanas... veganizadas).
Para la salsa marinara
- 2 dientes de ajo.
- 1 cebolla grande.
- Una lata grande.de tomates enteros (unos 800 gr).
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 2 cucharadas de albahaca, puede ser fresca o seca.
- 1 hoja de laurel.
- 1/2 taza de agua.
- Sal y pimienta negra recién molida, al gusto para sazonar.
- Perejil fresco recién picado para decorar.
Para el puré de patatas rústico
- 5 patatas rojas medianas.
- 2 cucharadas de margarina vegetal (la mía de maíz).
- 150 ml de nata vegetal (la mía de soja).
- Sal, pimienta blanca, nuez moscada, todo al gusto para sazonar.
- Perejil fresco recién picadito para adornar.
Preparación:
De las albóndigas
- He seguido paso por paso mi receta de Navidad, así que os dejo el enlace aquí.
De la salsa marinara
- En una olla ponemos el aceite de oliva, y agregamos el ajo picado y la cebolla. Sofreímos unos 5 minutos hasta que la cebolla se ponga transparente y agregamos el resto de los ingredientes: la lata de tomates enteros, la albahaca seca o fresca, el azúcar, el laurel, el agua, sal y pimienta a gusto.
- Removemos y dejamos hervir la salsa de 35 a 40 minutos, vigilando de vez en cuando y machacando los tomates con una cuchara de palo para que la salsa se integre, se espese y tome cuerpo. Antes de agregar las albóndigas, probamos y rectificamos de sal o de pimienta.
- Cuando esté lista, echamos las albóndigas, mezclamos y dejamos que de un hervor todo junto, por unos 5 minutos. Apagamos el fuego y reservamos hasta que esté listo nuestro puré.
Del puré de patatas rústico
- Lavamos muy bien las patatas rojas, con su cáscara, y las ponemos a hervir en agua fría.
- Tardarán unos 40 o 45 minutos en estar bien tiernas. Yo no le agregué sal al agua, pero podéis hacerlo.
- A continuación, cuando las patatas se hayan atemperado un poco las pelamos, pero no todas... de las 5 patatas yo solo pelé 3, las otras dos las dejé con la cáscara para así poder hacer un puré más rústico, con textura y más fibra.
- Machacamos las patatas con un prensa-patatas, o con un pasa-purés y les agregamos, la margarina, la nata vegetal, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Mezclamos muy bien hasta integrar y servimos con nuestras albóndigas que teníamos reservadas.
No olvidéis rociar el plato con una abundante lluvia de perejil fresco picado. No solo dará vistosidad y color al plato, haciéndolo aún más apetecible si cabe... sino que estaréis aportando todos los beneficios que supone comer perejil fresco; esto es, previene la anemia, previene infecciones de la vejiga, es de gran ayuda para la digestión, mantiene los riñones saludables al ser una hierba muy depurativa, aporta buen aliento (cuando se mastican sus hojas frescas) y aporta una buena cantidad de vitamina A, B, C y D.
Sin más, me despido hasta la semana que viene, deseando ver vuestros platos de albóndigas veganas con puré de patatas... es una preparación muy sencilla, socorrida y que nos soluciona la comida de cualquier día entre semana... sin pensarlo dos veces, ¿a qué si?