Guiso carrero argentino (versión vegana)

lunes, 27 de abril de 2015




¡Hola a todos1

Este guiso es sustancioso y delicioso. Lo vi por primera vez en La Dimensión Vegana y me llamó poderosamente la atención, por lo me puse enseguida a buscar por Google su procedencia y otras versiones para compararlas y aprender más sobre esta preparación, antes de preparar la receta, pues como no es de aquí, sino de Argentina, no quería meter la pata.

Al final me conquistó y lo he hecho varias veces ya... jajaja, por eso veréis distintas fotografías tanto aquí como en mi Instagram.

El origen y su nombre viene de la época de la colonización española allende las tierras argentinas. Lo de "guiso carrero" tiene que ver con los carros y las carretas en las que se transportaban mercancías y personas de un lado a otro de la vasta extensión de la pampa argentina... En las carretas se contaba, para realizar la comida del día con una olla llamada "la morocha" una olla rústica y negra con tres patas que se llevaba colgada en la parte de atrás. Aquí se echaban las hortalizas, la carne y la pasta (en Argentina "fideos") que se tenían a mano y a cocinar un rico y aromático guiso para toda la troupe.

Imagen de Internet

Después ha ido adaptándose a los distintos lugares y pueblos de Argentina y hay quién le pone más verduras como pimiento rojo (morrón), zanahoria, calabaza... etc., pero yo en esta ocasión ha querido ser fiel a la versión que encontré en primer momento.





Ingredientes:
- 1 lata de seitán coreano (pedidla como carne vegetal en las herboristerías y dietéticas) si no la encontráis se puede sustituir por una taza o 120 gr de soja texturizada gruesa.
- 1 lata de tomate triturado de 400 gr.
- 1 lata de agua.
- 100 gr de macarrones, caracolas, tiburones... integrales.
- 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 1 patata a cuadritos.
- 2 hojas de laurel, albahaca, comino, pimentón dulce y orégano secos (1/2 cucharadita de cada uno); sal y aceite de oliva virgen extra.

Preparación:
  • Picamos el ajo (a láminas) y la cebolla (en juliana) y lo sofreímos en una olla honda durante unos minutos con un chorro de aceite de oliva.
  • Agregamos los condimentos y la patata a cuadraditos y damos unas vueltas.
  • Agregamos la pasta elegida, el tomate triturado, junto con una lata de agua, un toque de sal y dejamos hervir hasta que todo esté tierno. Unos 20 o 25 minutos en olla normal y 10 o 15 minutos en olla exprés tapada.
  • Pasado este tiempo abrimos la olla comprobamos que el guiso no esté muy líquido o muy espeso y el toque de sal. 
  • Servimos caliente y disfrutamos de este clásico que se hace en un momento y está buenísimo.

Incluso encontré una poesía de un antiguo poeta popular argentino, Luis Domingo Berho, dedicada a este guiso tradicional.

La güelta es una esijencia
que a veces mata el esmero, 
pero el guiso de carrero
no se ha de hacer con urgencia.
Si usté no tiene pacencia
más vale que ni se ponga.
Es preciso que disponga
de su tiempo necesario, 
aunque debe ser contrario
de andar con mucha milonga.

Echelé grasa a la olla
y pongalá sobre el fuego, 
medio lento, desde luego
y haga dorar la cebolla.
Pique la carne a la criolla, 
media grande piquelá; 
ahí no más echeselá; 
que se fraiga despación, 
y agreguelé el pimentón
de la mejor calidá'.

Muevaló y el fuego aquí
puede ser más vivaracho
y si quiere un guiso macho
le puede agregar ají.
Con laurel yo lo comí, 
con orégano también, 
más ni con un almacén
le dará mejoramiento, 
porque el mejor condimento
es saber hacerlo bien.

Puede agregarle algún diente
de ajo y pimienta si quiere
y pa'que no se apuchere
echelé el agua caliente.
No le eche mucho ingrediente
que lo puede malograr.
De la sal no ha de abusar, 
más vale después le agrega; 
cuidao, que si se le pega
ya no lo podrá salvar.

Después de echarle la papa
nunca lo cubra del todo
y así debe hacer de modo
que queda a un costao la tapa.
Si este detalle se escapa
podría ser que se le ahumara.
Con ninguna cosa rara
quiera mejorarlo al ñudo.
Saqueló medio caldudo, 
pa'comerlo con cuchara.

Que lo haga hervir despacito
es condición que le pongo, 
pa'que se haga suavizongo
arrimelé de a un cardito.
De una chata al trotecito
es el ruido que ha de hacer.
No lo vaya a revolver
después de echarle el fideo, 
porque en cualquier toqueteo
lo puede echar a perder.

Le saldrá de rechupete
con fideo caracol, 
con cinta o con mostachol
o el que llaman espaguete.
Si se le acabó el paquete
y no tiene más que fino...
espere, a más que imagino
que aumentarlo es oportuno
si por ahí se arrima alguno
que viene por el camino.

Si está, peleló en seguida; 
medio pa'un costao lo pone
y deje que se sasone
después de una revolvida.
Tendrá una güena comida, 
apetitosa y barata.
Sirvaló en forma inmediata
después de darle reposo
y, pa'que sea más sabroso
comaló bajo la chata.


Luis Domingo Berho



P. D. Fotografías y textos reeditados en marzo de 2020.

8 comentarios:

  1. El resultado final se ve bien bueno :-)
    Un saludito

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  2. No sé que me gustó más si el guiso del carrero o el poema del carretero, ja, ja, ja...qu ebueno mi niña, lo has bordado.
    Besitos!!!

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  3. Pues me quedo con las dos cosas:receta y poema que no me extraña que se lo dedicaran porque se ve delicioso!! un beso guapa

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    Respuestas
    1. Merece la pena probarlo, Elisa... está de lujo!! Un beso.

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  4. Muy rico, un plato de pasta que siempre apetece y este con poema incluido de lo más hermoso.
    Un besito y feliz semana.

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