Desde que empecé el blog, hace ocho años, siempre he querido incluir esta receta en mi índice. Sí, sé que todo el mundo es capaz de hacer un arroz a la cubana, posiblemente sea una de las primeras recetas caseras que todos aprendemos cuando nos ponemos a cocinar... pero, en mi caso, he querido darle una vueltita a la receta original, o más bien a la que todos conocemos, para hacerlo aún más rico, atractivo y saludable.
Normalmente, el arroz a la cubana se compone de arroz blanco redondo cocido, tomate frito casero o envasado y huevo frito, después hay quien le pone plátano macho maduro frito o salchichas tipo Frankfurt, o ambas cosas a la vez.
Lo más curioso es que, a pesar de su nombre, el arroz a la cubana es un plato de origen español, muy típico en las Islas Canarias y que ve su origen en los tiempos de la Cuba española.
Dejando a parte el origen de este plato tan sencillo y que gusta a todos, tanto grandes como pequeños... es hora de ir dándoles cambios a la idea original, para hacerla más apetecible, nutritiva y sabrosa.
Los cambios que he realizado son los siguientes: cambiar el arroz blanco refinado, por un rico y saciante arroz integral basmati; después cambié el típico tomate frito de bote, por una aromática y completa samfaina con verduras naturales y, por último, le añadí el plátano macho maduro frito, junto con un huevo frito de gallinas felices. A mi parecer, todos estos cambios han mejorado y le han dado al arroz a la cubana una categoría más apetecible, si cabe, que la original, y tú, ¿qué opinas?
Para beber te ofrezco, kéfir de naranja, hecho en casa por mi maridito... un refresco muy saludable, probiótico y original, ¿te lo vas a perder?
Ingredientes:
Para el arroz integral cocido
- 1 taza (150 gr) de arroz integral basmati.
- 1 diente de ajo.
- 1 hoja de laurel.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 cucharadita de sal rosa del Himalaya.
- 2 1/2 tazas de agua filtrada.
Para la samfaina
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 1/2 pimiento rojo.
- 1/2 pimiento verde.
- 1/2 pimiento amarillo.
- 1 berenjena.
- 1 lata de tomates enteros al natural (800 gr).
- Aceite de oliva.
- Sal rosa del Himalaya.
- Pimienta negra recién molida.
Para el plátano frito
- 2 plátanos macho maduros.
- Un poquito de aceite de oliva.
- Un toquecito de sal rosa del Himalaya.
Preparación:
Del arroz cocido
- En un cazo REHOGAR el arroz integral durante 5 minutos con el aceite, el ajo y el laurel.
- AGREGAR el agua y llevar a ebullición.
- COCER a fuego lento de 20 a 40 minutos, dependiendo de la dureza de tu arroz.
- APAGAR el fuego y dejar reposar otros 10 minutos, sin destapar.
- AIREAR el arroz con un tenedor antes de servir.
De la samfaina
- CORTAR todas la verduras en bruonise.
- REHOGAR con un poco de aceite de oliva todas las verduras, durante unos 10 minutos.
- AGREGAR el tomate natural entero, partido en trozos, y los condimentos.
- COCER todos junto, dando unas vueltas de vez en cuando, a fuego medio-bajo hasta que el tomate esté frito y las verduras tiernas.
- RECTIFICAR de sal o pimienta y reservar hasta el momento de servir.
Del plátano macho y el huevo frito
- El plátano macho debe estar muy maduro para usarlo en este plato.
- CORTAR el plátano en rodajas de medio centímetro de grosor o en tiras más largas.
- FREIR con poco aceite en una sartén antiadherente, hasta que esté dorado por ambos lados.
- FREIR el huevo en el punto exacto que a cada uno le guste.
Servir como más nos guste, con el arroz suelto como he hecho yo, o al modo ochentero con el arroz en molde.
Este plato siempre me recuerda a mi niñez, a los largos días de verano, de bici, de piscina y de juegos interminables, tanto en mi casa como en casa de mis amigos... creo que no nos quitábamos el bañador en todo el verano y pedaleábamos, a toda pastilla, de una casa a la otra para nadar, jugar al Monopoli y hacer manualidades. A la hora de comer, si nuestras madres nos llamaban a la mesa y había arroz a la cubana, la felicidad era completa. Y a ti, ¿a qué te recuerda el arroz a la cubana? ¿Lo asocias a algún recuerdo especial, o era simplemente el plato que tu madre hacía cuando había prisa...?
Sin duda es un plato de la infancia por ser cómodo de preparar y por gustar a todo el mundo.
ResponderEliminarGracias por compartir tu receta.
En casa sigue triunfando cada vez que lo pongo.
Besitos
Querida Isabel, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado. Gracias, amiga, un beso.
EliminarEste plato era el primero que aprendíamos cuando empezábamos en la cocina, mi madre alguna vez lo hacía, pero pocas, no estaba dentro de su recetario habitual. A mis hijos también les gusta, a la manera normal, con salchichas. De la forma que lo has preparado no solo es completo, es para saciar el hambre a base de bien. Rico desde luego está.
ResponderEliminarUn beso.
Querida Lola, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado, es cierto, es prácticamente uno de los primero platos que todos aprendemos cuando nos adentramos en el mundo de los cocinillas... ¡jajaja! Gracias, amiga, un beso.
EliminarQué rico el arroz a la cubana, yo también lo asocio a cuando éramos chicas, y mamá lo hacía sobre todo en verano, por aquello del sabor de los tomates del huerto de papá, hacía unos peroles inmensos de tomate frito, se pasaba la mañana dale que te pego sancochando con la espumadera, ahí no metía la batidora ni nada, todo a mano y con un color impresionante.
ResponderEliminarElla nunca ponía plátanos m a veces si las salchichas que como eran una excepción, nosotras tomábamos como una fiesta, y luego de nuevo ¡al agua, patos! Jajajaja...
Qué rico, y qué bonito tu plato, me encanta y lo voy a he er esta misma semana.
Besitos
Como ves, cada una tenemos nuestros propios recuerdos con el mismo plato... ¡qué lindo! Y si que me acuerdo de mamá sanconchando los tomates fritos, eran los mejores, con diferencia... eso es casi imposible reproducir... Besos, querida mía. Te quiero mucho.
Eliminar¡¡Hola Pilar!! Pues creo que voy a ser la única a la que no le gusta el arroz a la cubana, precisamente, mis recuerdos con ellos no son agradables. El arroz a la cubana lo asocio al arroz blanco, que mi madre me hacía cada vez que me dolía la tripa, cosa muy a menudo de pequeña, pues siempre he tenido un estómago bastante delicado, y claro, por mucho que me lo adornaran con tomate frito, con huevo y plátano, siempre me resultaba el mismo arroz para mi dolor de tripa pero camuflado, pero cuando lo empecé a odiar de verdad fue en el comedor del cole, en 6º, 7º y 8º de E.G.B donde empezaron todos mis traumas con la comida. No me gustaba casi nada del comedor, el arroz a la cubana era un arroz pegajoso horrible, sin sabor a nada, con un tomate frito que hacía la cocinera que no nos gustaba a nadie de lo ácido que era. Lo único que se podía comer de aquel plato era el huevo. Encima, nos obligaban a comerlo todo, y más de una vez fue terminar de comer y salir corriendo a vomitar, comer algo que no te gusta y que te obliguen, es de lo más horrible, te lo aseguro. Aquellos largos años de comedor, sólo me causó traumas, te lo aseguro. Incluso odiaba los macarrones con tomate, que ya ves, eso le gusta a casi todos los niños, pero ya te digo que el tomate era incomible, no volví a comer macarrones con tomate hasta muchos años después, hasta casi los treinta, y más por la insistencia de mi madre y reconozco que los de ella si que me gustaban, pero no es mi plato preferido tampoco.
ResponderEliminarTe aseguro que tu versión es mucho más atractiva, con la samfaina, y con ese arroz integral tan estupendo, que ese, seguro que no queda mogoso, como el que me daban a mí en el comedor escolar. Y el plátano y el huevo, la guinda de tu rico plato. Besitos.
Querida Isabel, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla.
EliminarQué lástima me ha dado al leerte, esos horribles recuerdos que tienes del comedor escolar... con lo fácil que es hacer una sencilla y rica receta, y más para los niños. El problema de la acidez lo hubieran arreglado con un poco de azúcar, y amor, sobre todo esos, sabiendo y siendo conscientes que eran niños los que iban a consumir aquellos platos... pero es que hay personas muy poco afables y consideradas y van al salir... sin miramientos, y sin importarles nada. Me encantaría que pudieras probar mi plato, sé que te gustaría Isabel, aunque no tengas buenos recuerdos del comedor de tu colegio.
Gracias, amiga, un beso.
Pilar yo creo que el arroz a la cubana era siempre motivo de felicidad. Todos hemos preguntado a la salida del colegio "mamá ¿qué vamos a comer hoy?" y claro el camino no era igual si te decían arroz a la cubana de potaje de habichuelas ¡no hay color para un niño! (ni para muchos adultos)
ResponderEliminarMe gusta tu plato, esa vuelta de tuerca que le das a un plato de toda la vida para hacerlo más saludable. A mí al menos me has convencido. El plátano frito nunca lo he probado, y ese kéfir de naranja de tu marido pinta más que bien
¡Besos mil!
Querida Cuca, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado.
EliminarGracias, amiga, un beso.
Que razón tienes pilar este es uno de los primeros platos que aprendemos a cocinar y no por su sencillez (que en eso no estoy de acuerdo,pues tiene su puntito)si no,porque a quien no le gustó siempre?creo que no hay niño o niña a quien no le guste un arroz blanco con huevos y tomate 👏🏻besinos
ResponderEliminarQuerida Fely, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado. Gracias, amiga, un beso.
EliminarGracias por compartir, todo se mire bien delicioso.
ResponderEliminarNo he pasado en los blogs por mucho tiempo desde la cuarentena, pero me da tanta felicidad leer el tuyo otra vez. :)
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Gracias Adriana, no te preocupes, siempre es un gusto recibirte en mi cocina... yo también hace mucho que no paso a leerte... besos.
EliminarYo creo que el arroz a la cubana cada uno en nuestra casa lo hacemos a nuestra manera y este tuyo se ve riquísimo y ese huevo esta para mojar pan.
ResponderEliminarBesos
Querida Raquel, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado. Gracias, amiga, un beso.
EliminarHola Pilar, todos los cambios me gustan , es verdad que han enriquecido la original receta y siempre es bueno aportar nuevas ideas. Encantada de verel resultado, con ese huevo tan bien plantao. Un beso preciosa!!!
ResponderEliminarQuerida Elisa, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado. Gracias, amiga, un beso.
EliminarPilar veo tu arroz y me lleva a platos cercanos, leyendo veo que hace parte de esa mezcla en tiempos de la colonia y me parece un deleite, claro lo cercano esta en el plátano frito y el huevo, pues es un plato que con tus aportes esta para derretirse, no lo conocía, estaba confundiéndolo con otro; pero me encanta, siempre se aprende algo nuevo, besos
ResponderEliminarQuerida Nati, con todo el lío de los últimos meses... no pude pasar por esta receta a daros al menos las gracias por venir a verla. Me alegro que te haya gustado. Gracias, amiga, un beso.
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