No estáis acostumbrados a que os traiga dos recetas dulces, tan seguidas; pues sinceramente a mi me gusta más el salado... pero como es Navidad, este año, para darme ánimos a mi misma me he propuesto llenar el blog con cositas ricas, con tradición y al más puro estilo festivo. Por eso, os enseño a preparar esta delicia, que no conocía, pero que ha llegado a mi cocina para quedarse en mi vida para siempre, eso os lo aseguro.
Es más, ya he visto por ahí otra versión vegana que me ha recordado a mi carrot cake vegana que hice unas cuantas navidades atrás... así que no os extrañe que en breve os enseñe la versión, sin huevos, de esta torta tan maravillosa.
La torta galesa (sí,, torta, no tarta, pues así se la llama en Argentina) es una variación de los tradicionales pasteles y cakes británicos, creada a mediados del s. XIX por los inmigrantes galeses llegados a la Patagonia Argentina. Con el fin de preservar sus costumbres, elaboraron esta deliciosa y nutritiva torta de larga durabilidad en el tiempo. Aprovechando los ingredientes que tenían y sustituyendo unos por otros, hasta llegar a esta ricura morena... que en cada casa tiene su propia receta y cada familia la atesora como oro en paño de abuelos a nietos.
La tradición dice que su duración es de un año, bien envuelta, regada con alguna bebida alcohólica como ron, coñac o vino dulce, por ejemplo, y guardada en una lata. También era típica para regalarla a los recién casados; pues, según cuenta la leyenda la pareja debe comerse una pequeña porción cada mes del primer año de matrimonio, como símbolo de la superación de las dificultades que vayan surgiendo, por ello esta deliciosa Torta Galesa se denomina también Torta de Novios.
Aquí no hay novios, ni somos galeses, pero lo que si somos es golosos y por esa razón vamos a disfrutar de esta torta galesa inspirada en la del metódico, purista y buenísimo chef pastelero argentino Osvaldo Gross. Puedes ver cómo la hace en este vídeo de Youtube. Yo me guié por él, aunque cambié la cantidad de los ingredientes, pues no tenía tantas frutas secas ni confitadas... y salió perfecta y preciosa, ¿no crees?
Para macerar las frutas confitadas y los frutos secos
- 100 gr de pasas rubias.
- 100 gr de pasas sultanas.
- 100 gr de arándanos deshidratados.
- 100 gr de frutas confitadas.
- 100 gr de ciruelas pasas (sin hueso y en trocitos).
- 1 lata de cerveza negra de 330 cl.
Para la masa de la torta
- 350 gr de harina blanca de trigo.
- 200 gr de panela o azúcar integral de caña.
- 5 gr de bicarbonato de sódio.
- 1 pizca de sal rosa del Himalaya.
- 1 cucharada sopera de mezcla de especias para pasteles (cardamomo, jengibre, nuez moscada, clavo y canela).
- 1 cucharada sopera de cacao en polvo desgrasado ecológico (opcional, esto es aportación mía, pues lo vi en otra receta y me encantó la idea).
- Ralladura de dos naranjas.
- 250 gr de mantequilla fría, cortada en cubos.
- 100 gr de almendras o nueces (o una mezcla de las dos) picadas.
- 50 gr de miel.
- 4 huevos ecológicos (de gallinas felices).
- 200 ml de la cerveza negra que resulte cuando hayamos macerado y escurrido las frutas.
Preparación:
- MACERAR toda la fruta confitada y los frutos secos en un bote de vidrio limpio, cubriéndolo con el contenido de una lata de cerveza negra. Dejar macerar, en el frigorífico de uno a dos días.
- SACAR del frigorífico, las frutas maceradas, al menos 4 o 5 horas antes de hacer la torta, para que esté a temperatura ambiente.
- TAMIZAR en un bol grande la harina de trigo, el azúcar moreno o la panela, el bicarbonato de sodio, la sal, las especias dulces, el cacao en polvo y la ralladuras de las naranjas.
- MEZCLAR muy bien, con las manos, los secos con la mantequilla fría hasta obtener un arenado, como si fuéramos a hacer un crumble.
- AGREGAR las almendras picadas, la miel y los huevos. INTEGRAR todo muy bien.
- AÑADIR las frutas maceradas, escurridas y 100 ml del líquido de maceración.
- TERMINAR de mezclar todo bien y VERTER en un molde de 23 cm enmantecado y enharinado. Yo no tengo esa medida de molde, así que vertí la mitad de la masa en un molde de 20 cm y la otra mitad en uno de 18 cm. Así me salieron dos tortas, una para nosotros y otra para regalar.
- HORNEAR en horno precalentado a 150º C durante 2 horas.
- COMPROBAR que está bien cocida por el centro y si es así, sacar del horno.
- VERTER el resto del líquido de maceración que nos haya quedado, a mi me quedaban aún unos 100 ml de cerveza negra.
- DEJAR reposar unos 10 o 15 minutos dentro del molde y desmoldar.
- DEJAR enfriar y comer a partir del día siguiente, si es posible. Cuantos más días la dejes reposar, bien envuelta y dentro de la lata, más rica estará, yo la dejé dos semanas (la segunda que hice). Después la saqué unas horas horas antes de consumirla y la regué con un licor tipo Amaretto, sin alcohol, que me gusta mucho.
Esta torta, envuelta en papel vegetal o film transparente y metida en una lata metálica, dentro del frigorífico, nos puede durar varios meses, eso he oído en todos los vídeos y tutoriales que he visto sobre ella.
¡¡A nosotros, la primera que hice, nos duró 3 días, pues estaba espectacular....!! Con un buen té negro, estilo inglés, con un buen mate o con un café queda una merienda invernal, de toda categoría.
Os deseo una Feliz Navidad y lo mejor para el próximo 2021. Nos vemos en enero, hasta entonces, sed felices, procurad el bien para todos en vuestro entorno y afrontad la vida con miradas de esperanza.