Quiche de rabanitos

miércoles, 31 de enero de 2018





El rábano... esa preciosa y pequeña bolita rosa por fuera y blanca por dentro a la que puedes amar... u odiar... según tus preferencias personales.

Yo, definitiva y absolutamente, los amo!!!!!! Me encantan, me chiflan, me dislocan, me apasionan, me enloquecen... me inspiran y, por eso, intento tener siempre en la nevera un buen manojo, para agregarlos a cualquier preparación... o para, como es hoy el caso, que sean los protagonistas de esta simple e inusual receta que se me ocurrió haciendo experimentos en mi cocina.

¿Por qué adelanto mi día de publicación... si no participo en ningún reto...? Pues sencillamente, porque hoy es mi cumpleaños y me apetecía celebrarlo con vosotros, ofreciéndoos esta quiche salada que quedó tan espectacular, tanto de sabor como de aspecto, ¿no os parece?

Sí, ya van 42 años, no me importa decirlo; pues me siento estupendamente bien, y por añadidura... como muchos sabéis, estrenando nueva VISIÓN... aunque casi podríamos decir ojos nuevos: gracias Dios por esta gran bendición!!!

Aunque me encanta el sabor amargo y el regusto picante que dejan los rábanos en la boca, cuando los como frescos, asados como en esta quiche, saben diferente y también son muy ricos. Este plato es una buena idea para una comida ligera de domingo, o una cena improvisada y bonita como la de mi cumple... por ejemplo.

Para obtener un menú ligero, equilibrado y saludable te aconsejo que lo acompañes con unas simples hojas y brotes verdes, bien frescas y sutilmente aliñadas... también puedes tomar una crema de verduras si es que te da mucha hambre en el almuerzo. 

Si llevas esta quiche a la mesa, un día que tengas invitados... te aseguro que no pasará inadvertida y dará que hablar mucho durante y después de la comida... ya lo verás. Cómo me sucedió a mí... jajaja!!



El rábano tiene múltiples propiedades, a pesar de su pequeño tamaño, que lo hacen un buen aliado, por ejemplo, si estás haciendo una dieta de adelgazamiento.

Gracias a sus propiedades diuréticas los rábanos nos ayudan a evitar la formación de cálculos renales, a la vez que estimulan la producción de bilis y cuidan de nuestro hígado y nuestra vesícula, así que si no lo haces anímate a comprar y consumir rábanos a diario... son baratos, están en temporada prácticamente todo el año... y te sorprenderán.






Ingredientes:
Para el relleno
- 1 cebolla blanca pequeña.
- 2 manojos de rábanos frescos.
- 2 huevos de gallinas felices (de agricultura ecológica).
- 75 ml de leche de soja (sin azúcar añadido).
- 1 cucharada sopera rasa de fécula de maíz.
- Sal, aceite de oliva y pimienta negra recién molida.

Para la masa integral a las finas hierbas
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 100 ml de agua hirviendo.
- 1/2 cucharadita de sal de mar.
- 2 cucharaditas de mezcla de especias (finas hierbas).
- Harina integral, la que admita la masa.



Preparación:
De la masa
  • En un bol ponemos el aceite, las finas hierbas, la sal y agregamos el aceite y el agua hirviendo.
  • Mezclamos bien con un tenedor, hasta emulsionar un poco. A continuación, vamos agregando poco a poco harina integral hasta obtener una masa muy suave y blanda que no se pegará a las manos, debido a la cantidad de aceite que lleva. Ésta es una masa muy noble que uso desde los anales del blog, en prácticamente todas mis tartas vegetales, quiches, cocas e incluso pizzas... añadiéndoles algo de levadura... y que no me canso de hacer, pues es muy sabrosa, sencilla y admite multitud de variantes, como la de hoy, añadiéndole finas hierbas, por ejemplo.
Del relleno
  • Pelamos u cortamos a juliana la cebolla, la sofreímos en una sartén con un hilo de aceite hasta que comience a dorarse y tomar color. A continuación, agregamos los rábanos limpios y cortados por la mitad. Damos un par de vueltas, apartamos del fuego y salpimentamos a gusto.
  • Ahora preparamos un ligue para cuajar la quiche dentro de la masa. Para ello, en un bol batimos los dos huevos, con una pizca de sal y agregamos la leche y la fécula de maíz. Removemos bien hasta integrar y mezclamos con las verduras salteadas.
De la quiche
  • Estiramos la masa, la colocamos dentro del molde (previamente aceitado para que no se peque) y cubrimos con el relleno. 
  • Llevamos al horno, precalentado a 180º C, durante 30 minutos y ya estará lista nuestra flamante y estupenda quiche.


Y vosotros... ¿sois amantes de los rábanos, los soléis utilizar... solo los coméis en ensalada o, también, los habéis probado en otras recetas...? contadme, que estoy deseosa de saber vuestras impresiones y opiniones sobre esta receta... Besos, sed felices y hasta la semana que viene.


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Judías blancas con pimentón de La Vera

jueves, 25 de enero de 2018


Un guiso sencillo, de toda la vida, pero aligerado en grasas saturadas al máximo, al prepararlo todo vegetal... es una buena opción para comenzar el año con energía, salud y buenos propósitos, ¿no os parece? La semana pasada mi hermana Concha os enseñaba a guisar las judías rojas y esta semana "contra-ataco" con sus primas hermanas, las judías blancas... y es que hay tantas variedades donde elegir que es una pena no aprovecharlas.

Hace un par de años, mi amiga Katty, que vive en Estados Unidos, estuvo con su marido visitándonos en casa y se fue cargada de algunos kilos de legumbres como garbanzos, alubias de distintas formas y colores y lentejas... pues me decía que en España no sabemos la suerte que tenemos al contar con tanta variedad y de tan buena calidad... pues allí, en La Florida, donde ellos viven solo encontraba frijoles mexicanos.

Después de los excesos navideños, hay que ir retomando, paulatinamente, el trajín del día a día.. y en esto, las legumbres cumplen un papel esencial. Son sanas, ligeras (si las cocinamos con poca grasa), económicas y muy, muy sabrosas... así que os propongo este estofado de alubias blancas, sencillas, humildes, pero no por ello desmerecedoras de llevar glamour y sabor a la mesa un día cualquiera a la hora del almuerzo.

Para hacerlas no me compliqué la vida... simplemente me fui al blog de mi hermana, DBM, y allí está el guiso que ha hecho mi madre toda la vida... lo único que suprimí fue el chorizo y lo sustituí por 2 buenas cucharadas de pimentón ahumado de La Vera, que hace las veces de aromatizar y saborizar este rico estofado, sin complicarnos demasiado.



Ingredientes:
- 1/2 kg de alubias o judías blancas.
- 2 zanahorias.
- 1 cebolla pequeña.
- 1 tomate.
- 2 o 3 dientes de ajo.
- 1 trozo de pimiento verde.
- 1 trozo de pimiento rojo.
- Unas ramas de perejil fresco.
- 1 hoja de laurel.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 2 cucharaditas de pimentón ahumado de la Vera.
- Sal y agua.


Preparación:
  • La víspera ponemos a remojar las alubias blancas, para que se hidraten bien. De 8 a 12 horas.
  • Retiramos el agua de remojo, las enjuagamos y las ponemos a cocer, con agua, fría hasta que empiecen a hacer espuma blanca y den un primer hervor. 
  • Entonces, las enjuagamos bien debajo del grifo de agua fría y las volvemos a poner en la olla, con agua fría, y todas las verduras limpias y enteras. Además de agregarle el aceite y el pimentón ahumado. No pondremos la sal, hasta el final.
  • Dejamos hervir en la olla esprés durante 15 minutos aproximadamente... yo las dejé 20 y algunas se me descascarillaron, por eso os aconsejo dejarlas de 10 a 15 minutos solamente. 
  • Destapamos la olla, cuando haya bajado la válvula y haya soltado el vapor y rectificamos de sal, dejándolas hervir, nuevamente, esta vez con la olla destapasada, si os han quedado muy líquidas. Retiramos las verduras, menos la zanahoria y servimos.


Como veis más fácil no puede ser... y quedan cremosas, suaves y muy ricas, así que os las recomiendo. Nos vemos la semana que viene, el miércoles... ¿eh? ¿Por qué adelanto mi día de publicación...? ya os contaré... hasta entonces, disfrutad y sed felices.



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Mantequilla de cacahuete

jueves, 18 de enero de 2018





Ni punto de comparación tiene esta mantequilla de cacahuete con la que venden envasada. Te confieso que la envasada no me gusta para nada... es HORRIBLE!!! Sin embargo... esta mantequilla de cacahuete, que he preparado en casa es totalmente ADICTIVA... tanto, que si no te dominas serás capaz de comértela EN-TE-RI-TA de una vez... 

Ojo, que no cunda el pánico, que no me la he comido de una vez... la hice en noviembre y aún me queda más de medio bote en el frigorífico... así, que son exageraciones mías... ¿eh?

Fuera de bromas, está riquísima, es suave, sabrosa, untuosa y tu aliada perfecta tanto para un buen y energético desayuno, como para preparar otras recetas, como galletas, helados, salsas, bizcochos, etc.

Si tienes niños pequeños y sueles darle este tipo de cremas o pastas de frutos secos te aconsejo que las hagas caseras, pues a parte de ser mucho más saludables y económicas están, también, muchísimo más buenas.



La mantequilla de cacahuete normalmente está hecha con cacahuetes, aceites hidrogenados y sal, así que no es precisamente un alimento ligero y sano; pero aquí la he preparado con cacahuetes tostados por mí misma, sal rosa del Himalaya que tiene un montón de propiedades beneficiosas para nuestro organismo y algo de aceite ecológico de sésamo (el aceite es totalmente opcional, pero aconsejable) yo lo uso pues le da una cremosidad y untuosidad especial a esta pasta aromática y riquísima.

Obviamente, dado su alto contenido en grasa (aunque sea de buena calidad), tiene un alto nivel calórico por lo que no conviene abusar de su consumo, pero es mucho más saludable dar a tu hijo una rebanada de pan integral con esta mantequilla y unos trozos de frutas que un dulce envasado... así que tú eres la encargada de elegir qué opción es la más conveniente... Yo me quedo con ésta... así que vamos a prepararla que no se tarda prácticamente nada y dura por meses, metida en un bote limpio de vidrio en la nevera... ¿te apuntas?




Ingredientes:
- 500 gr de cacahuetes crudos.
- 2 cucharadas de aceite de sésamo primera prensada en frío (opcional).
- 1/2 cucharadita de sal rosa del Himalaya (opcional).

Preparación:

  • Primero tostaremos los cacahuetes, es mucho mejor hacerlo nosotros mismos, por favor, no los compres tostados y salados, ¿vale? son muy dañinos para la salud, por la cantidad de grasas hidrogenadas que le añaden...
  • Los puedes tostar en el horno, extendidos sobre la bandeja a 180º C, durante unos 20 o 30 minutos, removiéndolos de vez en cuando y vigilando todo el rato para que no se te quemen.
  • O bien, como hice yo, en una sartén grande. Ponlos ahí, sin nada de aceite y ve removiendo, siempre a fuego lento, hasta que estén doraditos. Tardarás unos 15 o 20 minutos.
  • Una vez tostados, colócalos en tu procesador de alimentos o robot de cocina y tritura, tritura y tritura hasta que tengas unas pasta de tu agrado. 
  • Por último, añade la sal y el aceite de sésamo, si los usas y muele unos 5 minutos más. En total no tardarás más de 10 o 15 minutos, si tienes un procesador potente. Si el tuyo no es tan potente, tardarás algo más, entre 20 o 30 minutos, parando de vez en cuando para no recalentar el motor de la máquina. 
  • Y listo... ya tienes tu mantequilla de cacahuete lista para comerla a cucharadas o para disfrutarla en otras muchas preparaciones.



Al igual que con cacahuetes, puedes usar almendras, nueces, avellanas o anacardos, por ejemplo. Cualquier fruto seco que te guste... o también pistachos, macadamias, pecanas o piñones... o ¿por qué no...? combinarlos entre sí...

Sabías qué... Los cacahuetes no son frutos secos pues pertenecen a la familia de las leguminosas relacionadas con los guisantes, las lentejas, garbanzos, etc. Pero, al poseer una cáscara leñosa, que los recubre, es lo que hace que el cacahuete se considere más un fruto seco que una legumbre. Fíjate que yo esto no lo sabía y me he quedado de piedra, vaya, vaya... qué interesante.

Ah... se me olvidaba decirte que ésta no es la primera receta de mantequilla de cacahuete o de maní que publico en el blog... ya te la enseñé a hacer otra vez (crudivegana) para esta espectacular tarta de plátano y  chocolate, ve a verla, anda, que sé que estás deseándolo... 

Espero que te haya gustado y te animes a probarla algún día... si es así no olvides decírmelo, adoro ver que os gustan mis propuestas y que alguna vez os lanzáis a prepararlas. Saludos y nos vemos la semana que viene.

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Ensalada templada de invierno con tubérculos asados al horno

jueves, 11 de enero de 2018





Esta ensalada es muy reconfortante en los días fríos de invierno. Me encantan las verduras y los tubérculos, bien condimentados y asados al horno... es una forma sencilla, rápida y deliciosa de tener verduras preparadas en distintos tuppers, para poder usarlos cuando los necesitemos y, así, poder crear nuestras ensaladas o platos combinados saludables cualquier día de la semana. 

Si te dedicas a asar verduras, cocer cereales y legumbres, el domingo por la mañana o por la tarde, por ejemplo... después, una vez fríos y guardados en distintos contenedores, podrás usarlos para las comidas y las cenas de la semana; facilitándote, y mucho, el tiempo y el trabajo... cuando llegas cansada del trabajo y no te apetece cocinar... pero de esto, quiero hablaros, más y mejor en otro post. 

De momento, os enseño esta exquisita ensalada que fue surgiendo  a medida que la iba haciendo para un domingo cualquiera... te aseguro que está buenísima, es muy fácil de hacer, aunque no te lo parezca y tiene mil y una posibilidades... deja volar tu imaginación, abre el cajón de tus verduras de temporada en el frigorífico, alíñalas como más te guste, ponlas al horno, unos 40 o 45 minutos y tendrás a tu mano un sin fin de posibilidades para crear platos saludables, estupendos y muy atractivos, tanto a la vista como al paladar... ¿te animas?



Ingredientes:
- 5 patatas rojas de tamaño mediano.
- 10 o 12 zanahorias de tamaño pequeño.
- 4 remolachas medianas.
- Un puñado de piñones.
- Un puñado de granada fresca.
- Un puñado de brotes tiernos.
- Pegotitos de queso Mató (puede ser queso de cabra, ricotta o mozzarella frescas, también).

Aliño para la ensalada
- Zumo de 1 naranja recién exprimida, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita de mostaza a la Antigua, 1 cucharadita de miel, Sal.

Aderezo para las zanahorias al horno
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharada de vinagre de manzana ecológico.
- 4 o 5 dientes de ajo machacados con el dorso del cuchillo.
- Sal, pimienta negra recién molida, eneldo y perejil secos.

Aderezo para las remolachas al horno
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharada de vinagre Balsámico de Módena.
- Sal, pimienta negra recién molida, cilantro y perejil secos.

Aderezo para las patatas al horno
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- zumo de 1 limón pequeño.
- 1 cucharadita de cúrcuma.
- Sal, pimienta negra recién molida, perejil, tomillo, cilantro y albahaca secos.



Preparación:
  • En primer lugar tenemos que preparar nuestros tubérculos, por separado, para llevarlos al horno.
  • Zanahorias: las lavamos y les cortamos el pedúnculo superior. También les hacemos un corte a lo largo, para que queden más bonitas en la presentación. 
  • A continuación, las ponemos en un bol grande, junto con los ajos sin pelar y machacados con el dorso del cuchillo, las hierbas, las especias, el vinagre de manzana y el aceite. Removemos bien para integrar y las colocamos extendidas en una rustidera para horno.
  • Remolachas: lavamos las remolachas, las cortamos a la mitad, sin pelar, en cuartos y hacemos lo mismo que con las zanahorias: las condimentamos en un bol grande y las colocamos en una rustidera para horno.
  • Patatas: Igualmente que con los otros tubérculos; lavamos las patatas, sin pelar, las cortamos en cuartos y las condimentamos en un bol grande. A continuación las colocamos extendidas en una rustidera para horno. 
  • Llevamos todas nuestras verduras al horno, precalentado a 180º C, durante 40 o 45 minutos, hasta que al pincharlas con un cuchillo se sientan blandas, pero no desechas,  deben quedar con cuerpo.
  • Para hacer las ensalada, solo tenemos que dejar que los tubérculos se atemperen un poco, tras sacarlos del horno. y colocarlos en una fuente de servir con el resto de los ingredientes de manera bonita. Poner el aliño a parte, para que cada comensal se sirva en su plato. 



Sinceramente, de un tiempo a esta parte... amo este tipo de comidas y se están convirtiendo en clásicos habituales en mi día a día... y vosotros, ¿también asáis verduras y preparáis distintos platos coloridos y apetitosos para vuestros seres queridos? Contadme cómo os gustan más las verduras y si os he servido de inspiración me alegro muchísimo. Besos y hasta la semana que viene...


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Crema detox con verduras de temporada

jueves, 4 de enero de 2018




Esta crema es depurativa, diurética y antioxidante, además de deliciosa.

En mi firme propósito de comer más saludable, ligero y sobre todo de temporada, con frutas y verduras de próximidad, os cuento que cada semana, generalmente los miércoles y los viernes voy al mercado a la busca y captura de verduras, hortalizas, frutas y demás productos perecederos para obtenerlos lo más frescos posibles.

El miércoles suelo ir a una verdulería que tengo al ladito de mi nueva casa, que me tiene enamorada... traen la mayor parte de los productos de agricultura ecológica, y de las huertas de la zona; además de tener una calidad excelente y un precio bastante aceptable... añadiendo, que por ser cliente habitual ese día te hacen un 10% de descuento en tu compra, por lo que vale la pena ir, y mucho.

El viernes, es otra cosa... me doy un paseito por el Mercat de Pagès de la comarca del Llobregat y acudo a ver los preciosos puestos con "joyas vegetales" que como ellos dicen: "... al matí al camp i per la tarda al teu cistell!" Por la mañana en el campo y por la tarde en tu cesta... Así que verduras más frescas no puedes encontrar... asegurado!! Aquí solo compro algunas cositas que os iré enseñando poco a poco, pues hay tantas maravillas que no me da la vida... ni el tiempo para mostraros recetas.

Pues bien... algunas de las "joyitas" que compré esta semana fueron las que he utilizado en esta buenísima y saludable crema... os dejo con una breve descripción de sus propiedades, para no cansaros y después vamos a la receta.



Puerro: son ricos en fibra, que nos ayuda a mantenernos saciados y a no subir de peso, además tienen propiedades diuréticas que nos permiten combatir la retención de líquidos.  Son ricos en vitamina B9 o ácido fólico, que ayuda al cuerpo a generar nuevas células y mantiene la sangre sana para oxigenar el orgnismo. Proporcionan calcio que fortalecen los huesos y los dientes y son una importante fuente de potasio, que equilibra los niveles de agua y PH del organismo.

Chirivía: La chirivía es un alimento muy hidratante y ligero, como la mayoría de las hortalizas, porque contiene mucho agua (80%) y pocas calorías (solo 75 kcal por 100 g). Además, es un alimento saciante de sabor dulce que podemos incorporar a las dietas de adelgazamiento para reducir la ansiedad por este sabor (dulce). También contiene vitaminas (como la C, B y E) y minerales como el fósforo, potasio y magnesio, entre otros.

Cebolla: A parte de ser un alimento básico en la gastronomía tradicional de muchos países en todo el mundo, este bulbo tiene muchas aplicaciones en remedios caseros y naturales debido a sus beneficios para nuestro organismo. Nadie diría que una simple cebolla podemos utilizarla en remedios caseros y naturales por su poder para combatir la caspa y caída del cabello, para rejuvenecer el cutis y por el efecto positivo de la cebolla para afecciones respiratorias (como catarro, resfriado, gripe o bronquitis).




Brócoli o brécol: Esta verdura nos ayuda a prevenir los daños que producen los radicales libres en nuestro organismo gracias a su contenido en antioxidantes. Al igual que la mayoría de hortalizas, el brécol es rico en agua, hasta un 90% de su composición. Tiene macro-nutrientes como proteína vegetal,  hidratos de carbono y un contenido muy bajo de grasa. Su aporte de fibra es bastante alto.
De los minerales del brócoli podemos resaltar el potasio, el fósforo, el calcio, el magnesio, sodio, hierro, zinc y yodo. Por otra parte, los fitoquímicos y antioxidantes del brócoli son los “responsables” de que a esta verdura se la considere un súperalimento.
Calabacín: El calabacín, está compuesto de un 95% de agua. Este alimento no tiene ningún contenido calórico, por este motivo es altamente beneficioso para el organismo. En estudios realizados con este producto, se ha demostrado que 100 gr de calabacín sólo aportan 15 kcal, y en cambio, contiene una muy buena cantidad de minerales y oligoelementos, además, también contiene fósforo, potasio, magnesio y calcio.


Debo decir, que cómo mejor se aprovechan todos los beneficios de estos vegetales es consumiéndolos en crudo, al vapor o con una cocción muy suave... por eso la sopa la hice con muy pocos minutos de cocción, para no recocerla y arruinar las propiedades definitivamente.

Ingredientes:
- 1 puerro hermoso.
- 2 chirivías bonitas.
- 1 cebolla blanca.
- 1/2 cabeza de brócoli.
- 1 calabacín mediano.
- Sal, aceite de oliva virgen extra y pimienta negra recién molida.
- 400 ml de agua filtrada.

Preparación:
  • Lavamos y cortamos todas las verduras en trozos medianos.
  • Rehogamos en dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, el puerro (con su parte verde incluida) y la cebolla. 
  • Cuando estén transparentes agregamos las chirvías, el brócoli y el calabacín, todo a trocitos. Damos un par de vueltas y ponemos el agua, la sal y la pimienta a gusto. Hervimos durante unos 10 minutos y ya podemos triturar nuestra crema con la batidora de mano o con nuestro procesador de alimentos.




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