El rábano... esa preciosa y pequeña bolita rosa por fuera y blanca por dentro a la que puedes amar... u odiar... según tus preferencias personales.
Yo, definitiva y absolutamente, los amo!!!!!! Me encantan, me chiflan, me dislocan, me apasionan, me enloquecen... me inspiran y, por eso, intento tener siempre en la nevera un buen manojo, para agregarlos a cualquier preparación... o para, como es hoy el caso, que sean los protagonistas de esta simple e inusual receta que se me ocurrió haciendo experimentos en mi cocina.
¿Por qué adelanto mi día de publicación... si no participo en ningún reto...? Pues sencillamente, porque hoy es mi cumpleaños y me apetecía celebrarlo con vosotros, ofreciéndoos esta quiche salada que quedó tan espectacular, tanto de sabor como de aspecto, ¿no os parece?
Sí, ya van 42 años, no me importa decirlo; pues me siento estupendamente bien, y por añadidura... como muchos sabéis, estrenando nueva VISIÓN... aunque casi podríamos decir ojos nuevos: gracias Dios por esta gran bendición!!!
Aunque me encanta el sabor amargo y el regusto picante que dejan los rábanos en la boca, cuando los como frescos, asados como en esta quiche, saben diferente y también son muy ricos. Este plato es una buena idea para una comida ligera de domingo, o una cena improvisada y bonita como la de mi cumple... por ejemplo.
Para obtener un menú ligero, equilibrado y saludable te aconsejo que lo acompañes con unas simples hojas y brotes verdes, bien frescas y sutilmente aliñadas... también puedes tomar una crema de verduras si es que te da mucha hambre en el almuerzo.
Si llevas esta quiche a la mesa, un día que tengas invitados... te aseguro que no pasará inadvertida y dará que hablar mucho durante y después de la comida... ya lo verás. Cómo me sucedió a mí... jajaja!!
¿Por qué adelanto mi día de publicación... si no participo en ningún reto...? Pues sencillamente, porque hoy es mi cumpleaños y me apetecía celebrarlo con vosotros, ofreciéndoos esta quiche salada que quedó tan espectacular, tanto de sabor como de aspecto, ¿no os parece?
Sí, ya van 42 años, no me importa decirlo; pues me siento estupendamente bien, y por añadidura... como muchos sabéis, estrenando nueva VISIÓN... aunque casi podríamos decir ojos nuevos: gracias Dios por esta gran bendición!!!
Aunque me encanta el sabor amargo y el regusto picante que dejan los rábanos en la boca, cuando los como frescos, asados como en esta quiche, saben diferente y también son muy ricos. Este plato es una buena idea para una comida ligera de domingo, o una cena improvisada y bonita como la de mi cumple... por ejemplo.
Para obtener un menú ligero, equilibrado y saludable te aconsejo que lo acompañes con unas simples hojas y brotes verdes, bien frescas y sutilmente aliñadas... también puedes tomar una crema de verduras si es que te da mucha hambre en el almuerzo.
Si llevas esta quiche a la mesa, un día que tengas invitados... te aseguro que no pasará inadvertida y dará que hablar mucho durante y después de la comida... ya lo verás. Cómo me sucedió a mí... jajaja!!
El rábano tiene múltiples propiedades, a pesar de su pequeño tamaño, que lo hacen un buen aliado, por ejemplo, si estás haciendo una dieta de adelgazamiento.
Gracias a sus propiedades diuréticas los rábanos nos ayudan a evitar la formación de cálculos renales, a la vez que estimulan la producción de bilis y cuidan de nuestro hígado y nuestra vesícula, así que si no lo haces anímate a comprar y consumir rábanos a diario... son baratos, están en temporada prácticamente todo el año... y te sorprenderán.
Ingredientes:
Para el relleno
- 1 cebolla blanca pequeña.
- 2 manojos de rábanos frescos.
- 2 huevos de gallinas felices (de agricultura ecológica).
- 75 ml de leche de soja (sin azúcar añadido).
- 1 cucharada sopera rasa de fécula de maíz.
- Sal, aceite de oliva y pimienta negra recién molida.
Para la masa integral a las finas hierbas
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 100 ml de agua hirviendo.
- 1/2 cucharadita de sal de mar.
- 2 cucharaditas de mezcla de especias (finas hierbas).
- Harina integral, la que admita la masa.
Preparación:
De la masa
- En un bol ponemos el aceite, las finas hierbas, la sal y agregamos el aceite y el agua hirviendo.
- Mezclamos bien con un tenedor, hasta emulsionar un poco. A continuación, vamos agregando poco a poco harina integral hasta obtener una masa muy suave y blanda que no se pegará a las manos, debido a la cantidad de aceite que lleva. Ésta es una masa muy noble que uso desde los anales del blog, en prácticamente todas mis tartas vegetales, quiches, cocas e incluso pizzas... añadiéndoles algo de levadura... y que no me canso de hacer, pues es muy sabrosa, sencilla y admite multitud de variantes, como la de hoy, añadiéndole finas hierbas, por ejemplo.
Del relleno
- Pelamos u cortamos a juliana la cebolla, la sofreímos en una sartén con un hilo de aceite hasta que comience a dorarse y tomar color. A continuación, agregamos los rábanos limpios y cortados por la mitad. Damos un par de vueltas, apartamos del fuego y salpimentamos a gusto.
- Ahora preparamos un ligue para cuajar la quiche dentro de la masa. Para ello, en un bol batimos los dos huevos, con una pizca de sal y agregamos la leche y la fécula de maíz. Removemos bien hasta integrar y mezclamos con las verduras salteadas.
De la quiche
- Estiramos la masa, la colocamos dentro del molde (previamente aceitado para que no se peque) y cubrimos con el relleno.
- Llevamos al horno, precalentado a 180º C, durante 30 minutos y ya estará lista nuestra flamante y estupenda quiche.
Y vosotros... ¿sois amantes de los rábanos, los soléis utilizar... solo los coméis en ensalada o, también, los habéis probado en otras recetas...? contadme, que estoy deseosa de saber vuestras impresiones y opiniones sobre esta receta... Besos, sed felices y hasta la semana que viene.