Crema de calabaza moscada.-

Pienso que las reediciones, bajo mi punto de vista, son a veces más completas y atractivas que los originales... y eso es lo que me ha pasado con esta receta.

La publiqué casi en los anales del blog y pasó totalmente desapercibida, sin pena ni gloria... y aunque no vengo hoy a "descubrir América", con esta crema de calabaza, al menos os quiero mostrar cómo el añadir un ingrediente, al que quizá no estemos muy acostumbrados puede transformar totalmente el sabor y el aspecto de un plato. Convirtiéndo en algo sublime y digno de ser "republicado".

Ese ingrediente tan "secreto" es ni más ni menos que la cúrcuma... una especia que estoy descubriendo e implementando en mi alimentación diaria por todos lados y de todas las formas posibles... ya os iré contando, pues es toda una "campeona" en propiedades beneficiosas para nuestra salud.

Por ejemplo, la cúrcuma, además de utilizarse como especia aromática tiene una gran importancia como planta medicinal, debido a sus potentes propiedades antiinflamtorias, antioxidantes, para el hígado y contra el cáncer.

Sirve también para evitar los gases, los problemas intestinales o como bálsamo para la úlcera y la acidez de estómago. En fin, si queréis saber más sobre la poderosa cúrcuma os invito a leer este articulo de Botanical, que me ha parecido muy completo.

Imagen de Internet

Por mi despensa andaba una linda calabaza moscada, bien grande, desde diciembre... y el otro día que puse un poco de limpieza y orden, aunque todavía estaba en perfecto estado, decidí que ya era hora de ir empleándola... pues se pasan los días y los días y no me animaba a cortarla; pues la verdad, era muy grande y si la cortas... tienes que consumirla en pocos días. Así que como tenía varias recetitas con calabazas rondando mi cabecita... pues manos a la obra y a la cazuela.

Como me encantan las cremas de verduras y las noches están algo frías... tomaremos esta rica crema de calabaza: rápida de preparar, ligera y deliciosa para la cena.

Ingredientes:

- 1 kg de calabaza cortada a trozos, si la piel está lisa y sin estrías la podéis poner sin pelar, como hice yo, pues estaba realmente bien lisa y tersa.

- 1 patata pequeña.

- 3 dientes de ajo.

- 1 cebolla roja a cuartos.

- 2 zanahorias en rodajas.

- 2 ramas de apio.

- Un toque especial con una buena cucharadita de cúrcuma.

- Aceite de oliva virgen extra y sal.

- Mezcla de semillas: pipas de girasol, pipas de calabaza, semillas de chía y semillas de lino dorado. Una cucharadita de cada una. 

Preparación:

• Ponemos todos los ingredientes en crudo y cortaditos en la olla, añadimos agua fría para que los cubra. Agregamos un poco de sal y hervimos durante unos 20 minutos. Al final de la cocción, un minuto antes de apagar el fuego,  ponemos la cucharadita colmada de cúrcuma, así conservará todas sus principios antiinflamatorios.
• Batimos bien con la batidora de mano hasta que quede una crema lisa y sin grumos. A mi me gusta pasarla por un colador grande para eliminar la fibra de la cebolla y el puerro. 
• Rectificar de sal, si queréis podéis ponerle un poco de pimienta al servirla y la mezcla de semillas o picatostes, por ejemplo.

Bon profit!