No hay nada más simple, y a la vez más nutritivo, reconfortante y delicioso que un buen guiso calentito de lentejas, ¿estáis de acuerdo conmigo?
En muchas culturas, las llaman el plato de la abundancia, pues a pesar de ser tan humildes y baratas, nos aportan un sin fin de propiedades beneficiosas para nuestra salud, además de estar cargadas de fibra, lo que nos hace sentir, por más tiempo, sensación de saciedad al comerlas. Si aprendemos a combinarlas, adecuadamente, con otros alimentos, hasta nos pueden ayudar a bajar de peso, ¿curioso, verdad?
Pues, estas pequeñinas son, una legumbre, bajas en calorías y ricas en proteínas, por lo que resultan una opción ideal para incluir en una dieta saludable. Además, son ricas en muchos nutrientes esenciales. ¿Cómo cuáles, te estarás preguntando?
Pues, por ejemplo, en 100 gramos de lentejas encontramos 28 gramos de proteína y tan solo 1 gramo de grasa. Tienen también 67 gramos de carbohidratos y 1 gramo de fibra, que puede ser soluble e insoluble. No tienen colesterol y son bajas en sal, según este estudio de la Universidad de las Américas, Puebla (México).
En España, como en otros muchos países, es típico comer lentejas, al menos una vez a la semana y, también, desde hace años, se puso de moda comer lentejas el último día del año... 31 de diciembre, pues decían que dan suerte; no sé si será verdad o mentira esta fábula, lo que sí sé es que están riquísimas, son muy fáciles de hacer y con esta nueva versión que te voy a preparar hoy, adquieren un sabor intenso, con mucho carácter y personalidad, ¿te las vas a perder?
En mi casa, desde que yo tengo uso de razón, siempre se ha comido para el almuerzo, el día 31 de diciembre, un buen guiso de lentejas... así que, este año, o mejor dicho, el año que ya pasó... el innombrable... quise que fuera igual, aunque la Navidad la hemos pasado en pareja. Sin ver a la familia, pues como sabéis vivimos a miles de kilómetros.
Para darles un toque diferente, se me ocurrió echarles unos tomates secos, previamente hidratados... y fue tal la explosión de sabor y carácter que aportaron al plato, que al final, me he enamorado locamente de esta versión, y creo que de ahora en adelante, siempre las haré así, ¿quieres saber cómo?
Ingredientes:
- 250 gr de lentejas marrones.
- 1 cebolla pequeña.
- 2 dientes de ajo.
- 1 rama de apio.
- 1 zanahoria mediana.
- 2 patatas pequeñas.
- 12 o 14 tomates secos, rehidratados.
- 1 hoja de laurel.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- 1/2 cucharadita de comino molido.
- Agua en cantidad necesaria (más el agua de hidratar los tomates secos).
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal rosa del Himalaya al gusto (ojo que los tomates secos aportan mucho sabor).
Para servir
- Abundante perejil fresco recién picado.
- Abundante queso parmesano recién rallado (puedes usar mi versión vegana).
- Un hilo de aceite de oliva virgen extra, en crudo (opcional, pero recomendado).
Preparación:
- REHIDRATAR los tomates secos en agua caliente, al menos, durante 30 minutos.
- PICAR la cebolla, el ajo, la rama de apio y la zanahoria en brunoise pequeña.
- SOFREIR en una olla con las dos cucharadas de aceite de oliva, hasta que la cebolla comience a ablandarse, pero sin que tome color.
- AGREGAR las lentejas limpias y lavadas.
- PONER el laurel, las patatas en cuadraditos y los tomates secos, rehidratados, cortados en cuartos.
- AÑADIR el agua de hidratar los tomates y algo más, hasta cubrir las lentejas uno o dos centímetros por encima de su volumen.
- AGREGAR el comino, el pimentón y una pizca de sal.
- COCER a fuego medio- bajo, hasta que las lentejas estén tiernas. Aproximadamente unos 40 o 45 minutos.
- RECTIFICAR de sal, si fuera necesario, antes de apagar el fuego.
- SERVIR con perejil fresco recién picado, parmesano recién rallado y un hilo de aceite de oliva.
Me ha encantado poner tomates secos en las lentejas, les da una profundidad y carácter al plato, que nunca antes había experimentado... a veces, con los cambios más sencillos descubrimos sabores nuevos sin quererlo, os lo recomiendo. Espero que estéis bien y nos vemos la semana que viene. Cuidaros que hace mucho fríooooooo!!
Un buen plato de lentejas revitaliza a cualquiera. Me encantan en el guiso tradicional de toda la vida y también en ensaladas con tomate, aceitunas negras y queso feta.
ResponderEliminarProbaré tu deliciosa versión con el parmesano los tomates secos y el perejil.
Besitos
Gracias Isabel, ya verás cómo te van a encantar... besos, querida amiga.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en todo y es que en casa nos encantan las lentejas y también es obligado comerlas el 31 de diciembre, mi madre siempre ha dicho que son símbolo de abundancia. Las hago prácticamente igual que tú a excepción de los tomates secos, el perejil y el queso, pero todo es probar, a las lentejas le van bien todo lo que les pongamos, o casi. Siempre están buenísimas.
ResponderEliminarBss
Pruébalas, Lola, ya verás qué ricas.... pero como he dicho en la receta: ¡cuidado con la sal! Besos, querida amiga.
EliminarY con este frio q delicia
ResponderEliminarTotal... gracias!
EliminarImposible no comer lentejas en casa una vez a la semana, es comida de lunes como no podría ser de otro modo, aunque a veces llegue el viernes y aún no hayamos puesto ese potaje que si por mamá fuera, comería todos los días, aunque luego se coma dos cucharadas, Jajajaja....
ResponderEliminarPero este año pasado para romper la rutina de malas noticias, rompimos la tradición y no hicimos lentejas para fin de año, hasta una semana después, Jajajaja...., A ver si el romper los hábitos, sin descuidarnos por supuesto, ayuda a que esto cambie.
Esos tomatitos secos que compras son divinos, y los pongas donde los pongas son una delicia, deseando estoy de hacer aquella pasta que me contaste, a ver si voy a comprar y me hago con unos cuantos tomates secos de calidad, pues tus lentejas se ven fantásticas.
Besos ❤️
A ver si te puede mandar unos tomatitos secos, que sé que te encantan, cariño. Besos preciosa mía.
EliminarPilar bien ricas tus lentejitas :-)))
ResponderEliminarSí, Mijú, quedaron muy sabrosas... saludos y feliz año 2021.
Eliminar¡¡Hola Pilar!! Pues sí, imprescindibles por lo menos una vez a la semana comer lentejas. De pequeña no me gustaban nada, pero ahora, no mejo de ellas, siempre son bienvenidas, ya sean cocinadas de la forma que sea. Los italianos son los que cumplen a rajatabla lo de comer lentejas el último día del año, también piensan que traen fortuna y abundancia para el año entrante. Sea como sea, lo cierto es que tu propuesta para comer unas ricas lentejas me parece genial, seguro que esos tomates secos le dan un sabor buenísimo a este plato. Besitos.
ResponderEliminarPruébalas, Isabel, verás cómo te sorprendes....besos, querida amiga.
EliminarPilar precisamente hemos comido lentejas hoy en casa ¡son mi legumbre favorita desde hace muchisimos años! La idea de ponerles tomates secos me ha encantado y te aseguro que la próxima vez se los pondré.
ResponderEliminarLo de comer las lentejas el 31 de diciembre yo lo conocía como una costumbre italiana y no la tenía por muy arraigada en nuestro país. Pero me parece ideal, la verdad, para compensar los excesos de esa noche y los días previos.
¡Besos mil!
A mi tampoco se me había ocurrido nunca... hasta que lo hice, y el resultado ha sido, magnífico y todo un éxito en la mesa... Besos, querida amiga, a ti y tus pequeñas princesitas.
EliminarHola pilar feliz año que aún ando con retraso🤦♀️las lentejas están en mi mesa una vez a la semana 😉y mira por donde tengo un frasco de tomate seco que poco uso le doy la verdad...besinos wapa
ResponderEliminarFely, querida, pruébalas algún día y ya me contarás qué te han parecido... besos y hasta pronto.
EliminarHola! Me parece muy bien empezar con lentejas, qué buenas son las legumbres en todas sus versiónes. Con los tomatitos me encantan, yo los utilizo mucho, son tan ricos.
ResponderEliminarBesos!!
Es que los tomates secos dan un sabor, textura y aroma buenísimo a todas las comidas... a mi me vuelven loca. Gracias por venir, Silvia, un beso.
EliminarHola Pilar ya estoy de vuelta por el blog.
ResponderEliminarEn casa nos gustan mucho las lentejas y casi todas las semanas las preparo, imagino ese toque tan delicioso el de los tomates secos y ese parmesano por encima nunca se me a ocurrido a mi ponerselo.
Un beso
Ohh... qué lindo verte por aquí, Raquel, me alegro que hayas vuelto. Te recomiendo que pruebes esta versión, es muy distinta a las lentejas normales, y queda sensacional. Besos linda, nos vemos pronto.
EliminarQue no falten las lentejas, tan sanas y nutritivas, una vez por semana por lo menos! Las probaré con los tomatitos secos y el parmesano, me parece una idea estupenda, seguro que le dan un sabor muy rico!
ResponderEliminarMuchos besos
Pilar las lentejas son de las legumbres que más me gustan, claro que en casa no las hago tan seguido porque a Mr.G no le gustan tanto; solitas, con papas (patatas), hay unas que descubrí de un menú etíope que llega en forma de puré que es muy bueno creo que te gustaría. He visto que en muchos lugares esa costumbre de 31 hace parte de las tradiciones, me encanta tu versión y sí que es verdad la adición de tomates secos tiene que darle un gusto profundo y las debe complementar delicioso, tengo que probarlas, nunca había visto lentejas acompañadas con parmesano y me has creado también un antojo por probarlas tal cual nos las enseñas ;)
ResponderEliminarMil besos bonita, cuídate mucho.