Rejuvelac, el agua regeneradora

jueves, 11 de octubre de 2018


La primera vez que oí este nombre fue allá por 2011, al comprarme mi primer libro de cocina cruda o raw food, Cocina cruda creativa, de Merçè Passola. Me quedé totalmente a cuadros... literalmente, A-LU-CI-NA-DA, de que esto fuera posible... un agua, enzimática, fermentada, hecha con brotes de trigo tierno germinado y que te ayuda a regenerar la flora intestinal, gracias a sus enzimas y bacterias probióticas. Pero me resultó tan sumamente raro... que literalmente me daba un poco de reparo probarla... así que ahí se quedó la magnífica explicación sobre este "elixir vivo", aunque sí que me fui acercando tímidamente a la alimentación cruda y viva, cada vez más. Lo podéis ver en el índice del blog... que cuento con un gran número de recetas crudas o sin fuego, y, entre ellas, ya van 5 de este excelente libro: aquí, aquí, aquí, aquí y aquí. 

El caso es que últimamente no oigo más que hablar de los alimentos fermentados, que parece que ahora se están poniendo cada vez más de moda (por ser una fuente de bacterias probióticas que cuidan de nuestra salud intestinal);  y la estrella principal de este tipo de alimentos, o mejor dicho... un ingrediente muy importante para poder hacer, por ejemplo, quesos y yogures de oleaginosas crudos y fermentados es el rejuvelac. Así que no he tenido más remedio que probarlo y experimentar con él en mi cocina... pues ya me moría de ganas y de curiosidad por saber qué olor y sabor tenía.

Como ya he esbozado más arriba, el rejuvelac es una bebida fermentada y la receta original se elabora a partir de granos de trigo germinados remojados en agua durante un tiempo determinado, con lo que se logra que fermenten en el agua. Aparte de granos de trigo, podemos utilizar cualquier semilla o grano como quinoa, mijo, cebada, espelta, trigo sarraceno, etc.




Dada su corta vida (máximo 2 o 3 días en el frigorífico), el rejuvelac no se puede comprar, porque no se encuentra en las tiendas. La única manera de obtenerlo es preparándolo nosotros mismos en casa. Pero no os asustéis que es un proceso muy fácil y hasta divertido y curioso de ver... 

Es una de las bebidas más nutritivas y tónicas que existen, como apunta Merçè Passola en su libro, pues incorpora todos los nutrientes del trigo de una forma muy asimilable, con un gran contenido en enzimas, gran presencia de vitaminas B, C y E, proteínas, hidratos de carbono y grandes cantidades de bacterias amigas de nuestra flora intestinal.

Se puede ingerir solo, a cualquier hora del día, o mejor aderezado con zumo de limón, dando lugar a una limonada muy refrescante y diferente. Además, sirve para preparar otras recetas como batidos y smoothies detox, sopas desintoxicantes, quesos y yogures crudis, etc.




Una característica que me ha llamado la atención, sobre todas las otras que posee este elixir vivo, es que su capacidad antioxidante y su alto contenido en micronutrientes beneficiosos para la digestión, lo convierten en una bebida muy indicada en el caso de se haya realizado una comida más pesada de lo habitual. Por lo que me atrevo a decir que se trata de una auténtica "tónica", de toda la vida, pero natural y saludable, propiedades que ni de lejos tiene la bebida comercial que conocemos como tónica; a pesar de que es una de mis preferidas.

Y tú, ¿te atreves a probarlo... ? Si lo haces comienza con una pequeña cantidad, unos 30 ml diarios y vas aumentando la dosis gradualmente hasta que te acostumbres a su sabor algo carbonatado y su olor a levadura.




Ingredientes:
- 100 gr de trigo ecológico.
- 1 litro de agua filtrada o mineral, por cada fase de rejuvelac (hasta 3 fases). No sirve el agua del grifo.

Preparación:
  • Remojamos las semillas de trigo entre 8 y 10 horas. Siempre en un bote de cristal bien limpio. 
  • Escurrimos las semillas, las lavamos y las dejamos germinar un par de días. Es decir, durante este tiempo, tenemos que tapar el bote con una gasa o rejilla fina y ajustarla a la boca del frasco, con una goma elástica o un cordel de algodón, para que la gasa no se mueva. Debemos refrescar y lavar las semillas de dos a tres veces al día, dependiendo de la época del año. Tras el lavado hemos de dejar el frasco inclinado unos 45º para que el bote drene toda el agua y las semillas queden húmedas, pero sin exceso de agua, para que no se pudran.
  • Al cabo de dos días veremos que ya han comenzado a salir unos pequeños brotes a nuestras semillas, por lo que podemos dar el siguiente paso para hacer el rejuvelac.
  • Para ello, una vez nuestras semillas estén germinadas, añadimos agua filtrada o mineral a nuestro frasco, el doble o algo más del volumen que ocupen las semillas. Hay que dejar reposar el frasco lleno de agua y con las semillas germinadas dentro, a temperatura ambiente, durante 48 horas con la gasa colocada en la boca del tarro de vidrio.
  • Pasado este tiempo ya tenemos el rejuvelac. Retiramos el líquido del frasco, introduciéndolo en una botella limpia de vidrio y lo llevamos al frigorífico. Durará de 2 a 3 días.
  • Mientras tanto, con las mismas semillas germinadas podemos repetir el proceso, para hacer más rejuvelac, hasta dos ciclos más. Para ello, pon la misma cantidad de agua que antes y déjalo reposar 24 horas. Después, cuélalo, repite el proceso, por tercera vez; y una vez hayas colado este tercer rejuvelac, ya puedes descartar las semillas. 
  • Algo interesante es que si no quieres hacer más rejuvelac, por segunda o tercera vez, puedes aprovechar esas semillas germinadas en ensaladas, sopas o batidos. 
Un rejuvelac bien hecho es un líquido turbio y ligeramente amarillento con un sabor ácido y cierto regusto a levadura. Cuando el proceso se ha hecho rápido y sin tiempo suficiente puede salir un rejuvelac amargo, y si se ha pasado de tiempo puede tener un gusto agrio, que aunque no es nocivo debemos descartar. A veces, puede ser también, un poco carbonatado (con burbujas) debido a la fermentación.



Bueno, espero que te haya picado la curiosidad por probar esta magnífica bebida, te aseguro que tus limonadas veraniegas ya no serán lo mismo... y además, podrás usarlo en otras muchas recetas. Ya verás las que tengo preparadas, usando esta maravilla, en próximos posts. 

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16 comentarios:

  1. ¡En la vida lo había escuchado, Pilar! La de cosas sobre esta cocina que estoy aprendiendo contigo.
    Besos

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  2. Cuanto menos me parece curioso porque no conocía el rejuvelac, ni su aplicación. Todos los días son de aprender, que diría mi abuela.
    Un beso.

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    1. Me alegro que te haya gustado la información, quizás algún día te sirva para hacerlo. Besos linda.

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  3. Mi mamá siempre se tomaba esto cuando yo era muy pequeña y siempre me dan ganas de también intentarlo.

    ADRI IN PINKINSTAGRAM

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    1. Es raro al principio, Adri, pero después si le pones limón es mucho más agradable. Besos linda, y gracias por venir.

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  4. ¡¡Hola Pilar!! Pues yo no había oído hablar nunca de este rejuvelac y reconozco que es super curioso. No sé si de sabor me gustaría mucho, ja, ja, pero si va como ingrediente de otras recetas, seguro que si, así que desando conocer las recetas que has elaborado con ella. Y bueno, con la limonada, tampoco estaría nada mal, por lo menos tendría sabor a limón. Una entrada muy interesante Pilar, me ha resultado super curioso. Besitos.

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    1. Gracias Isabel, solo es difícil acostumbrarse, pero frío y con limón está bastante rico... yo lo usé para hacer yogur y queso veganos, ya verás, pronto pondré la receta... Besos linda.

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  5. Cosa más curiosa ,como me gustaría estar más cerca de tu casa para poder tomar un vaso ,me llevo la receta a pendientes no se cuándo pero hare está agua tan curiosa y beneficiosa .
    Estoy deseando ver las recetas con las semillas germinadas 😉
    Bicos mil y feliz puente wapisima 😘

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    1. Si, cuanto menos es curioso... a mi me agrada bastante y este verano lo he hecho mucho... besos linda y gracias por venir.

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  6. Hola Pilar, para mí es algo totalmente nuevo, no te puedo decir más, Pero si tú dices que es nutritiva y regeneradora pues no se hable más. Siempre me gusta leerte. Un beso

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    1. Gracias Elisa, me alegro que hayas conocido este producto tan beneficioso para nuestra salud. Besos linda.

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  7. Eres un pozo inagotable de sabiduría alimenticia, yo nunca hubiera imaginado que un agua fermentada de semillas y cereales pudiera ser casi un elixir de vida, pero después de conocer lo que hacían los romanos en la antigua Roma, con los deshechos del pescado, el Garum, y lo comían como una auténtica delicatessen, no me sorprende nada, seguro que este agua, tiene que ser histórica, ¡Ja, ja, ja! Bromas a parte, a mí me recuerda, no sé porqué, a algo antiguo, no sé, pero cuando me acuerde ya te lo diré.
    Besos

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    1. A ver... yo seguro que no probaría el Garum, jajaja! para qué te voy a mentir. Pero este agua, con limón o para hacer otras cosas como yogur y queso vegetales, fermentados en casa, es maravillosa. Besos linda.

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  8. Hola Pilar!
    Qué curioso e interesante, desde luego el rejuvelac es todo beneficios. Ya tengo ganas de ver qué recetas vienen...
    Un beso

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    1. Ya verás los quesitos que he preparado... hasta yo me sorprendí... jajaja! Besos linda.

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