Esta semana me he puesto dulce... pues sé que pronto llegará de lleno el calor y será casi misión imposible encender el horno para preparar algún dulce... así que aprovecho para publicar esta receta que tengo lista desde hace ya tiempo.
Estoy aprendiendo, poco a poco, a usar en mis dulces caseros, ingredientes alternativos (a la típica harina refinada y azúcar blanco) como pueden ser la harina integral de espelta y el azúcar de coco. Os cuento que el resultado me ha gustado muchísimo, aunque quizás si eres de los que mueren por lo dulce... en este bizcocho no encontrarás algo empalagoso y azucarado... sino más bien un sabor suave y distinto al bizcocho tradicional (con azúcar blanco) pues he notado que el azúcar de coco endulza menos y es intensa de sabor, por lo que te estás comiendo un bocado, rico, saludable y no dulce en exceso.
Estoy aprendiendo, poco a poco, a usar en mis dulces caseros, ingredientes alternativos (a la típica harina refinada y azúcar blanco) como pueden ser la harina integral de espelta y el azúcar de coco. Os cuento que el resultado me ha gustado muchísimo, aunque quizás si eres de los que mueren por lo dulce... en este bizcocho no encontrarás algo empalagoso y azucarado... sino más bien un sabor suave y distinto al bizcocho tradicional (con azúcar blanco) pues he notado que el azúcar de coco endulza menos y es intensa de sabor, por lo que te estás comiendo un bocado, rico, saludable y no dulce en exceso.
La gran diferencia entre el azúcar de coco y el azúcar blanco de mesa es que este último no contiene ningún tipo de nutriente, son calorías vacías. En cambio, el azúcar de coco contiene más nutrientes que otros endulzantes considerados saludables como el jarabe de agave, el azúcar integral o incluso la miel.
En repostería está todo inventado... pero si eres atrevido/a, y te lanzas a probar ingredientes nuevos, te podrás dar el gusto de crear dulces como este bizcocho con los ingredientes naturales y saludables que vayas adquiriendo, poco a poco, para ir dándole un giro a tu despensa... giro progresivo, quiero decir, claro. Vas obviando los refinados (vacíos de nutrientes y llenos de calorías) por los productos integrales, de grano completo, naturales, en muchos casos ecológicos y llenos de sabor y nutrientes beneficiosos para nuestra salud. Así, te podrás dar un gustito al paladar, para organizar una merienda improvisada y deliciosa. ¿Quién quiere un trozo de bizcocho? Estáis invitados...
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de espelta (300 gr.).
- Un sobre de levadura para repostería ecológica (la mía de Conasi).
- 1/2 taza de aceite de girasol ecológico (primera prensada en frío, 120 ml.).
- 1 taza de azúcar de coco (200 gr.).
- 1 huevo ecológico o de gallinas felices, criadas en libertad.
- 1 taza de leche de soja sin azúcares añadidos (250 ml.).
- 1 taza de nueces pecanas troceadas (120 gr.).
- Ralladura o trocitos de naranja seca, estas que veis en las imágenes son del huerto de mi padre, que me mandó unas poquitas el invierno pasado y aproveché para secar su cáscaras, pues eran ecológicas (opcional).
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos con margarina y espolvoreamos con harina un molde rectangular (tipo cake inglés) de unos 22x10 cm. Mi molde era de silicona, así que no tuve que hacer este paso.
- Mezclamos la harina de espelta con la levadura de pastelería en un recipiente grande.
- A parte, mezclamos el aceite, con la leche de soja y con el azúcar de coco. Añadimos el huevo y la ralladura o trocitos de naranja.
- Poco a poco agregamos la mezcla de ingredientes líquidos a la harina, que teníamos reservada en otro bol, y mezclamos suavemente con una espátula de silicona hasta integrar todos los ingredientes. Por último, cuando tengamos la masa, ponemos las nueces picadas a cuchillo y volvemos a remover para que se integren bien.
- Vertemos en el molde reservado y llevamos al horno durante 45 a 55 minutos. Hay que ir vigilando y hacer la famosa prueba del palillito de madera; a media cocción si veis que se os está tostando demasiado, cubrid el pastel con papel de aluminio y seguir horneando. Aún así, este es un bizcocho más morenito de lo que estamos acostumbrados, pues el azúcar de coco le aportará ese bonito color dorado a la masa.
¿Y a vosotros os gusta merendar en el fin de semana...? Espero que os haya gustado mi bizcocho y os animéis a hacerlo, es súper fácil, y de verdad, que queda riquísimo.
Besos y hasta la semana que viene.