Pan de carne vegano para Fin de Año

jueves, 27 de diciembre de 2018


Comer vegano en Navidad, es posible. Y comer equilibrado, bonito y sabroso, también, aunque no os lo creáis, y lo veáis imposible, sin llevar a vuestra mesa ningún alimento de origen animal. Esta forma de comer y de alimentarnos, cada día es más real, gracias a los avances que se han llevado a cabo en los últimos años, dentro de este tipo de gastronomía.

Marie Laforêt, mi chef fetiche de esta Navidad, así lo demuestra en sus varias publicaciones, y en su blog cada día, por eso os lo cuento, porque estoy enamorada de su estilo, su cocina y sus fotografías. Me fascinan, me inspiran y me llevan a querer meterme en la cocina a todas horas para probar sus platos. Por ello, he cocinado tanto esta Navidad, llevada por el espíritu de compartir recetas saludables, sencillas y riquísimas, que sabéis que es mi máxima desde hace tanto tiempo.

Adaptaciones de esta receta vegana o vegetariana podréis ver montones en Internet, yo, inspirada en la de Marie y su libro Healthy Vegan, he creado la mía, pues he cambiado ingredientes, ajustado cantidades y agregado o quitado lo que no me convencía. Como leí alguna vez... las recetas están para cambiarlas, y seguro que no hay dos versiones iguales de un mismo plato, así que espero haberos inspirados y dejad volar vuestra imaginación en la cocina, para la última noche de año...



Ingredientes:
Para el "pan de carne"
- 200 gr de tofu.
- 200 gr de lentejas cocidas.
- 1 cebolla grande.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cucharada de miso blanco (shiro miso).
- 50 gr de tomates secos en aceite de oliva.
- 85 gr de miga de pan del día anterior (pues
- 3 cucharadas de fécula de maíz.
- Hierbas frescas picadas. usé perejil y romero. Puede ser cebollino, también, en vez de romero.
- Sal rosa del Himalaya, pimienta negra recién molida, aceite de oliva.
- 1/2 taza de agua (divida en dos partes) para disolver el miso y la fécula de maíz.

Para la salsa de champiñones (Mushroom gravy)
- 100 gr de champiñones frescos.
- 1 cebolla pequeña.
- 1 cucharadita de miso blanco (shiro miso).
- 2 cucharadas de salsa de soja (tamari).
- 1 cucharada de fécula de maíz.
- 400 ml de agua.
- Sal y pimienta.
- Aceite de oliva.

Para la guarnición
- Verduras de guarnición a nuestra elección, asadas al horno, con sal, aceite de oliva y las especias que más os gusten.

Preparación:
Del pan de carne
  • Calentamos el aceite de oliva en una sartén grande y rehogamos la cebolla cortada muy pequeñita, junto con el ajo. Cuando estén blanditos y la cebolla transparente, agregamos el tofu rallado o desmenuzado en trocitos pequeños. Damos unas vueltas y agregamos las hiervas frescas picadas: romero y perejil.
  • Añadimos las lentejas enjuagas, escurridas y previamente machacadas con un tenedor. Pueden quedar algunas enteras así daremos textura al pan.
  • Ponemos, entonces el miso disuelto en la mitad del agua y la fécula de maíz disuelta en la otra mitad. Por último agregamos las migas de pan y el resto de los condimentos, demás de los tomates secos cortados a tiritas, más la sal, la pimienta, etc.
  • Damos vueltas con una cuchara de madera o con una espátula de silicona, aplastando la masa contra el fondo de la sartén, cuando veamos que todo comienza a integrarse y que comienza a dorarse, es hora de verter la masa en un molde rectángular (de unos 15 x 20 cm). Untado con aceite o forrado con papel vegetal. Aplastamos bien la masa para que no queden huecos en el molde y lo cubrimos con el papel vegetal restante, que nos ha quedado de los bordes; si no has usado papel, cubre el molde con film transparente y llévalo al frigorífico hasta el día siguiente.
  • Otra opción, que me gusta aún más, es una vez que lo tenemos en el molde, en vez de llevarlo al frigorífico, lo llevamos al horno, durante una media hora, hasta que lo veamos bien dorado. Dejamos entibiar y desmoldamos, y lo acompañamos con la salsa de champiñones.
Es mejor servirlo ya cortado en rebanadas. Se puede calentar, se puede dorar en la sartén, se puede utilizar para poner en sándwiches y también sirve como relleno; para poner en quiches, en pasteles o empanadas... Es conveniente servirlo con una salsa, por eso os enseño el gravy de champiñones.

De la salsa de champiñones
  • Rehogamos los champiñones y la cebolla finamente picados, con un poco de aceite de oliva, en una sartén. Cuando éstos estén bien blanditos y dorados, añadimos el miso y la salsa de soja. Removemos bien hasta integrarlos. 
  • Diluímos la fécula en el agua y la vertemos en la sartén. Mezclamos hasta que hierva y la salsa se espese. Agregamos sal, pimienta y condimentos al gusto.
  • Batimos con una batidora de mano y cocinamos hasta que la salsa se espese y quede una salsa cremosa. Servimos con nuestro pan de carne vegano, en rebanadas y las verduras de guarnición que hayamos elegido.

Ahora me despido de este 2018 que se nos va de las manos... con la esperanza y la ilusión puestas en el 2019 que está casi por comenzar. Os deseo de todo corazón que tengáis una vida feliz, satisfactoria y plena en todos los sentidos, acompañados de vuestros seres queridos. Y no me quiero ir sin daros las más infinitas gracias por haberme acompañado durante todo el 2018, semana a semana. Nos vemos la próxima, comenzando un Nuevo Año lleno de expectativas y proyectos.


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Rillettes de Noël

jueves, 20 de diciembre de 2018


En la vida pensé que se pudiera llegar a hacer un paté o una terrina, 100% vegetal, a partir de una idea tomada de otra... 100% cárnica. Adoro la originalidad y la imaginación de las personas que son capaces de transformar estas delicatessen en otras delicatessen, para mi gusto, aún mejores,  y así, todos podamos disfrutar de la cocina tradicional, o al menos de reminiscencias de ellas.

Al ver la versión vegetal de la rillete, en el libro Mi pequeña carnicería vegana, de Sebástien Kardinal y Laura Veganpower, en seguida supe que quería hacerla y probarla. Me volví loca, literalmente y no me equivocaba, ¡¡por favor qué cosa más rica!! 

A ver, no es algo para estar comiendo todos los días, pero para prepararte unos canapés apañados o un sándwich, algo especial... es la receta perfecta, la mires por donde la mires, si no... lee los ingredientes, lo fácil que es de hacer y ya me contarás.

Les rilletes son un tipo de charcutería francesa, consistente en una especie de paté blando, graso y hebroso, nacida en el siglo XV en la zona de Le Mans. Donde pronto se hicieron famosas y donde se siguen produciendo, en la actualidad, de forma más industralizada. Esta es una receta que comúnmente se hace con carne desmenuzada (generalmente de cerdo) cocida en su propia grasa y condimentada con sal, pimienta y especiasSe venden en tarrinas de cartón, cubiertas por una película de grasa, y se consumen habitualmente en bocadillos o sobre tostadas.




Ingredientes:
- 200 gr de lentejas cocidas.
- Un bote pequeño de corazones de alcachofas en conserva.
- 1 cebolla pequeña en juliana.
- 50 gr de aceite de coco fundido.
- Sal y abundante pimienta negra al gusto.

Preparación:
  • Es tan fácil cómo lavar y escurrir bien las lentejas y las alcachofas.
  • Después las machacamos, con un tenedor, dentro de bol grande, tratando de no romper demasiado la fibra de los alimentos.
  • Picamos la cebolla en juliana y la sofreímos en una sartén hasta que esté doradita y blanda.
  • Mezclamos todos los ingredientes, en el bol, con 30 gr de aceite de coco derretido, y reservar los 20 gr restantes, para más tarde.
  • Sazonamos con sal y abundante pimienta negra al gusto, ir probando, hasta lograr el sabor deseado. El toque picantito de la pimienta le viene genial.
  • Introducimos en un bote de cristal, llenando hasta un centímetro del borde, y terminamos de rellenar el bote con el aceite de coco restante. Éste, al enfriarse, dará a nuestra rillete un aspecto más creíble, a parte de un sabor y una cremosidad, y parecido a la original.
Serviremos acompañada de unos encurtidos como cebollitas, pepinillos y alcaparras, además de unas buenas rebanadas de pan, yo usé pan de centeno artesanal. El tema de acompañar este paté con encurtidos, es para limpiar la boca de esa sensación algo grasienta que deja el aceite coco en el paladar. A parte de que realza el sabor del conjunto. Dura de una semana a diez días en el frigorífico, tapado en un bote hermético.


Nos vemos la semana que viene con la última receta de este 2018, hasta entonces, deseo que sigáis disfrutando con los preparativos de estas fiestas.

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Ricotta vegana para Navidad

jueves, 13 de diciembre de 2018



Si quieres una opción vegana, a la hora llevar un entrante o aperitivo diferente a tu mesa navideña, aquí tienes este vistoso y sabroso queso fresco, tipo ricotta vegana. La idea original, la vi en el blog de Marie Laforêt, y en seguida quise probarla, pues a parte de preciosa me pareció riquísima, y no me equivocaba en absoluto, quedó un quesito fresco delicioso que gustó a vegetarianos y a omnívoros por igual.

Creo, y ya lo he dicho otras veces, que la clave principal de este tipo de cocina es hacerla, a parte de sabrosa, muy vistosa y atrayente, para que los comensales se mueran de ganas de probar los platos con los que los agasajamos en la mesa.

Preparar quesos veganos cada vez me gusta más y me resulta muy gratificante, así que os lo recomiendo si aún no los habéis probado, pues, en general quedan muy sabrosos y son de fácil digestión, a diferencia de los de origen animal. 

Esta no es la primera ricotta que hago, ya te mostré otra con leche de soja, muy fácil y rica, además de parecida a la original, y en cuestión de quesos también puedes ver varios tipos en mi blog, como esta tabla de quesos veganos de almendra, que te enamorará... o este rulo de queso de cabra, que no tiene nada que envidiarle al original,  o los últimos que te enseñé, estos espectaculares quesos curados, crudiveganos!! Lo único malo de éstos últimos es que ya para Navidad no los tendrás si no fuiste previsor a principios de noviembre... pero si te pones esta misma tarde, para mediados o finales de enero... los tendrás listos, para disfrutar de ellos y estrenar el nuevo año con un buen sabor de boca.

...así que ya puedes elegir con cuál te quedas...



Ingredientes:
- 100 gr de almendras peladas (pueden ser anacardos).
- 200 gr de altramuces pelados.
- 150 gr de agua.
- 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana.
- 1 o 2 cucharada de levadura de cerveza en copos.
- 2 cucharadas de aceite de coco.
- 1/2 cucharadita de eneldo seco.
- 1/4 cucharadita de sal.
- Arándanos secos y piñones (para adornar).
- Rúcula, o cualquier hoja verde que te guste para emplatar.

Preparación:
  • Remojamos las almendras durante 8 horas.
  • Escurrimos las almendras y las batimos en el procesador de alimentos, o vaso de una batidora potente con los altramuces pelados y el retos de los ingredientes, excepto los arándanos y los piñones. Debe quedar una mezcla homogénea, suave y sin grumos.
  • Colocamos la pasta dentro de una gasa limpia de algodón, sobre un colador grande, con un peso encima durante unas 8 a 12 horas, o hasta que drene el excedente de líquidos.
  • Damos forma de bola dentro de un bol, envuelto en film transparente y guardar en el frigorífico hasta el momento de servir. 
  • Adornamos con los arándanos y los piñones, colocamos en un plato y alrededor ponemos una hojitas de rúcula, canónigos o espinacas, por ejemplo. 
Servimos con unas tostadas o crackers, este queso dura unos 4 o 5 días, bien tapado en la nevera.


Nos vemos la semana que viene, para seguir vistiendo nuestra mesa de productos y sabores navideños... algo distintos a los que estamos acostumbrados.


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Sopa de picadillo para Navidad

jueves, 6 de diciembre de 2018





En mi familia, es tradición casi "sagrada", el tomar sopa de picadillo con croquetas (ya sean de pollo, jamón, espinacas con nueces, de queso...) en la cena del 25 de diciembre. Después de haber disfrutado de una cena copiosa y abundante, en Nochebuena y, un almuerzo no menos copioso, tardío y opulento, el mismo 25, día de Navidad; por la noche, ya el estómago se va resintiendo, así que casi lo único que nos apetece, a la mayoría es un caldito y pa' la cama, pero no podemos dejar de lado alguna que otra croquetita casera, pues bastante tiempo que se llevan mis hermanas preparándolas y congelándolas para dicha ocasión, así que alguno pilla más de una, o dos, o tres, una vez puestos, que están bien buenas. Me hubiera gustado traeros el pack completo: sopa + croquetas, pero me ha sido imposible, no me daba el tiempo, para poder publicar esta semana, así que las croquetas me las guardo para otra ocasión, que sin duda, también merecen una publicación. Pero... sin haberlo planeado si quiera, mi hermana Concha os trae las croquetas y yo la sopa, así que ya tenéis la cena completa de la familia Cabello, en este encuentro tan bonito de blogueras... jajaja!!

Como desde hace casi 10 años, mi marido y yo somos los únicos vegetarianos, entre los 28 individuos que nos juntamos a cenar, almorzar, cenar y en Fin de Año y Año Nuevo... vuelta a empezar... nuestro menú es diferente, así que tengo que ingeniármelas para llevar a la mesa platos ricos, sustanciosos y adaptados a nuestros gustos y preferencias personales. Es por eso, que cuando mi amiga Angélica, de Bizcochos y Sancochos, me escribió para invitarme a participar en su parrandón de recetas navideñas, con alguna receta familiar o regional, en seguida supe que haría mi versión de la clásica sopa de picadillo que comemos cada año. Pues ya es una tradición, muy arraigada en mi casa, por eso quise contároslo. 



Bueno, he de decir que esta sopa que os traigo, es mi versión, pues la original, va preparada con caldo del puchero (o caldo de pollo casero), y lleva taquitos de jamón serrano, pero como yo ya no lo como, por convicción y elección personal, no se me ocurrió mejor idea que sustituirlos por un buen caldo de verduras, que hago prácticamente todas las semanas en casa y unos taquitos de tomates secados al sol ecológicos que le aportaron un sabor y una textura increíbles a esta rica sopa navideña.

En fin, que como os decía más arriba, Angélica me invitó y aquí estoy con mi sopa navideña, pues después, y mira que me gusta... no suelo comerla en todo el año, a ver será cuestión de costumbres... que habrá que remediar. 


Antes de hacer la sopa tentemos que preparar un buen caldo de verduras casero, eso es básico y esencial para que la sopa tenga todo el sabor de hogar que se merece... nada de abrir un brick de caldo envasado, por favor, eso rompe todo el encanto... Pon todos los ingredientes en la olla, hierve unos 40 o 45 minutos, cuela y tendrás un caldo recién hecho de categoría, que además, puedes congelar para tener a mano cuando lo necesites. Más fácil imposible, en serio.




Ingredientes:
- 1,5 litro de caldo de verduras. Ver mi receta de caldo básico de verduras aquí.
- 1 taza de picatostes.
- Aceite de oliva virgen extra para freír los picatostes.
- 1/4 taza de fideos finos.
- 1/4 taza de tomates secos picados.
- 2 huevos duros ecológicos.
- Un buen puñado de hierbabuena.
- Truco para que el caldo parezca de "pollo" y más blanco aún... un chorrito de leche de soja, le dará un todo blanquecino al caldo que me recuerda 100%, en aspecto al mi madre de toda la vida.

Preparación:
  • Una vez que tenemos nuestro estupendo caldo de verduras, lo colamos y lo ponemos a hervir en una olla a parte.
  • También hervimos nuestros huevos ecológicos y de gallinas felices, yo hago siempre uno por comensal. Diez minutos en agua con sal, desde que empieza a hervir el agua.
  • Agregamos los fideos al caldo cuando llegue a ebullición y cocemos el tiempo que indique el paquete. Yo usé fideos finos de espelta. Tardan 5 minutos. Añadimos también los tomates secos a taquitos.
  • Si ves que el caldo está muy oscuro, opcionalmente, le puedes echar un chorrito de leche de soja para blanquearlo. No le dará sabor y le aportará un tono mucho más agradable a la sopa.
  • Mientras, cortamos unos cuadraditos de pan del día anterior y los freímos en aceite de oliva virgen extra, para hacer los picatostes. Los escurrimos bien sobre papel absorbente, una vez estén dorados.
  • Servimos nuestra sopa, en un plato especial, donde habremos colocado, el huevo duro y los picatostes.
No puede faltar su tallito de hierbabuena, si estás en Andalucía o si no estás, también, verás que aroma y sabor más auténtico y característico le aportan a la sopa, es imprescindible...




Os invito a daros un paseo por el blog de Angélica y leer las demás recetas de mis compañeras y amigas, son todas especiales y hechas con mucho cariño. 

Nos vemos la semana que viene, y, este año... continuaremos durante todo el mes de diciembre con recetas navideñas... espero que todas os gusten. Las estoy preparando con mucho amor y cariño. 



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Albóndigas de alubias blancas con guarnición

jueves, 29 de noviembre de 2018



Come legumbres, de forma distinta... no me canso de repetírtelo, ya verás qué de recetas diferentes, saludables y deliciosas encuentras en el índice de mi blog. Las legumbres son tan saludables que deberíamos comerlas prácticamente todos los días, si somos veganos o vegetarianos. Además, en la actualidad, se ha avanzado tanto en las técnicas de cocina, que ya no es imprescindible que las comas en forma de cocido y con cuchara, si te apetece también puedes comerlas con tenedor y en forma de albóndigas, como hoy te las presento.

Es tan fácil como tener unas alubias (rojas o blancas), unos garbanzos, unas lentejas... o soja blanca, por ejemplo; machacarlas, mezclarlas con unas verduritas, un poco de cereal o con lo que más te guste, ponerles una buena sazón... y listo!! Ya tienes albóndigas o hamburguesas veganas o vegetarianas en menos de dos segundos... en fin, que de lo que se trata es de echarle imaginación y ganas al asunto... y comida resuelta.


Yo no me complico la vida. En mi despensa había un bote alubias blancas, que seguramente alguna vez compré con intención de hacer otra receta, pero que poco a poco se fue quedando en segundo lugar, cada vez más atrás en la estantería... hasta que el otro día hice un poco de limpieza e inventario de lo que tenía y aparecieron estas alubias, pobrecitas, a punto de caducar, así que se convirtieron, en pocos minutos, en estas ricas albóndigas que te voy a enseñar ahora mismo.

Antes de que comience la vorágine de preparativos navideños, es momento de seguir comiendo fácil, rico y saludable todos los días, no hay que descuidarse... que después llegarán los excesos, así que hoy, agarra ese bote de alubias, que tienes en tu despensa desde hace tiempo, muerto de risa, y ponte el delantal que vamos a preparar estas ricas albóndigas... venga, vamos que nos pilla el toro...

Ingredientes:
- 1 bote de alubias blancas cocidas.
- 1 taza de arroz blanco o integral cocido.
- Un buen puñado de nueces trituradas.
- Un buen puñado de tomates secos.
- 1/2 cebolla y 3 dientes de ajos rehogados.
- Un par de cucharadas de hierbas provenzales.
- Un par de cucharadas de salsa de soja (opcional).
- 1 cucharadita de sal, pimienta negra al gusto.
- Aceite de oliva para freir.
- Harina de avena o fécula de maíz para unir la mezcla.

Guarnición:
- Un buen puñado de judías verdes cocidas salteadas con cebolla, ajo y más hierbas provenzales.
- Salsa de tomate frito (esta vez fue en conserva... no tuve tiempo de hacerla).

Preparación:
  • Escurrimos y lavamos bine el bote de alubias blancas. Las depositamos en un bol grande y las trituramos, groseramente, con un tenedor o prensa-puré para que queden como una pasta, aunque a mí, personalmente, me gusta que siempre quede alguna entera y no sea como una papilla. 
  • A continuación, agregamos una taza de arroz hervido y frío. A ésto, le añadimos un puñado de nueces y un puñado de tomates secos triturados en la picadora. También podéis dejar algún trocito más grande, para dar textura a la masa. Ponemos también la cebolla y los ajos rehogados.
  • Por último, unimos todo con las especias, la salsa de soja y la sal y la pimienta si la usáis. Para amalgamar un poco la masa y que se puedan formar las albóndigas (o hamburguesas, si os gustan más) podéis usar alguna fécula de maíz (tipo Maizena) o unos copos de avena que siempre vienen bien para este tipo de masas. Con 2 o 3 cucharadas soperas será suficiente. Es mejor que pongáis, por ejemplo, 3 cucharadas y dejéis reposar la masa como media hora, para que se absorba bien la humedad y ya la tendréis lista, esto es lo que yo hago siempre.
  • Una vez reposada la masa, nos embadurnamos las manos con aceite y formamos las albóndigas. Las podéis hacer al horno, unos 20 minutos, dándoles las vuela a mitad de la cocción, a 180º C. O fritas con aceite de oliva, yo las hice fritas, pasándolas antes por harina integral de trigo; pues al horno, para mi gusto quedan muy secas.
  • Como acompañamiento hice unas judías verdes hervidas, las saltée con unos ajos y cebolla en cuadraditos, y por último, añadía una salsa de tomate. Esta fue una comida rápida, como yo digo, así que usé la salsa envasada...  ¡¡por favor, no me matéis!!


El plato quedó muy rico y ligero, además de vistoso, por eso le hice unas fotitos para mostrároslo.
Espero que os guste, que lo hagáis en alguna ocasión y  nos vemos la semana que viene. Hasta entonces, sed felices.


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