¡¡Mi tarta de cumpleaños!!

Ayer fue mi cumpleaños. Sí, me voy haciendo "viejecita", jajaja... en mi haber van contándose ya 40 añazos, que la verdad llevo divinamente, pues considero que, gracias a Dios, estoy en un lindo momento de mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional y, sobretodo, con este blog que se ha convertido en una parte importante de mí, pues a través de él puedo expresar muchas sensaciones y, lo más importante... porque a través de él he conocido y conozco cada día a gente estupenda, simpática, amable y muy cariñosa.

Regalo de mi hermana Concha del blog De Buena Mesa

Para celebrarlo quise auto-regalarme esta preciosa y rica tarta crudivegana que es ligera, aromática (huele deliciosamente a fresas) y además... no lleva horno!! Un punto a su favor, pues es fácil de preparar y muy vistosa a la vez. 

Para su elaboración utilicé, también, dos ingredientes que venían en mi caja de Conasi, vive la cocina natural. 

Se trata de la ralladura de limón. La cáscara de limón rallada Biovegan añade el sabor fresco y natural de limones orgánicos madurados al sol a nuestros pasteles, galletas, postres, salsas y bebidas. Me ha encantado el aroma que salía del sobrecito al abrirlo y el sabor que le ha aportado al relleno de mi tarta.

El otro ingrediente fue estos preciosos corazones decorativos rosas y crujientes. Un delicioso adorno hecho con cereales integrales y cubiertos de azúcar ecológica y pigmentos, también ecológicos, extraídos de plantas. Además tienen un sabor delicioso y son muy monos... a qué si?

La receta la encontré, por casualidad, en este blog que sigo habitualmente y no tuve dudas que tenia que prepararla para una ocasión especial y, qué ocasión más especial que mi cumple...  Os dejo con los ingredientes, todos ecológicos y naturales y espero que la disfrutéis tanto como lo hicimos yo y mis seres queridos, que pudieron acompañarme en la celebración.

Ingredientes:

Para la base

- 1/2 taza almendras. 

- 1/2 taza nueces.
- 4 dátiles de medjool  o de Israel grandes.
- 1 pizca sal rosa del Himalaya.

Para la crema de anacardos

- 1 y 1/2 taza anacardos (castañas de cajú).

- 1/2 taza aceite de coco líquido.

- Ralladura de limón. 

- Zumo de 1 limón.

- 1/4 taza sirope de ágave o de arce.

Para la crema de fresas

- 2 tazas fresas (o moras, cerezas, o frutos rojos...). 

- 1/4 taza sirope de ágave o de arce.

- 1/4 taza aceite de coco liquido.

- Corazones decorativos rojos y crujientes.

Preparación:

• Colocamos las almendras, las nueces y la pizca de sal en el procesador de alimentos y procesamos hasta que asemeje migajas, luego agredamos los dátiles sin hueso y picados y procesamos otra vez. El punto de la masa estará cuando podamos hacer bolitas.
• Colocamos la mezcla en un molde de 20 cm, forrada con papel vegetal para que luego podamos desmoldar bien nuestra tarta. . Presionamos y distribuimos la masa con las manos hasta obtener una superficie uniforme. Luego, déjalo en la nevera mientras hacemos la crema de anacardos.
• Colocamos todos los ingredientes del relleno en el procesador de alimentos y mezclamos hasta que este suave y cremoso. 
• Sacamos la base de la tarta, que teníamos en el frigorífico y le agregamos la crema de anacardos por encima, igualamos con una espátula y vuelta a la nevera, hasta que preparemos la cobertura.
• Con la batidora de mano mezclamos los ingredientes de la crema de fresas y vertemos sobre el resto de la tarta. 
• Colocamos nuestra tarta en el congelador y dejamos que se solidifique durante unas dos horas, entonces la adornamos, a nuestro gusto, y la volvemos a llevar al congelador hasta que solidifique del todo, durante un mínimo de 4 horas. Para servir, sacarla del congelador de 1/2 h a 1 hora antes de comerla.