Polenta con salsa estilo ragú o como dicen en Argentina... con "tuco".-

martes, 28 de enero de 2014



¡Hola amigos!

Hoy vengo con un plato increíblemente bueno para un día lluvioso, con viento y  mucho, mucho frío... para reponer energías... Un día como hoy.

Reconozco que nunca lo había comido hasta que no conocí a mi esposo, pero desde que lo descubrí, se ha convertido en uno de los ideales para el invierno en mi cocina, aunque como os digo, solo lo preparo en días de un frío intenso... 

Queda muy rico y apetecible y con el quesito fundido por encima, está genial!!

La polenta es un cereal, procedente del maíz, característico del norte de Italia, pero que se convirtió en uno de los platos tradicionales y populares de la gastronomía argentina, a raíz de la inmigración de italianos a finales del siglo XIX y principios del XX.

Hoy en día es muy fácil prepararla pues casi todas las marcas que se encuentran en el mercado son instantáneas. Yo usé una polenta bastante buena y ecológica, que es mi preferida, os animo a prepararla con una buena y contundente salsa de tomate con champiñones y setas o con soja texturizada y verduritas, como os la presento hoy o, también, con carne vegetal tipo seitán o similares... queda de lujo. 

La salsa debe quedar tipo ragú, suelta y cremosa, para poder mezclarla con la polenta y el queso a la hora de comerla... 


Porqué se llama "tuco" en Argentina... Esto mismo me había preguntado yo muchas veces, hasta que encontré la explicación... en nuestra amiga la Wikipedia.


El tuco (del italiano suco, zumo o jugo) es el tipo de salsa preferida en ArgentinaParaguay y Uruguay para aderezar las pastas y la polenta; es muy semejante al ragú aunque tiene sin embargo sus diferencias con éste.

Hummm... qué delicia, con solo pensarlo se me hace la boca agua. 




Ingredientes:


- 1 taza de soja texturizada fina hidratada con caldo vegetal.

- 1 cebolla pequeña y 2 dientes de ajo prensados.
- 1 lata de tomates tipo pera pelados o 4 tomates pera pelados y troceados.
- 1/2 taza de caldo vegetal del que hemos usado para hidratar la soja.
- 1 zanahoria rallada y 1 taza de guisantes congelados.
- 1/2 pimiento rojo y 1/2 verde picaditos.
- Aceite, sal, 1 cucharadita de azúcar moreno, tomillo, perejil, pimienta... las especias que más os gusten.



Para la polenta:


- 4 tazas de caldo vegetal (hecho con un cubito biológico), junto con 2 ajos prensados, una cucharadita de perejil y otra de albahacas secos.

- 2 tazas de polenta ecológica (sémola de maíz).
- Pizca de sal.
- Queso para acompañar.



Preparación:



  • Para preparar la salsa de tuco:
  • Ponemos la soja texturizada fina a hidratar por unos 20 ó 25 minutos en el caldo vegetal.
  • Cortamos la cebolla, prensamos el ajo, picamos los pimientos y rallamos la cebolla.
  • En una olla o sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra ponemos a sofreír la cebolla y el ajo.
  • Cuando la cebolla esté hecha añadimos el resto de verduras y removemos a fuego medio-bajo.
  • Ponemos, entonces, los tomates troceados, el agua de hidratar la soja, y todos los condimentos. Tapamos y dejamos que se haga el ragú o salsa tipo boloñeas, lentamente, por unos 30 minutos.
  • Una vez hecha la salsa, reservamos tapada hasta que hagamos la polenta. Podemos tenerla hecha de un día para otro, y solo hacer la polenta al momento de comer.
  • Para preparar la polenta:
  • Llevamos el agua a ebullición con el cubo de caldo vegetal. Echamos la polenta y la sal en forma de lluvia y vamos removiendo hasta que toma la consistencia deseada. Removemos hasta que la polenta se va despegando de los lados de la cazuela.
  • No debe quedar muy espesa, dejar un poco como natillas líquidas, pues después se va espesando. En este punto, si lo deseamos, podemos poner un poco de queso rallado dentro de la polenta, para darle un toque más cremoso o bien, a la hora de servirla, echamos el queso encima de la salsa; esto va a gusto.
Para servir, extendemos la polenta en el plato o en una fuente de presentación. Hacemos un hueco pequeño en el centro y ponemos la salsa de tuco en el centro. Si es mucha, poner el resto en una salsera a parte y llevar a la mesa, por si algún comensal desea más. 




Adornamos el plato o la fuente con perejil fresco picado. Ponemos también un bol con quesito rallado para acompañar... 

Este tipo de platos hay que servirlos inmediatamente pues la polenta se enfría pronto. 

Crema de coliflor (Receta Vegana).-

jueves, 23 de enero de 2014



LA DELICADEZA... en una cuchara...

Esta crema de coliflor me sorprendió nada más meterme la primera cucharada en la boca... por su fineza, suavidad y sobretodo exquisito sabor. Es todo un festival de sutileza y delicadeza para nuestros sentidos. 


Os animo a probarla y experimentar la reconfortante experiencia de comer un alimento sano, barato y muy nutritivo, además de ser uno de los antibióticos naturales, por antonomasia, que nos ofrecen nuestros campos.


Ánimo, vamos a coger el delantal para preparar esta mimosa, fácil, rápida y sutil crema blanca, que nos reconfortará después de un largo y agotador día de trabajo.


Ingredientes:




- 1 coliflor mediana sin tallos gruesos 

- 1 cebolla
- 1 puerro grande (sólo la parte blanca)
- 1 patata mediana
- 1 pizca de pimienta blanca molida (opcional)
- 1/2 litro de caldo de verduras
- 100 ml de nata líquida vegetal, 18% Materia Grasa
- Aceite de oliva virgen extra y sal.

Preparación:






  • Cocer al vapor la coliflor en trozos pequeños. No recomiendo hacerlo en agua, pues a parte de que así tiene un olor más intenso y, en ocasiones, algo desagradable, la crema no tendrá el mismo sabor. Lo mejor y más recomendable, en este caso, es hacerla al vapor y mezclarla al final, antes de moler la crema, con el resto de las verduras.
  • Cortar la cebolla, el puerro y la patata y dejar que se pochen en una cacerola con un poco de aceite de oliva, sin que llegue a dorarse. Solo ablandarse.
  • Agregar la coliflor, cuando esté cocida al vapor y tierna, al resto de las verduras.
  • Poner también el caldo de verduras, la sal, la pimienta (si la usáis) y la crema vegetal y triturar todo junto.
  • Dar un hervor suave, con cuidado de que no se agarre al fondo de la olla. Rectificar de sal y el espesor. Si es muy espesa aligerar con un poquito de agua filtrada.

Servir inmediatamente acompañada de lo que más os guste, yo puse un poco de perejil fresco y un hilo de aceite de oliva virgen extra.




¡Qué aproveche!

Fiambre de anacardos.-



¡Hola amigos!

Buenas y frías, muy frías tardes...

Sabéis este fiambre lo hice hace ya bastante tiempo y ayer lo volví a repetir, pero esta vez solo con anacardos y AUNQUE MÁS DE UNO NO SE LO CREA... le puse ACEITUNAS, como van molidas... no se notan: quedó absolutamente delicioso y el sándwich... ni que decir, no quedaron ni las migas!!


Pienso que es una buena idea para una cena informal con amigos o tu pareja... Absolutamente irresistible.

Ingredientes:

Ver la receta aquí.

Preparación:



  • Primero preparé el fiambre y lo metí un par de horas a la nevera hasta que se solidificó.
  • Después hice una sutil mezcla de mayonesa con mostaza A l' Annciene, que me encanta y la unté sobre las rebanadas de pan de molde (integral con 8 cereales y semillas).
  • Mi intención era ponerle tomate y lechuga... pero al abrir el frigorífico vi que no me quedaba... así que, al final, le puse unas finas lonchas de queso de bola y no quedó nada mal, pero si lo queréis totalmente vegano... podéis poner lo que más os apetezca.

Servir con unos ricos triángulos naturales de maíz y una cervecita sin alcohol y disfrutar de una buena compañía... no tiene precio.






Tofu a la Griega.-



¡Hola amigos! 

Este plato se lo dedico a mi hermana Pepa. 

¿Por qué, os estaréis preguntando, comienza esta entrada dedicándosela a su hermana? Pues porque era ella la que me lo preparaba cuando era una niña, más bien cuando era adolescente y de vez en cuando me iba a pasar el fin de semana a su casa... En realidad, me hacía "mero a la griega", que es un pescado, pero como me encanta adaptar las recetas, he decidido prepararlo con tofu... así que aquí está: TOFU a la griega; una de mejores comiditas que he probado en mucho tiempo.

Recuerdo que cuando ella me lo hacía estaba delicioso, pues es una gran cocinera... y por eso, en esta Navidad recién terminada, le pedí que me diera la receta y, como no podía ser menos la he hecho en su honor: aquí tienes Pepita... un lindo regalito para tí. 

Ingredientes:





- 250 gr. de tofu.

- 250 gr. de champiñones.
- 1 cebolla.
- 2 zanahorias.
- 2 dientes de ajo.
- Un puñado de pasas de Corinto.
- 1 vaso de caldo de verduras.
- 1/2 vaso de vino blanco.
- 2 cucharadas sopera de margarina de soja sin grasas hidrogenadas y  2 cucharas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharada sopera de harina, 1 clavo de especia, 1 hoja de laurel, perejil fresco picado, sal y pan frito para acompañar.

Preparación:



  • Rehogamos el tofu a láminas de 1 cm. de grosor, con la mitad de la margarina y y el aceite,  junto con la cebolla, la zanahoria y el ajo pelados y picados. No importa mucho el tamaño, aunque no debe ser muy grandes, pues después trituraremos las verduras, para hacer la salsa.
  • Retiramos el tofu, cuando esté dorado, y lo mantenemos tapadito y a parte.

  • Ponemos la harina en la sartén de las verduras, removemos para tostarla un poquito y añadimos el vino, dejamos reducir para que pierda todo el alcohol. 
  • Después agregamos el caldo y removemos para espesar la salsa y que no queden grumos.
  • Añadimos las hierbas y las especias y dejamos cocer unos 10 minutos.
  • Una vez hecha la salsa, la batimos y la pasamos por un colador fino para que quede lo más fina posible. Debemos acordarnos de sacar los clavos y el laurel antes de batir.

  • Limpiamos los champiñones y los cortamos en láminas y los doramos con el resto de la mantequilla.
  • Colocamos los filetes de tofu en una fuente bonita o directamente en los platos de presentación; los cubrimos con la salsa caliente y repartimos por encima los champiñones y  las pasas (previamente remojadas). Explovorear con un poco de perejil fresco picadito (opcional).
  • Acompañar con unos triángulos de pan frito (queda muy bonito y además sirve para "mojar" en la rica salsita... siento que no las incluí en las fotos...).


Gnocchi con salsa Bella Aurora.-

miércoles, 22 de enero de 2014

Riquísima receta que subí hace unos días y podéis disfrutar de nuevo en este vídeo... Os la recomiendo, pues estaba deliciosa... La receta con el paso a paso la podréis ver aquí.


Ahh... y la receta de la salsa aquí. Vamos coged vuestros delantales y a amasar que hoy hace frío y apetece este rico plato de ñoquis...

Guiso de brócoli con patatas.-

¡FELICIDADES MAMÁ!





¡Hola amigos!

Esta entrada se la quiero dedicar a mi madre que hace unos días cumplió 80 primaveras. Con todo mi amor para la mujer más buena, luchadora, fuerte y valiente que he conocido nunca... Mamá va por ti... Gracias por todo lo que nos has dado y sigues dando a tus hijos, nietos y biznietos.




Guiso de brócoli con patatas.-

Tenía pendiente de publicar esta receta... la cocinó mi mamá en Navidad, cuando estuve de vacaciones y estaba para chuparse los dedos. 

Qué maravilla y privilegio poder haber disfrutado de esta sencilla y exquisita receta en casa de mis padres. Gracias por los días maravillosos que vivimos hace poquito, os quiero!!

Ingredientes:



- 1 brócoli verde o morado.
- 2 ó 3 patatas
- 2 dientes de ajo
- 2 rebanadas de pan frito
- Aceite, sal, pimentón dulce, comino y laurel.
- 2 ó 3 huevos para cuajar (uno por comensal)

Preparación:

  • Doramos los ajos enteros sin piel y las dos rodajas de pan en aceite de oliva. Los retiramos sin que se quemen y los majamos con un poquitín de sal y agua en el mortero.
  • En el mismo aceite de la olla agregamos el pimentón y sin dejar que se queme ponemso acto seguido el brócoli.
  • Agregamos agua y el majado, junto con una pizca de comino.. Removemos y dejamos hervir a fuego medio-bajo unos 15 ó 20 minutos hasta que el brócoli esté blando.
  • Agregamos las patatas en gajos y dejamos hervir suavemente unos 15 ó 20 minutos más.
  • Rectificar de sal y agregar los huevos para cuajarlos. Servir después de 5 minutos de reposo.
Aquí os dejo un vídeo de homenaje y regalo a mi mamá.



¡Mmmm... qué manos tiene mi madre!! Delicioso!

LA DIETA VEGETARIANA FAVORECE LA LONGEVIDAD - El misterio de los centena...



¡Hola amigos!

Después de unos días tremendos de trabajo alocado y agotador..., en los que no he podido conectarme para poder publicar, hoy vuelvo súper contenta de estar de nuevo con vosotros.

Hoy quiero ofreceros la posibilidad de ver este magnífico documental, que llevaba tiempo buscando para poder compartirlo y que ayer, por esas lindas casualidades de la vida encontré por "casualidad"... así que os animo a que lo veáis con atención. 

Merece la pena invertir menos de una horita de nuestra vida en conocer a estas personas y, sus particulares estilos de vida, de las que nos habla el documental. Quiero decíos que hace tiempo lo emitieron en La 2, una de las cadena públicas de nuestro país, lo cual es un gran avance en "dietas alternativas" que ya, afortunadamente, no lo son tanto... Además de mostrar formas de entender la vida de un modo espiritual al conectarnos con Dios y su Palabra... 

Al final del documental también nos hablan de genética, cuestionando si es o no un factor determinante para la longevidad... en fin, os dejo algunas de las conclusiones más interesantes que me gustaría destacar, pero no todas... para que podáis sacar vuestras propias conclusiones, son:


- Las personas de avanzada edad con una activa actividad social , están menos sujetas a enfermedades de tipo depresivo.

- El cuidado y respeto hacia los mayores, por parte de los miembros más jóvenes de su comunidad o familias, los hace sentirse más integrados en la sociedad.
- Seguir una dieta baja en calorías y muy energética y nutritiva es una de las principales razones para envejecer con salud.
- Tomar alimentos lo menos procesados posible, a ser posible, crudos o ligeramente cocinados.
- Cultivar nuestras propias frutas y verduras a ser posible, pues a parte de ser más sanas y ecológicas nos hacen valorar más los alimentos y sentirnos activos en su cuidado y producción.
- Sentir ganas de vivir y seguir adelante, marcándose metas, pues si se pierden las ganas de vivir, se acabó.
- Pertenecer a una comunidad religiosa, en este caso de los Adventistas del Séptimo Día, nos hace sentir apoyados, queridos y útiles para Dios y la sociedad en la que vivimos.
- Llevar una dieta vegetariana y fiel a la dieta original dada por Dios en la Biblia, desde la Creación, es causa de menos enfermedades. 
- En el caso presentado en Villagrande, Cerdeña, nos apunta que tener una vida campestre y con buena actividad física es también sinónimo de buena salud.
- Tener un carácter alegre, dinámico y encontrar sentido a la vida cotidiana para mantenerse ocupado a edades avanzadas, es sinónimo de ganas de vivir.

Éstas son solo algunas de mis apreciaciones particulares... os dejo ver el documental para que cada uno obtenga las suyas.

Aclaro, para no herir susceptibilidades, que no es un alegato a que todos nos hagamos vegetarianos y cambiemos radicalmente nuestro estilo de vida... sino que lo quiero compartir con vosotros porque es realmente interesante y te hace pensar, que quizás... merece la pena intentarlo.

Saludos a todos y hasta muy pronto...

Sopa de trigo.-

martes, 14 de enero de 2014



Me encanta la sopa, sobre todo en noches frías de invierno, cuando al mirar por la ventana ves esa lluvia finita que te cala hasta los huesos y que te invita a acurrucarte en el sofá, con una mantita y un rico bol de sopa humeante entre las manos... 

Esta sopa está inspirada en una receta peruana, pero como siempre, le dí mi toque personal. La hice vegetariana y más ligera. Es ideal para una cena o para un primero diferente.

Ingredientes:

- 1 taza de trigo sarraceno cocido
- 1 cebolla y 1 ramita de apio o puerro (usé apio)
- 1 tomate sin piel ni pepitas
- 1 zanahoria, 1 calabacín y 1 patata
- Agua y un cubo de caldo vegetal
- 1/2 vaso de nata vegetal 
- Aceite, sal, orégano y queso rallado para servir.

Preparación:




  • Para preparar el trigo, primero lo lavamos y después lo ponemos a hervir con el doble de agua de su volumen, a fuego bajo durante unos 20 ó 25 minutos.
  • Una vez hervido, lo lavamos y reservamos. Mientras picamos todas las verduras a cubos pequeños.
  • En una olla ponemos un poco de aceite y sofreímos la cebolla y el apio, hasta que estén transparentes, pero que no se quemen.
  • Entonces, incorporamos la zanahoria, el calabacín, la patata y el trigo. Mezclamos bien y cocinamos 5 minutos.
  • Vertemos 1 litro de agua o más, a gusto, también ponemos el cubo de caldo de verduras y dejamos hervir durante unos 20 minutos, hasta que las verduras estén tiernas. Probar de sal.
  • Por último, retiramos del fuego, ponemos la crema vegetal y removemos.

Servimos con queso fresco o rallado, orégano seco y a disfrutar...

Salsa Bella Aurora

domingo, 12 de enero de 2014

Salsa Bella Aurora


La salsa Bella Aurora no es otra cosa más que la maravillosa combinación entre una salsa bechamel y una salsa de tomate. Para realizar esta rica, sedosa y atractiva salsa es preciso cocinar una bechamel (en mi caso vegana, es decir con leche de origen vegetal) y añadirle unas cuantas cucharadas de salsa de tomate casero, pero sin pasarse, pues la delicada salsa Bella Aurora debe quedar con un bonito color rosa pálido. Por qué es diferente la salsa bechamel, porque además de estar hecha con leche de soja (sin azúcares añadidos) también la hice con harina de arroz, en vez de harina de trigo, y quedó mucho más suave, delicada y apta para celíacos. 

Ingredientes:
- 3 cucharadas soperas de harina de arroz.
- 1 cucharada sopera de margarina vegetal.
- 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra.
- 2 vasos de leche de soja (sin azúcares añadidos).
- 2 o 3 cucharadas soperas de salsa de tomate frito (si es casera mejor).
- Sal, pimienta blanca y nuez moscada.

Preparación:
  • Ponemos la cucharada de margarina en un cazo, junto con la cucharadita de aceite de oliva.
  • Cuando esté derretida añadimos la harina, la sal, la pimienta y la nuez moscada y removemos para que se integren bien todos los ingredientes.
  • Añadimos poco a poco la leche de soja hasta que empiece a hervir, removiendo sin parar, y así obtendremos una textura muy suave y sin grumos. Añadir leche hasta alcanzar el espesor deseado... yo puse casi 1/2 litro pues quería que fuera una textura ligera.
  • Cuando esté lista añadimos las cucharadas de salsa de tomate, dejamos que vuelva a hervir, sin dejar de remover y ya la tenemos.
Bechamel vegana

Ñoquis con salsa Bella Aurora.

Fácil, ¿eh? Podemos usar esta original salsa para acompañar los platos que más nos gusten. En este caso yo la usé para aderezar mis ricos gnocchi caseros, cuya receta la encontraréis aquí.



Gnocchi caseros.-



¡Hola amigos!

Existen muchas recetas de gnocchi (en italiano) o ñoquis (es español), pero hoy he querido transmitir la más popular, que sería la de ñoquis de patata. Es una receta simple y muy económica, pero auténtica y buenísima. Os confieso que son la comida favorita de mi esposo, a parte de la lasaña... 

Personalmente, no conocía este tipo de "pasta" hasta que nos casamos hace más de 9 años, pero desde que la descubrí también se ha convertido en una de mis preferidas. 

He de decíos que los ñoquis hechos en casa no tienen nada que ver con los comprados en el súper, pues éstos últimos son más chiclosos y la mayoría de las veces no tienen sabor, y su textura no me gusta, después de haber aprendido a hacerlos yo misma. 


Además, si tenéis hijos, les encantará, porque se lo pasarán genial al meterse en la cocina con vosotros para ayudar en la preparación de esta magnífica receta.

Ingredientes:

- 2 ó 3 patatas medianas.
- 1 huevo bio.
- Harina y sal.
- Agua para hervirlos y aceite de oliva.
- Algunas versiones añaden a la receta original: pimienta, nuez moscada y margarina, pero yo no le puse ninguno de estos ingredientes, para que fueran lo más natural y original posible.




Preparación:

  • Hervimos las patatas peladas en agua con sal.
  • Cuando estén bien blandas las pasamos por el pasa purés.
  • En un bol mezclamos el puré que hemos obtenido con un huevo, sal y vamos añadiendo harina, poco a poco, hasta obtener una masa que quede suelta.
  • Hacemos un cilindro largo y más o menos un centímetro de grosor y cortamos con un cuchillo en pequeños bollitos.
  • Los pasamos por un tenedor o por una maderita, como la que os muestro, que me traje de Argentina, para darle la forma ondulada. Siempre bien enharinados.
  • Hervimos agua con un poquitín de sal y los sumergimos en ella, por tandas. Los sacamos cuando suban a la superficie,  eso indica que ya están listos.
  • Los vamos poniendo en una fuente con un poquitín de aceite de oliva para que no se peguen entre sí.
  • Acompañamos con la salsa que más nos guste o simplemente los sofreímos en una sartén con mantequilla y salvia (entonces obviamos echarles aceite de oliva virgen extra).


Mezclar e ir incorporando harina.


Aspecto de la masa.

Cortar y dar forma.

Preciosos!!!

Hoy los preparé también de una manera clásica con salsa Bella Aurora, cuya receta os paso a continuación.




Salsa Bella Aurora.

Por último, encima de la salsa le eché un chorrito de aceite de ajo y perejil... increíble, suave y
saludos y que disfrutéis cocinándolos.




Fainá con cebolletas frescas.-

miércoles, 8 de enero de 2014



¡Hola amigos!

Esta rica y fácil receta la encontré en un blog que, muchas veces, tomo como referencia, se trata de Caro Pimiento. La adapté un poco a mis preferencias y usé cebolleta fresca, en vez de cebolla de verdeo. Igual quedó deliciosa y muy apetecible. Os animo a prepararla, es fácil, rápida y muy rica!!

Según la Wikipedia, el plato es originario de Génova, y muy típico de Liguria y Toscana, en Italia. Su nombre en italiano es farinata o torta di ceci. Luego se extendió su preparación hacia el Piamonte y los inmigrantes italianos viajaron con sus costumbres hasta las pizzerías del Río de la Plata, en Buenos Aires y en Montevideo.


La fainá tiene varias formas de prepararse e infinidad de recetas. Las más comunes hablan de unir los ingredientes, dejarlos reposar y luego cocinarlos en un horno a más de 180 grados entre 30 y 45 minutos. La receta básica de fainá consiste en mezclar 1/4 en peso de harina de garbanzos y 3/4 en peso de agua, sal y pimienta a gusto, lo cual resulta en una masa casi líquida a la que se le agrega aceite y luego es horneada hasta que solidifica.


Aquí os dejo mi versión, espero que la disfrutéis...

Ingredientes:





- 250 gr de harina de garbanzos

- 500 ml. de agua 

- 1 cucharadita de sal

- 1 o 2  cebolletas frescas, incluyendo parte de las hojas verdes más tiernas

- 1 pimiento rojo cortado en cuadritos

- 1 cucharadita de cúrcuma, sal y 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.



Preparación:



  • Colocamos la harina de garbanzos en un bol grande, agregamos la sal, la cúrcuma, la pimienta (opcional, yo no la usé) y la cebolleta fresca cortada en finas rodajas. 
  • Agregamos el agua poco a poco, revolviendo para que no se formen grumos.
  • Por último ponemos las 3 cucharadas de aceite. Dejar que la preparación repose mientras encendemos el horno y esperamos que llegue a los 180° C. Mi horno tardó 30 minutos en alcanzar la temperatura adecuada, esto es, cuando el pilotito de encendido se apaga.

  • Cuando ya alcanzó esa temperatura, pincelamos una fuente baja para horno con aceite de oliva y la llevamos al horno hasta que el aceite esté caliente. pero evitando que éste se queme. Sólo un par de minutos o tres.
  • En la bandeja caliente colocamos la preparación y llevamos al horno hasta que comience a dorarse y a desprenderse del molde. Lo tuve 45 minutos exactos. Dejar entibiar para desmoldar.

Servimos, por ejemplo, acompañado de una fresca ensalada de hojas verdes, maíz, brotes tiernos, etc.


Parece seca... pero para nada lo es... está deliciosa!!

Crema de zanahorias y naranja.-



Antes de irme de vacaciones, dejé en la galería unas plantitas que tenía en casa... las regamos bien y debajo pusimos platos con agua, para que se fueran hidratando de ahí ellas solas, mientras no estábamos. 

La galería es una zona donde, a las plantas les entra mucha luz, pero no sol directo, pues dejéamoslas cortinas echadas. Así que nos fuimos con un poco de escepticismo... pensando que quizás al llegar, después de 15 días nuestras plantitas estarían muertas o medio muertas... 

Pero cuál fue nuestra gran sorpresa y alegría que, al llegar de nuevo a casa y encender la luz, pues ya casi había oscurecido vimos con satisfacción que nuestra maceta de hojas verdes... las cuales no sabíamos qué era... había dado a luz unas preciosas florecillas, que después de preguntar a mis hermanas llegamos a la conclusión de que eran violetas africanas.

Oh..., qué ilusión, no solo Dios ha cuidado nuestro hogar, en nuestra ausencia, sino que nos daba una bonita y emocionante bienvenida al descubrir esas lindas florecitas violetas. 

Por eso, quería agradecerlo públicamente... ¡Gracias, Señor, por tus cuidados y tus bendiciones! 



Aquí tenéis mis flamantes violetas africanas...

Bueno... no podía ser menos la receta que os traigo hoy... cocina de reciclaje de nevera... Con unas zanahorias, perfectamente conservadas y un par de naranjas traídas directamente desde los naranjos de mi padre, en Sevilla, preparé esta rica e insólita crema que, estoy segura no pasará inadvertida, pues su toque cítrico y su intenso color naranja nos hace recordar las noches frías del otoño e invierno.



Queda una crema ligera, algo cítrica al paladar y muy, muy rica, que sin duda volveremos a repetir por su simpleza y, a la vez, elegancia. Es una crema cargada de nutrientes y vitaminas, sin duda alguna... vamos a por ella, entonces.

Ingredientes:



- 500 gr. de zanahorias ralladas
- 1 cebolla a cuartos
- 700 ml de caldo natural de verduras
- 200 ml de zumo de naranja recién exprimido
- Pizca de jengibre molido o si es fresco y rallado, mucho mejor, pizca de pimienta blanca (opcional, yo al final no la puse), aceite de oliva y sal rosa del Himalaya.

Preparación:

Caldo básico de verduras, en 10 minutos, estrenando mi regalito de Reyes... olla exprés.
  • Pelamos y cortamos la cebolla a cuartos y la ponemos a pochar en una olla junto con dos cucharadas de aceite de oliva.
  • Pelamos y rallamos las zanahorias y las añadimos a la cazuela.
  • Sofreímos unos minutos y añadimos las especias y el caldo de verduras natural, lo preparé siguiendo mi receta básica que os puse hace tiempo en el blog.
  • Dejamos hervir las verduras 10 minutos y retiramos del fuego.
  • Agregamos el zumo de naranja recién exprimido y rectificamos de sal.
  • Trituramos bien con la batidora, aunque quedará una crema granulosa, pero agradable al paladar. Opcionalmente, si lo deseáis podéis pasarla por el chino o el colador y quedará una crema más fina. Yo no lo hice, pues así pierde toda la gracia, a mi gusto...
  • Servimos acompañada de una cuchara de requesón (opcional, si sois veganos no la pongaís), crema agria o yogur natural de soja... al gusto, unas semillas de sésamo y perejil picadito para adornar.


¡¡Diferente...Divertida... y Deliciosa!!







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...