No había caído en la cuenta que mañana ya estaremos metidos de lleno en la Semana Santa, la Pasión de Cristo, que de muchas formas se celebra en multitud de lugares del mundo... por eso, adelanto mi día de publicación así, si os gusta mi propuesta, tenéis tiempo de reunir los ingredientes y probar estas magníficas torrijas en estos días.
Hace un mes, más o menos, estuvieron visitándonos mi hermana mayor, mi hermano y mi cuñado, en casa. Vinieron a Barcelona por unas gestiones que tenían que hacer y se repartieron para quedarse entre la casa de mi sobrina Bea y la mía. Estuvieron 15 días, así que fueron muchas las comidas y cenas que compartimos... tanto en una casa como en la otra.
Hace un mes, más o menos, estuvieron visitándonos mi hermana mayor, mi hermano y mi cuñado, en casa. Vinieron a Barcelona por unas gestiones que tenían que hacer y se repartieron para quedarse entre la casa de mi sobrina Bea y la mía. Estuvieron 15 días, así que fueron muchas las comidas y cenas que compartimos... tanto en una casa como en la otra.
Pues bien, un día vinieron a almorzar a mi casa y se presentaron con una botella de vino tinto... ellos saben que nosotros no bebemos, pero como ellos sí lo hacen, sobre todo una copita en las comidas, pues se trajeron su vino para compartirlo y acompañar la comida que yo había preparado.
El caso es que al final... solo se bebieron media botella del vino y ahí se quedó, dando vueltas (la botella) por la encimera hasta el domingo pasado... Muchas veces estuve por tirarla por el fregadero... porque pensaba que qué iba a hacer yo con ese vino... si no bebo. Al principio pensé en hacer un estofado vegetal y meterle un poco de vino al sofrito, pero después nunca tenía ni los ingredientes ni el tiempo para ponerme a guisarlo. Y después, harta de ver la botellita estorbando por la encimera... de un lado para otro... se me ocurrió preparar unas torrijas "diferentes", porque además, había comprado una barra de pan de semillas y la pobre se quedó muerta de risa más de 4 días y ya estaba durita y sin tocar... Así que mi bombilla se encendió y pensé... "estamos en Semana Santa que en lo que a "dulcerías" se refiere es casi sinónimo de torrijas... así que vamos a hacerlas!!"
Todo fue pensado... dicho y hecho casi al unísono, y de un plumazo me quité de encima la botella de vino y la barra integral de semillas... No es que sean las torrijas más ortodoxas del mundo (podrían ser llamadas de cualquier otra forma... si sois muy puristas, pues llevan vino tinto y no blanco, pan integral y no blanco, azúcar en vez de miel y por ende están hechas al horno y no fritas...) pero quedaron riquísimas, os lo aseguro, por eso, os enseño el resultado.
La idea de hacerlas con vino tinto la había visto en un programa de estos tipo... "España Directo", hace años en la TV, pero no me acordaba muy bien, así que acudí a San Google para tomar ideas y me encontré con esta... que no seguí al pie de la letra pero que me ayudó bastante.
Por cierto, Cuca, va por ti que eres la reina del reciclaje y el aprovechamiento en repostería... indiscutiblemente.
Ingredientes:
Para el almíbar de vino tinto
- Media botella de vino tinto.
- La piel de una naranja.
- El zumo exprimido de esa naranja.
- 100 gr de azúcar.
- 1 rama de canela.
- Una pizca de sal.
Para las torrijas
- Una barra de pan viejo (asentado decimos en mi tierra). La mía no era el pan blanco al uso... sino integral y con semilla, ¡toma ya!
- 2 huevos de gallinas felices.
- Un chorrito de leche de soja (es que yo no uso de vaca). Solo si se os queda corto el huevo.
- Azúcar y canela para espolvorear.
Preparación:
- La noche antes de hacer nuestras torrijas, cortamos el pan en rodajas de 2 cm y lo dejamos tapado con un paño limpio de cocina sobre una bandeja de horno.
- También haremos el almíbar de vino tinto. Para ello, en una ollita ponemos el vino, el azúcar, la piel y el zumo de la naranja y la rama de canela. Lo llevamos a ebullición, hervimos destapado para evaporar el alcohol durante unos 3 o 4 minutos y apagamos el fuego. Tapamos la ollita y la dejamos reposar, en infusión, toda la noche.
- A la mañana siguiente colamos el almíbar de vino tinto y batimos los huevos con un chorrito de leche.
- Pasamos las torrijas por el almíbar y por el huevo batido con leche hasta impregnarlas bien, ponemos en una bandeja de horno, sobre papel vegetal (previamente untado con aceite de oliva, para que no se peguen) y llevamos al horno precalentado a 200ºC, calor arriba y abajo, durante unos 20 minutos. Ponemos la bandeja a la mitad del horno.
- Sacamos del horno comprobamos que estén doraditas, las dejamos atemperar sobre el papel vegetal y con una espátula y mucho cuidado las vamos depositando en la bandeja de presentación, habíéndolas rebozado antes en una mezcla de canela y azúcar.
¡¡Están tremendas.... os aseguro que no durarán ni 24 horas... palabrita!!
Feliz Semana Santa a todos los que os gustan las tradiciones cofrades y nos vemos la semana que viene.