En este confinamiento, más de uno, está aprendiendo a valorar lo que tenemos en casa, sin salir como locos a comprar al supermercado de abajo, o agarrar el teléfono y pedir cualquier cosa preparada, que será cara, grasienta y calórica, en el peor de los casos. Es por eso, que más de un blog, está publicando estos días cocina de "supervivencia" o de aprovechamiento, o de despensa, o de "lata", o de "botes", o con lo que hay en el frigorífico... y eso es lo que pensé al hacer este plato, hace unos días.
Me vino a la memoria los ricos guisos de papas en amarillo que hacía mi madre, normalmente con huevo cuajado y como teníamos que comer... me fui a la cocina, abrí el frigo y junté las cuatro cosas que tenía, entre ellas, medio manojo de kale que había comprado y no sabía bien en qué utilizar, pues la otra mitad la utilicé en la ensalada que enseñaré la semana que viene.
Pues bien, salió este guiso casero, reconfortante, riquísimo y con un olor tremendo a HOGAR... a mamá cocinando en los fogones platos sencillos, pero nutritivos y saciantes, a la vez. Es lo que ahora se llama COMFORT FOOD o comida casera. Y ¿qué más casero que un guiso de papas? Los que sois de España, seguro que me entendéis, pues en ningún hogar de este país ha faltado nunca, algún día de la semana, este guiso o alguno parecido, incluso con carne, si había recursos y suerte ese día... ¿o me equivoco? Es por eso, que rindiendo un homenaje a las mamás que en estos días están cocinando más de lo habitual, quizás, dadas las circunstancias... os regalo este plato sencillo, sustancioso y con mucho amor.
Ingredientes:
- 400 gr de patatas rojas.
- 1 cebolla blanca grande.
- 4 o 5 dientes de ajo.
- Un manojo de col kale.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- 1 cucharadita de cúrcuma.
- 1/2 cucharadita de comino molido.
- 2 cucharadas de salsa de soja.
- 2 hojas de laurel.
- 1 pastilla de caldo vegetal biológico.
- Sal rosa del Himalaya, al gusto.
- Aceite de oliva virgen extra, al gusto.
Preparación:
- PELAR y LAVAR las patatas, cortarlas al trozos desiguales, chascándolas.
- SOFREIR la cebolla en brunoise junto con los dientes de ajo en láminas.
- LIMPIAR un manojo de kale, quitándoles el tronco grueso y duro del centro. PICAR las hojas en trozos desiguales con las manos.
- AGREGAR las patatas y las especias (pimentón, comino y cúrcuma), junto con la salsa de soja y las hojas de laurel. Dar un par de vueltas.
- CUBRIR con agua y PONER el caldo vegetal en cubito, desmenuzado. AÑADIR una cucharadita de sal y el kale.
- COCINAR hasta que las patatas y la col estén tiernas, aproximadamente unos 40 o 45 minutos.
- RECTIFICAR de sal, si es necesario, y REPOSAR el guiso unos 15 o 20 minutos antes de comer.
Ánimo, chicos, que ya queda menos para que todo pueda volver a la normalidad. Mientras tanto, #yomequedoencasa
Los guisos de patatas en particular me recuerdan también a mi madre, cuando los encontrábamos al llegar a casa calentitos y saciantes, después de una mañana de cole sabían a gloria, entonces y ahora, que los sigo preparando. El kale es algo novedoso para mi, alguna vez lo he comprado, pero no muchas por falta de costumbre, en el guiso ya veo lo bien que va. Una idea muy buena para este tiempo raro en que podemos salir poco a comprar y sin embargo seguimos comiendo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Lola, es que sabía que un guiso de papas en amarillo nos iba a traer a todas los recuerdos de la infancia... como lo hacían nuestra madres. Besos y cuídate mucho.
EliminarBuenos días cariño mío, ¡qué manos tienes! Hasta para cocinar unas papas lo haces bonito, mira que no necesitan mucho para que me gusten, pero si lo enriqueces , el guiso, con un poquito de color y sabor, ya ni te digo. Tengo que volver a conciliarme con la kale o ¿se dice el kale? Nunca me ha quedado claro, Jajajaja..., pero es que hace más de dos año que hice una ensalada con kale y me costó la propia vida comerla, luego con la otra mitad del paquete hice una crema, que tengo anotada en borradores, porque aquello estaba p’a perder el sentío, y hasta la fecha no la he vuelto a repetir. Ya ha pasado tanto tiempo que se me olvida, por eso nunca lo compro, pero lo haré, más ahora después de ver tu estupendo plato de papas guisás que seguro me gustaría.
ResponderEliminarBesitos, te quiero una jartá ❤️
La kale es así, o la amas o la odias, jajaja!! Seguro que esta guiso te encantaría pues, no es por nada..., pero me quedó como los que hacía mamá, en serio... qué rico, ya tengo ganas de repetirlo otra vez... jajaja... !! Besos bonita y cuidate mucho.
EliminarLos guisos de papas nos llevan irremediablemente a casa.
ResponderEliminarUna receta deliciosa y sorprendente, Pilar.
Cuídate mucho.
Besitos
Gracias Isabel, sabía que os iba a gusta mucho, por eso lo ha querido traer aquí, pues un buen guiso de papas en amarillo... ¿a quién lo le recuerda su infancia? Besos querida amiga, y cuídate mucho.
Eliminar¡¡Hola Pilar!! Justo hoy he comido un guiso con patatas, y es que con estos días de lluvia y frío sólo apetecen comidas calientes. Mi madre no hacía este guiso con kale, claro está, ni lo conocía, pero sí mucho con acelgas. A mí no me gustaba mucho, y sin embargo, ahora me encantan, sobre todo cuando se las pongo al hervido, cocidas son como más me gustan.
ResponderEliminarTu guiso también me tiene que gustar mucho, aunque reconozco que nunca he probado el kale, ya sé que será una verdura muy buena, pero primero hay que probarla, ja, ja. El colorcito de tu guiso, además, me encanta, yo también les hecho cúrcuma para darle ese bonito color y además, de beneficiarme de sus propiedades. Un guiso de lo más reconfortante y que huele a calor de hogar, sin duda. Besitos.
Al principio la kale te parecerá amarga, pero eso depende cómo la "aliñes", en este guiso queda muy rica, pero bien se podría sustituir por espinacas, acelgas o cualquier otra col o brócoli... Besos querida amiga, y cuídate mucho.
EliminarOlé y olñe , este plato de papas en amarillo como nosotras decimos, vaya lujo. Ya estoy sentada a la mesa que no me quiero quedar sin un buen plato.Un beso y cuídate mcuhisimo!!!
ResponderEliminarGracias Elisa.... la mesa está servida para cuando llegues. Besos querida amiga y cuídate mucho.
EliminarEn sus tiempos, cuando había de todo y tiempo para estar en el súper, compré un par de veces kale y no le pillé el punto, la verdad es que no me gustó demasiado. Ahora hay que conformarse con lo que haya, el día que vayas, cómo nos ha cambiado la vidad, verdad? Tu plato se come con los ojos, niña, a mi me encanta chafar las patatas y mezclarlas con el caldito... el colorcito es de toma pan y moja.
ResponderEliminarUn abrazo, preciosa, cuidaros mucho.
La kale, Nuria, es un poco "especial" y hay que acostumbrarse a ella... para qué te voy a mentir. Pero si le coges el punto, tenemos muchas formas de cocinarla. A mí, de esta manera, en guiso, que es la primera vez que la hago, me ha gustado mucho. Besos linda, me alegro que estés bien y gracias por venir.
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