Tenemos habas, lechugas, espinacas, acelgas, algunas matas de patatas, cebollas, ajos, remolacha, guisantes... todo en proceso de crecimiento... así que cada vez que llegamos, después de una semana sin poder ir, lo primero que hacemos es darnos una vuelta por todos lados para ver cómo van creciendo las plantitas. ¡Qué ilusión nos hace, la verdad!
En mayo ya podremos sembrar los plantines que tenemos de tomates, berenjenas, calabacines, pepinos, pimientos rojos y verdes, y judías verdes y amarillas.... ¡Uy... cuánto trabajo, verdad! Pero qué de satisfacciones...
Hoy no traigo una receta en sí, más bien quiero mostraros lo que comimos en el campo el domingo pasado... algo bien autóctono de esta tierra y que nos ha fascinado desde la primera vez que los probamos... calçot con la salsa romesco... ¿os apuntáis?
El calçot es un tipo de cebolla que se cultiva en Cataluña, concretamente la variedad denominada cebolla tardía de Lérida. Se consume desde mediados de invierno hasta principios de primavera y es un plato típico de la gastronomía catalana. Siempre se acompañan con salsa romesco y es un bocado delicioso, os lo aseguro. Llevo 11 años viviendo en Barcelona y al principio era verlos y causarme un poco de rechazo porque pensaba que "cómo se podían comer una cebolla chamuscada...." pero un día llegó el momento de probarlos y desde entonces... los calçot y yo somos buenísimos amigos. Los adoro y no veo la hora de poder tener la ocasión de comerlos.... jajaja!
Este año han sido varias las oportunidades de compartirlos con los amigos y la última, el domingo pasado, que hicimos un manojo en nuestra huerta mi marido y yo... La salsa era comprada, no tuve tiempo de hacerla pero ¡madre mía, qué ricos salieron, por favor!
Os animo, si venís a Cataluña en época de calçotadas que os animéis a probarlos pues sé que os conquistarán. Son suaves, jugosos, aromáticos y muy ricos... al comerlos te dejan una sensación cremosa en el paladar que no puedes dejar de sentir hasta que ya no queda ninguno...
Aquí hay lechugas, acelgas, espinacas, y algunas matas de fresas |
El calçot es un tipo de cebolla que se cultiva en Cataluña, concretamente la variedad denominada cebolla tardía de Lérida. Se consume desde mediados de invierno hasta principios de primavera y es un plato típico de la gastronomía catalana. Siempre se acompañan con salsa romesco y es un bocado delicioso, os lo aseguro. Llevo 11 años viviendo en Barcelona y al principio era verlos y causarme un poco de rechazo porque pensaba que "cómo se podían comer una cebolla chamuscada...." pero un día llegó el momento de probarlos y desde entonces... los calçot y yo somos buenísimos amigos. Los adoro y no veo la hora de poder tener la ocasión de comerlos.... jajaja!
Este año han sido varias las oportunidades de compartirlos con los amigos y la última, el domingo pasado, que hicimos un manojo en nuestra huerta mi marido y yo... La salsa era comprada, no tuve tiempo de hacerla pero ¡madre mía, qué ricos salieron, por favor!
Os animo, si venís a Cataluña en época de calçotadas que os animéis a probarlos pues sé que os conquistarán. Son suaves, jugosos, aromáticos y muy ricos... al comerlos te dejan una sensación cremosa en el paladar que no puedes dejar de sentir hasta que ya no queda ninguno...
“Calçot” viene del hecho de que en su cultivo se amontona tierra sobre los brotes que crecen de la cebolla inicial ("calçar la terra sobre la planta"). Esto se hace para conseguir un tallo blanco de unos 20 a 25 cm.
Tienen que hacerse sobre la llama viva, no hay que esperar a que se haga brasa que es como se asaría la carne o las verduras. Una vez hechos cuando las capas exteriores están negras, entreabiertas y echan una especie de espumita (se dice que comienzan a llorar...), se envuelven en grupos de 25 aproximadamente en varias hojas de papel de periódico y se dejan como mínimo una media hora para que acaben de cocerse con su propio calor. Se comen pelando las capas exteriores y untando el calçot con la salsa romesco, que lleva entres sus ingredientes: tomates, almendras, ajo, pan, aceite... hay muchos blogs en los que podréis ver la receta. Yo en esta ocasión no la pongo porque no la he hecho y no me parece honesto... pero cuando tenga la ocasión, la prepararé y ya os daré la receta completa.
Una vez consumidos los calçots y tras lavarse las manos (quedan completamente negras), en Cataluña suelen comer carne asada y butifarras, pero como yo soy vegetariana, los acompañé con una ensalada de tomates y queso de cabra y el imprescindible... pa de payés. Un bocado sencillo, tradicional y exquisito os lo aseguro.
Que ricos debían estar asados sobre las brasas, yo me los hubiera comido bien a gusto. No hay nada tan bonito como cultivar un huerto y ver las plantas crecer. No me extraña que disfrutéis en vuestro terrenito, ahora que yo no lo tengo cerca, lo echo muchísimo de menos.
ResponderEliminarUn beso.
Amo los calçols... fue un flechazo a primera vista! Me alegro que a ti también te gusten. Besos linda.
Eliminar¡¡Este huerto marcha, Pilar!! ¡¡Pero que muy bien!! Qué lástima que esté tan lejos de vuestra casa, pues así podríais ir mucho más a menudo, pero en fin, lo bueno es poder tenerlo y disfrutarlo aunque sea una vez a la semana. ¡¡Y poder comer todo lo que vosotros habéis criado!! Mi padre ya está comiendo acelgas del suyo y dicen que le han salido buenísimas. No sé si ya tendrá algo más, pues sólo me comentó de las acelgas.
ResponderEliminarNunca he comido calçots, pero siempre me han llamado la atención, a mi si me gustaría comerlos a pesar de su aspecto chamuscado, ja, ja.¡¡Qué comida más buena, Pilar!! ¡¡Qué bien os lo montáis!! Besitos.
Gracias isabel. Es mucho trabajo, pero también es cierto que tiene su recompensa. Nosotros también estamos cogiendo ya acelgas y con ellas hago, por ejemplo, zumos verdes todas las mañanas... todo un lujo, la verdad. Besos linda.
EliminarQue rico y que hermosas fotos!!! :) Acá en Argentina les decimos cebollitas de verdeo. Besos de luz
ResponderEliminarSí, las conozco. Un beso Aien, un beso y gracias por venir.
EliminarYo si les he probado ;-))
ResponderEliminarQue bonita que se ve la huerta.
Por el centro si tiene frutales se llama huerto y si solo son vegetales huerta :-)
Ahhh, anda no sabía esa diferencia... ahora hemos puesto un peral, dos manzanos y un melocotonero... así que es HUERTO... Qué bien saberlo. Saludos.
EliminarPilar hija mía que buena campesina estás hecha, menos cuando el azadón no está donde debe, y que bonito lo tenéis todo, como se nota la mano del "ingeniero", ja, ja, ja...
ResponderEliminarBuenas estarían con toda seguridad,porque no hay cosa más rica que lo que se cultiva con tanto mimo.
Besos y disfrutadlo todo lo que podáis.
Los calçols no eran del huerto... sembramos, pero eran muy pequeños... La verdad que cada día me gusta más ir al campo. Besos linda.
EliminarMe he enamorado de tu huerto, lo tenéis precioso y se ve rodeado de un bosque frondoso, me encanta !!!Que cuidado que lo tenéis y cuanta variedad de verdura, es muy gratificante cultivar los propios alimentos. Me ha gustado mucho que nos lo muestres ;-)
ResponderEliminarLos calçots ya no tanto,no me gustan , en mi casa durante la temporada se hacen un par de veces ,a mi hijo mayor le encantan y es él el que se ocupa de hacerlos. a mi me gusta mucho la salsa, el romesco yo me lo como con alcachofas crudas y tiernas, voy mojando la punta de cada hoja en la salsa y esta muy rico.
Que tengas una feliz semana!!!
Sí, Karmen. La huerta está rodeada de bosque y muy cerca pasa un río que es precioso. Como no hay ruido de coches cerca... solo se escuchan los pájaros y el correr del agua... a mi relaja muchísimo. Sobretodo por las tardes, después de comer algo, que me pongo en la tumbona y me quedo hasta dormida... jajaja! Besos linda.
EliminarNo sabes las ganas que tengo de probarlos así, todo el mundo dice que son deliciosos. Tienes un huerta estupenda, qué bien, aunque tiene mucho trabajo , la recompensa es grande. un beso guapísima!!
ResponderEliminarAy, Elisa... ojalá yo los pudiera llevar para Sevilla... un beso linda.
EliminarYo no los he probado nunca y tengo unas ganas tremendas, pero es que desde niña no voy por esas tierras, una pena. Besos!!
ResponderEliminarClaro es que fuera no los hay... qué pana porque a mi desde que los probé me encantan. Besos linda y gracias por venir.
EliminarPilar gracias por compartir con nosotr@s tu huerto,mucho trabajo seguro que tiene,pero la satisfacción de cocinar tus propios productos,no tiene precio y se te olvida el trabajo......
ResponderEliminarLos calcots,le encanta a mi marido y lo tomamos cada vez que vamos al pirineo con unos amigos de barcelona
Besitos cariño y enhorabuena por tu huerto¡¡¡¡
Besitos¡¡¡¡¡
Gracias Victoria, un besito.
EliminarQue bien va el huerto y que rico va estar todo cuando podais empezar a dar cuenta de ello ,da mucho trabajo pero nada que ver con lo que se compra.
ResponderEliminarDe buena gana me iba a comer unos calcots con vosotros ,es una pena estemos tan lejos por que me iria a dar cuenta de ellos pipitadooo.
Bicos mil wapa.
Estás invitada cuando quieras... beso linda.
EliminarAy! Lo voy a probar :) Qué pintaza!!!
ResponderEliminarMe quedo por tu blog, es adorable :3
PD; me chifla tu huerto!!!!
Un besito!
Gracias María Ángeles, un beso.
EliminarHola Pilar como me ha gustado tu huerto, esta precioso, este año mi marido también se a puesto a sembrar un poco, pero nada que ver con lo que tienes por ahí, aquí el clima aun es casi invernal y hay varios plantones que se han perdido, pero el insiste, ja,ja,ja, nunca he probado los cacots y todos vosotros decís las maravillas de ellos, desde luego que así tan chamuscado no se si me atrevería, supongo que será cuestión de costumbres.
ResponderEliminarUn besito y feliz semana.
jajaja... es que el chamuscado puede echar para atrás... pero cuando se lo quitas la carne de dentro está blanca y suave, además de riquísima.
EliminarYa me imagino que or allí, en Galicia, el clima aún es frío... no te creas que donde está el huerto también es bastante más frío porque está más al interior y yo vivo en Barcelona que está al lado del mar... y siempre cambia la temperatura al menos 3 o 4 grados. Me alegra que te guste el huerto, como digo en el post, tiene mucho trabajo pera da muchas alegrías. Un beso guapa.
Jo que envidia!! lo primero que quiero es felicitarte por el huerto, que envidia me da! ya no sólo por lo bonito que lo tienes sino por la vegetación que se ve alrededor!! donde yo vivo es un secarral!
ResponderEliminarLos calÇots no gustaron mucho en casa, a mi si, pero a mis hijos nada de nada, todo lo contrario a la salsa romesco que les faltó comérsela a cucharadas jajajaja,
un besazo!
Gracias Toñi, es que la zona donde está el huerto es muy húmeda y está rodeado de un bosque precioso, además corre un río muy cerca y se oye el agua y los pajaritos todo el tiempo... la verdad, es que estamos muy contentos. Un beso y gracias por venir.
EliminarQué suerte Pilar, estuve viviendo un tiempo cerquita de Montserrat y me encantaba ir a pasear por los alrededores, es un oasis de paz y el aire "sabe" de otra manera :)
ResponderEliminarLos calçots no son lo mío, nunca me han gustado, pero si me lo permites, me llevo una buena rebanada de pan untada en romesco, ¿Vale? Eso si que me vuelve loca jeje
Por cierto, un huerto pequeñito pero muy bien aprovechado.
Un abrazo enorme.
ohhh... yo también me como la salsa romesco a cucharadas... jajaja!! y untada en pan, ya ni te cuento! Es que está deliciosa. Un manjar de dioses. Muchos besos y gracias por tus palabras.
EliminarHola Pilar!
ResponderEliminarMe ha encantado ir de excursión virtual a tu huerto, desde el camino con ese cielo tan bonito y Montserrat al fondo hasta lo bien organizado que lo tenéis, además es un entorno precioso!! Qué gusto poder ver cómo van creciendo las plantas y disponer de verduras de cosecha propia con el buen sabor que tendrán.
Los calçots no los he probado aún y eso que una amiga bloguera catalana me los recomendó pero la salsa romesco sí que la hice y me encantó.
Un beso y que disfrutes muchos domingos así de buenos!!
Gracias Esther, yo también disfruto cada vez que me paseo por tu blog, pues nos presentas recetas y manualidades preciosas. Un beso linda.
EliminarHola Pilar, yo nunca los he probado, pero tengo que reconocer que se me hace la boca agua cada vez que los veo.
ResponderEliminarTienen que estar deliciosos!!!! Y por cierto, me da una envidia tu huerto, jejejeje.... Un besito
Hola Inma... ya verás que si tienes alguna vez la posibilidad de probarlos te encantarán, Son deliciosos. Uy, el huerto es muy grande y bonito... pero nos da mucho trabajo, jajaja!! Besos guapa.
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