Este año me apetece dar la bienvenida al otoño con una ensalada. Pues siento que me lo pide el cuerpo. Además, estoy intentando hacer una dieta, desde hace un par de semanas, baja en hidratos de carbono (aunque no los he suprimido del todo, al menos los como una vez a la semana y, en poca cantidad durante el desayuno), para así, a ver si consigo bajar algunos kilos de peso.
Por otro lado, para complementar bebo muchas más agua, infusiones y no toma nada de azúcar... e intento, dentro de lo posible y de lo que mi tiempo me lo permite, salir a caminar de 30 a 40 minutos al día. En fin, que son decisiones que una toma y me gustaría mantenerlas en el tiempo; razón por la cual creo que durante una larga temporada verás en mi blog, recetas más ligeras, por así decirlo.
He de confesarte que esta ensalada me ha gustado muchísimo, pues tiene una de las frutas que más me gustan y solemos comer poco... como es la granada. Además, la tiene al natural y en forma de sirope o arrope de granada; un condimento muy utilizado en la gastronomía de Oriente Medio, del que te hablé el verano pasado en mi tabulé.
La base de esta ensalada tan singular y antioxidante son las hojas verdes, pues lleva: espinacas, rúcula, perejil y menta o hierbabuena frescas. Comer hojas verdes cada día es una de las mejores decisiones que podemos tomar, pues están cargadas de calcio, vitaminas, minerales y antioxidantes, entre otros nutrientes. Además de contar con poquísimas calorías. Es más, las calorías de esta ensalada vendrán añadidas, principalmente, por el aliño, pero es tan poca la cantidad que has de ponerle, aunque te sale para varias veces, que compensa muchísimo y está buenísimo. Por qué no recocerlo, el toque del sirope de granada y el zumo de naranja recién exprimido le confieren un carácter muy personal y arrebatador a este plato.
Así que sin más vamos a prepararlo, que estoy tardando más en presentarlo que en hacerlo.
Ingredientes:
Para la ensalada
- 2 puñados de hojas de espinacas baby.
- Un puñado de rúcula fresca.
- 4 ramitas de perejil (sus hojas).
- 2 ramitas de hierbabuena (sus hojas).
- Un puñadito de pasas remojadas.
- Un puñadito de nueces (4 en total, peladas).
- 2 cucharadas de una mezcla de pipas de girasol, sésamos blanco y negro y comino en grano (todo tostado en el momento).
- 1/4 de granada, sus pepitas.
Para el aliño (sale un botecito para varias veces)
- Zumo de una naranja recién exprimida).
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharada de sirope o arrope o melaza de granada.
- 1/2 cucharadita de sal rosa del Himalaya.
Preparación:
- LAVAR y SECAR con mimo las hojas verdes.
- PONERLAS en el fondo de un bol.
- AGREGAR las pasas, las pepitas de granada, las nueces y las semillas previamente tostadas en una sartén sin aceite a fuego medio, sin que lleguen a quemarse. Solo hasta que empiecen a desprender olor, sobre todo el comino.
- ALIÑAR con dos o tres cucharadas del aliño preparado y guardar el resto para otras ensaladas.
- DISFRUTAR del frescor y la explosión de sabores y texturas de esta ensalada en la boca.
Como ves comer rico, fresco y con pocas calorías es posible, precioso y divertido, así que no tienes excusa. Te animo a probar esta estupenda ensalada que me ha cautivado el paladar.