Aquella mañana llovía torrencialmente; pero ella se sentía cómoda y segura sentada a la mesa de la cocina, mientras sostenía entre las manos una humeante taza de tisana de hierbas muy aromáticas. Iba bebiendo sorbo a sorbo, mirando por la ventana como la lluvia estaba echando a perder el precioso arriate, que solo hacía unos días, lucía un buen puñado de prímulas y ciclámenes morados, rosas, amarillos y naranjas. Ya tendría tiempo de arreglarlo cuando pasaran aquellas primeras lluvias otoñales.
Pero qué lejos está Irlanda- pensó- y recordó el maravilloso viaje que habían hecho el verano anterior y de repente, a su mente vino el aroma y el sabor tan delicioso de aquel pan de pasas que habían comido en ese pueblito de ensueño situado frente al mar... Sintió ganas de comerlo de nuevo y alargó la mano para abrir el cajón de la alacena, donde guardaba aquella vieja caja metálica de galletas que contenía, escritas a mano, algunas de sus tantas recetas. Buscó entre sus anotaciones y halló la que quería: la receta escrita en aquel papelito, dictada al pie de la letra por Mrs. Callaghan, la dueña del local. Le dijo que era una receta de familia y que debía hacerla cada vez que se acordara de Irlanda, sus paisajes y sus gentes... así que eso fue lo que se dispuso a hacer para la hora del té...
Este pan redondo es típico de Irlanda y se sirve tradicionalmente cortado en lonchas, tostado y con un toque de mantequilla; por supuesto a la hora del té. Así, que desde que lo vi en uno de mis libros de pan no podía dejar de pensar en él: lo rico que estaría, lo bien que olería, lo agradable que sería desayunar o merendar con este pan, a medio camino entre el pan y un aromático bizcocho... así que adapté la receta y la hice vegana, añadiéndole leche y margarina vegetal... y resultó esta preciosidad que estáis viendo...
Ojalá pudierais oler lo bien que huele, por eso os animo que si queréis experimentar esa experiencia tan agradable, lo hagáis en casa. Es muy fácil y le encantará a grandes y pequeños, os lo aseguro.
Ingredientes:
- 650 gr de harina de trigo ecológica.
- 1 cucharadita de especias variadas (agregué una pizca de canela, nuez moscada, clavo, jengibre todo molido).
- 1 cucharadita de sal marina ecológica.
- 25 gr de levadura fresca.
- 1 cucharada sopera de azúcar moreno integral de caña.
- 300 ml de leche de soja tibia.
- 150 ml de agua tibia.
- 50 gr de margarina vegetal de soja.
- 250 gr de pasas (usé 125 de pasas de Corinto y 125 de pasas rubias).
- Aceite de oliva para engrasar y leche para pintar el pan.
Preparación:
- Tamizamos la harina con las especias y la sal, en un bol grande. Añadimos, entonces, la levadura desmigada, el azúcar, la leche vegetal y el agua. Hacemos una bola pegajosa que depositaremos sobre la encimera, ligeramente enharinada, y que amasaremos hasta obtener una masa suave y lisa.
- La dejamos reposar en el mismo bol engrasado y tapada con film transparente durante 1 hora.
- Sacamos del bol la masa, la desgasificamos durante 1 minuto, la extendemos con las manos y la amasamos bien hasta integrar totalmente la mantequilla las pasas. Devolvemos la masa al bol y la dejamos leudar otros 30 minutos.
- Engrasamos con aceite de oliva un molde redondo de unos 23 cm de diámetro y formamos un redondel con la masa que acomodamos dentro del molde. Lo tapamos de nuevo o metemos el molde en una bolsa de plástico limpia y lo dejamos leudar por tercera vez hasta que la masa llegue al borde del molde. Mientras tanto precalentamos el horno a 200º C.
- Pintamos el pan con leche y lo horneamos 15 minutos. Lo tapamos con papel de aluminio y bajamos la temperatura del horno a 180º C, seguimos horneándolo durante 45 minutos más o hasta que se dore y suene hueco al golpearle la base con los nudillos.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla metálica.