Bizcocho de espelta con nueces pecanas

jueves, 26 de abril de 2018





Esta semana me he puesto dulce... pues sé que pronto llegará de lleno el calor y será casi misión imposible encender el horno para preparar algún dulce... así que aprovecho para publicar esta receta que tengo lista desde hace ya tiempo.

Estoy aprendiendo, poco a poco, a usar en mis dulces caseros, ingredientes alternativos (a la típica harina refinada y azúcar blanco) como pueden ser la harina integral de espelta y el azúcar de coco. Os cuento que el resultado me ha gustado muchísimo, aunque quizás si eres de los que mueren por lo dulce... en este bizcocho no encontrarás algo empalagoso y azucarado... sino más bien un sabor suave y distinto al bizcocho tradicional (con azúcar blanco) pues he notado que el azúcar de coco endulza menos y es intensa de sabor, por lo que te estás comiendo un bocado, rico, saludable y no dulce en exceso. 

La gran diferencia entre el azúcar de coco y el azúcar blanco de mesa es que este último no contiene ningún tipo de nutriente, son calorías vacías. En cambio, el azúcar de coco contiene más nutrientes que otros endulzantes considerados saludables como el jarabe de agave, el azúcar integral o incluso la miel.




En repostería está todo inventado... pero si eres atrevido/a, y te lanzas a probar ingredientes nuevos, te podrás dar el gusto de crear dulces como este bizcocho con los ingredientes naturales y saludables que vayas adquiriendo, poco a poco, para ir dándole un giro a tu despensa... giro progresivo, quiero decir, claro. Vas obviando los refinados (vacíos de nutrientes y llenos de calorías) por los productos integrales, de grano completo, naturales, en muchos casos ecológicos y llenos de sabor y nutrientes beneficiosos para nuestra salud. Así, te podrás dar un gustito al paladar, para organizar una merienda improvisada y deliciosa. ¿Quién quiere un trozo de bizcocho? Estáis invitados...




Ingredientes:
- 2 tazas de harina de espelta (300 gr.).
- Un sobre de levadura para repostería ecológica (la mía de Conasi).
- 1/2 taza de aceite de girasol ecológico (primera prensada en frío, 120 ml.).
- 1 taza de azúcar de coco (200 gr.).
- 1 huevo ecológico o de gallinas felices, criadas en libertad.
- 1 taza de leche de soja sin azúcares añadidos (250 ml.).
- 1 taza de nueces pecanas troceadas (120 gr.).
- Ralladura o trocitos de naranja seca, estas que veis en las imágenes son del huerto de mi padre, que me mandó unas poquitas el invierno pasado y aproveché para secar su cáscaras, pues eran ecológicas (opcional).

Preparación:
  • Precalentamos el horno a 180ºC  y engrasamos con margarina y espolvoreamos con harina un molde rectangular (tipo cake inglés) de unos 22x10 cm. Mi molde era de silicona, así que no tuve que hacer este paso.
  • Mezclamos la harina de espelta con la levadura de pastelería en un recipiente grande.
  • A parte, mezclamos el aceite, con la leche de soja y con el azúcar de coco. Añadimos el huevo y la ralladura o trocitos de naranja.
  • Poco a poco agregamos la mezcla de ingredientes líquidos a la harina, que teníamos reservada en otro bol, y mezclamos suavemente con una espátula de silicona hasta integrar todos los ingredientes. Por último, cuando tengamos la masa, ponemos las nueces picadas a cuchillo y volvemos a remover para que se integren bien.
  • Vertemos en el molde reservado y llevamos al horno durante 45 a 55 minutos. Hay que ir vigilando y hacer la famosa prueba del palillito de madera; a media cocción si veis que se os está tostando demasiado, cubrid el pastel con papel de aluminio y seguir horneando. Aún así, este es un bizcocho más morenito de lo que estamos acostumbrados, pues el azúcar de coco le aportará ese bonito color dorado a la masa.


¿Y a vosotros os gusta merendar en el fin de semana...? Espero que os haya gustado mi bizcocho y os animéis a hacerlo, es súper fácil, y de verdad, que queda riquísimo.
Besos y hasta la semana que viene.

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Pabellón criollo vegetariano

jueves, 19 de abril de 2018



Me enamoré de esta plato en cuanto me metí el primer bocado en la boca... y como sabéis que soy una entusiasta de llevar a mi terreno (vegano-vegetariano) las comidas que voy probando por ahí, no pude más que intentar reproducirlo, a mi manera, para traerlo a mi colección de "Sabores del Mundo".

Había oído hablar del "pabellón" venezolano, pero no tuve la ocasión de probarlo nunca, a pesar de que no son pocos los amigos venezolanos que tenemos... pero en fin, por una cosa u otra; no se dio la oportunidad. Hasta que uno de esos días que salimos tarde del trabajo, y tenemos mil y una cosas que hacer... nos topamos con un Cafecito muy entrañable, Donde mi tía... del que ya nos habían hablado, pero al que aún no habíamos ido. Así, que como justo encontramos un parking enfrente... nos paramos a almorzar tardíamente... (eran las 16:00 h de la tarde) y nos llevamos una auténtica sorpresa al comprobar, que la comida y el trato al cliente son absolutamente inmejorable.



Siempre que hago un plato extranjero me gusta informarme sobre el origen o las curiosidades que haya alrededor de esa comida; por eso, como muchos de vosotros acudí a nuestra amiga la Wikipedia que siempre nos ayuda a conocer un poco más lo que estamos comiendo o cocinando.

Resulta que el pabellón no es un plato cualquiera de la cocina venezolana, sino que es considerado el plato nacional, pues se cocina en todo el país y, como todas las recetas tradicionales, cada familia tiene sus ingredientes secretos, forma especial de prepararlo o de presentarlo. Así que aunque no soy venezolana, aquí os muestro la mía.

Me gustó el toque romántico de la leyenda que cuenta que se suele hacer referencia a que el plato representa a las tres grandes culturas venezolanas, la europea (por el blanco del arroz), la indígena (por el moreno de la carne) y la africana (por el negro de las caraotas o frijoles). Sin embargo está afirmación es meramente poética y romántica...  y se basa en el color de los productos. Pues el arroz es oriundo de Asia y la caraota  o frijol de Centroamérica.




Os lo recomiendo en gran manera... al menos una vez en vuestra vida, pues es realmente nutritivo, equilibrado, saludable y delicioso. No diré que no es entretenido de hacer... pues lleva varias preparaciones por separado, pero para nada es difícil y, además, es muy económico y rentable.



Ingredientes:
Para los frijoles (o caraotas negras como le dicen en Venezuela)
- 250 gr de alubias o frijoles negros.
- 1 cebolla pequeña.
- 1 pimiento verde pequeño.
- 1 pimiento rojo pequeño.
- 2 o 3 dientes de ajo.
- 1 pastilla de caldo vegetal ecológico.
- 1 hoja de laurel.
- Comino, pimentón dulce, sal y aceite de oliva (todo al gusto).

Para el arroz blanco 
- 1 taza de arroz integral (en la receta original usan arroz largo normal).
- 3 tazas de agua.
- 1 cucharadita de sal.

Para el plátano dulce
- 2 plátanos machos muy, pero que muy maduros (me dijo la chica del café que la cáscara debe estar casi totalmente negra).
- Una cucharada de azúcar moreno integral de caña (en la receta original usan azúcar blanca).
- Una pizca de clavo molido, una pizca de canela molida y una pizca de sal.
- 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva.
- 2 vasos de agua.
- 3 cucharadas más de azúcar moreno extra... al gusto.

Nota: el plátano para esta receta normalmente es frito, pero yo lo probé por primera vez con plátano dulce y me gustó tanto que por eso he querido plasmarlo, en mi versión, de esta manera.

Para la "carne mechada"
He leído en otro sitios de Internet, que los vegetarianos suelen sustituir la carne mechada que lleva este plato típico, por berenjenas o, incluso, la cáscara del plátano macho, cortada en tiritas y sofrita... pero no me atreví a hacerlo así, más que nada por prudencia de no meter la pata... Así, que en este caso usé una "carne vegetal" ya preparada, es la que veis más arriba la foto (para simplificar la receta) hay, actualmente, muchas marcas de comida vegana y vegetariana envasada que ofrecen este tipo de productos. Normalmente con ingredientes de procedencia ecológica. No es algo que use habitualmente en mi cocina, pero hoy quise mostraros este producto que me pareció interesante.
- Un paquete de tiras de soja y trigo.
- Sal y aceite.

Acompañamientos
- Huevo frito (opcional).
- Aguacate (opcional).
- Queso fresco rallado (opcional, yo usé tipo Feta) por el contraste del dulce del plátano y el salado del queso.



Preparación:
De los frijoles negros o caraotas
  • Lavamos y cortamos las verduras en brunoise, trocitos muy pequeños. Los sofreímos unos minutos en un olla con aceite de oliva y echamos las alubias negras (que habremos remojado durante la noche anterior). 
  • Cubrimos de agua y dejamos hervir, junto con el laurel, las especias (comino y pimentón) y el cubo de caldo vegetal. Agregamos, además un poco de sal. Hervimos a fuego lento, durante al menos 30 o 40 minutos, o hasta que las alubias, frijoles o caraotas (llámalas como más te guste) estén tiernas.
Arroz integral
  • Verter en una olla una taza de arroz integral, y cubrir con tres tazas de agua caliente. Dejar hervir hasta que esté blando, tardará de 30 a 40 minutos. Agregar sal a gusto.
Plátano dulce
  • Cortamos dos plátanos machos que estén bien maduros en trozos o lonchas como más nos guste.
  • En una olla o sartén agregamos 2 cucharadas de aceite de oliva (o girasol), 2 cucharadas de azúcar moreno integral de caña y una pizca de sal. Revolvemos bien y agregamos los trozos de plátano. Doramos a fuego medio, con cuidado que no se nos queme, pero que quede dorado y frito por todas partes el plátano.
  • A continuación añadimos la pizca de clavo, la pizca de canela y los dos vasos de agua, junto con otras 2 o 3 cucharadas soperas más de azúcar moreno. Removemos bien y dejamos hervir tapada la olla o sartén, hasta que el plátano esté blando y el líquido se haya caramelizado.
Es muy agradable servir este plátano dulce con queso tipo Feta, por ejemplo, para el contraste dulce y salado.

"Carne mechada"
  • Sofreír en una sartén la carne vegetal de nuestra elección o la que hayamos preparado nosotros mismos hasta que esté dorada y caliente.
Acompañamientos
  • Si lo deseamos podemos agregar a la presentación del plato un huevo frito y unas lonchas de aguacate recién cortado y con unas gotitas de limón para que no se oxide.
Presentación
  • Acomodar con gracia las distintas preparaciones: caraotas o alubias negras, arroz blanco o integral, plátano frito o caramelizado y carne mechada;  y como dije antes... si lo deseas puedes añadir el huevo frito, el aguacate y un poco de queso fresco o queso tipo Feta.


Hoy quiero mandar un abrazo cariñoso y hermano, muy grande, a cualquier venezolano que pueda llegar a leer este receta; sabed que aunque sea mi versión vegetariana, la he preparado con todo mi amor. Besos y nos vemos la semana que viene.

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Lasaña en mi olla vegetariana

jueves, 12 de abril de 2018





En Pinterest y en muchos blogs, tanto anglosajones como hispanohablantes, se está poniendo de moda esto de cocinar todo en un solo recipiente; pues entre otras cosas, es el concepto de cocina más práctico del mundo. Pones todo dentro de la olla, cocinas, y como en este caso, hasta lo llevas a gratinar al horno... y después lo sirves en la mesa de una manera rústica y, os aseguro, que se os hará la boca agua. No solo por el aroma tan rico que desprende esta lasaña, sino también por el sabor tan delicioso y agradable.

Lo más importante, para realizar este plato es que la olla que uséis sea resistente al horno, pues el último paso, gratinado, lo haremos ahí. Para ello lo mejor es usar una Cocotte, pero yo no tengo, así que usé esta linda olla de metal, recubierta de cerámica por dentro, que mi marido me regaló hace muchos años, y que es una maravilla, de usar y de limpiar.



Comer lasaña lo asocio a día de fiesta, la suelo preparar mucho más en invierno, que en verano, claro está, pues a pesar de ser un plato vegetariano (en mi caso), es calórico, caliente y muy contundente, por lo que en verano no es tan apetecible, pero esta primavera está siendo muy fresquita y lluviosa, al menos por estos lares, por lo que el domingo pasado se me ocurrió preparar esta ricura.

Creo que no hay otra receta que venga más como anillo al dedo para este blog, que esta estupenda lasaña en olla... haciendo honor al nombre de tan humilde sitio internauta... Ha sido la primera vez que la preparo así, en olla, pero desde ya os digo que no será la última, es facilísima, práctica y queda muy vistosa, por lo que te ahorras un montón de trabajo.

No es la primera lasaña que hago para el blog, ya tengo otras tres que os dejo aquí el enlace por si os apetece probarlas: la clásica lasaña a la boloñesa vegetariana (con soja texturizada), una riquísima lasaña vegana de tofu y shiitake (novedosa y fácil de preparar), y una sencilla y exprés lasaña vegetal (con verduritas variadas, ya sabéis, las que tengáis en el frigorífico ese día).

Creo que la lasaña es un plato universal que gusta a casi todo el mundo, por eso, si os animáis aquí tenéis 4 versiones para variar cada fin de semana... ¿y a vosotros os gusta la lasaña?



Ingredientes:
- 3 o 4 dientes de ajo.
- 1 cebolla roja, blanca o de Figueras.
- 1 zanahoria.
- 2 ramas de apio.
- 1/2 pimiento rojo.
- 1 taza de proteína de soja texturizada (hidratada).
- 1 lata de tomate triturado al natural.
- 250 gr de bechamel vegana.
- 250 gr de rodajas de mozarrella fresca (o si queréis que sea vegana, ponedle tofu fresco).
- Sal, pimienta negra recién molida, aceite de oliva, una cucharadita de azúcar moreno, orégano, albahaca (si son hierbas frescas mejor), una pastilla de caldo vegetal y un chorrito de salsa de soja.
- 20 láminas para hacer canelones, o 10 láminas de lasaña.

Preparación:

  • Lavamos y picamos en brunoise, trocitos pequeños, todas las verduras: cebolla, ajo, apio, pimiento rojo y zanahoria. Las ponemos a sofreír en la olla que hayamos elegido, hasta que veamos que la cebolla comienza a transparentar.
  • A continuación, agregamos la soja texturiza escurrida, que habremos hidratado con agua hirviendo, al menos por media hora. Damos unas vueltas para mezclarla con las verduras y es el momento de agregar las especias y saborizantes: pastilla de caldo vegetal en trocitos, salsa de soja, un poco de sal, pimienta negra recién molida, orégano y albahaca secos. 
  • Añadimos el tomate triturado y una cucharadita de azúcar integral de caña, para corregir la acidez del tomate. Integramos bien, bajamos el fuego al mínimo y dejamos hervir la salsa por unos 20 o 30 minutos. 
  • En este punto, sacamos de la olla la mitad de la salsa, en un recipiente a parte y colocamos una capa de placas de lasaña o de canelones, un poco de mozzarella rallada y volvemos a cubrir con parte de la salsa que habíamos sacado. 
  • Tapamos, otra vez, toda la olla con placas de lasaña y mozzarella y cubrimos con el resto de la salsa de tomate y una taza de bechamel vegana (ahora os explico cómo hacerla).
  • Cubrimos con rodajas de mozzarella fresca, albahaca fresca si tenemos también y orégano (al gusto). Llevamos al horno, precalentado a 180ºC, para terminar de cocer la pasta, durante 25 a 30 minutos. Sacamos y servimos directamente de la olla.
Para hacer la bechamel vegana
  • En un cazo ponemos una cucharadita de margarina vegetal, cuando esté derretida agregamos una cucharada sopera de harina de trigo, una pizca de sal, una pizca de pimienta blanca y una pizca de nuez moscada. Integramos bien, la grasa de la margarina con la harina y las especias.
  • A continuación, añadimos un vaso de leche de soja (sin azúcares añadidos), y removemos con unas varilla metálicas a fuego medio hasta que la bechamel espese y hierva por unos minutos. 


¿Qué... os he convencido con esta receta? ¿Os animáis a prepararla... os ha parecido novedosa? Ah...!! Se me olvidaba, os recomiendo servirla en boles individuales que es mucho más lindo y aún más práctico... ¿qué decís? Espero vuestras opiniones y nos vemos muy prontito, gracias por venir y por preparar mis recetas.




photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Spaghettata di Mezzanotte

jueves, 5 de abril de 2018


Espaguetis de medianoche... cuentan los italianos que cuando se te hace tarde, y el hambre apremia, no hay nada mejor que un buen plato de espaguetis sencillos, con pocos ingredientes y que tardas en hacer, lo que tarda en cocerse la pasta, "al dente", eso sí. 



Hace un tiempo, me trajeron de Roma, un botecito con una mezcla de especias muy singular y al más puro estilo italiano... y qué creéis que podía hacer con ella para mostraros... pues este rico, rápido y gustoso plato de pasta... eso sí, por favor, que sean espaguetis!! Los amo, y siempre están presentes en mi despensa... y desde hace ya bastante tiempo, integrales, por el tema de que aportan más nutrientes y fibra de la buena... ¿te animas a compartir conmigo un plato "di spaghettata di mezzanotte"?, pues ven a mi cocina que te invito... 



Te confieso algo... antes de pasar a mayores, esta mezcla de especias es picantona y aporta mucho "rock and roll" al plato... pero creo que por eso mismo la usan los italianos, por el sabor y el puntito picante que da a la receta... que de otro modo, quedaría insulsa y prácticamente sin gusto.

En concreto mi "bote mágico" contiene: láminas de ajo seco, perejil seco, albahaca seca, tomate seco, sal y el ingredientes infaltable... peperoncino o guindilla picante. 

Algo fundamental, que ellos mismos apuntan, es que cuando haces este tipo de recetas la calidad de los ingredientes deben ser excelentes, pues son tan pocos que han de estar bien elegidos. Así, que anímate, compra un buen paquete de espaguetis, un buen queso parmesano o pecorino... y hazte tu propia combinación de especias y a disfrutar se ha dicho...



Ingredientes: 
- Espaguetis integrales o normales pero de buena calidad.
- Mezcla de especias italianas.
- Pasta de tomate concentrada (la mía ecológica).
- Un buen aceite de oliva virgen extra.
- Un poquito de sal.
- Montones de queso parmesano recién rallado (o pecorino).

Nota: no te doy cantidades, pues depende del número de comensales que seáis ese día... 

Preparación: 

  • Pon una buena olla con agua a hervir, y cuando llegue a punto de ebullición echa los espaguetis y cuécelos el tiempo que te indique el fabricante. En mi caso eran 10 minutos, porque usé espaguetis integrales que tardan más en hacerse que los normales.
  • Mientras se cuece la pasta... en otra olla, ponemos varias cucharadas de aceite de oliva virgen extra y una o dos buenas cucharadas soperas de tu mezcla de especias italianas. Calienta y agrégale, a tu gusto y si la tienes. no es absolutamente necesaria, pero sí le dará aún más sabor al plato, una buena pasta de tomate concentrado. Mezcla todo y cuando la pasta haya hervido y esté al dente... la escurres y la mezclas con el resto de los ingredientes. 
  • Antes de ir a la mesa, ralla un buen puñado de queso parmesano o pecorino sobre tu plato y listo...
Solo te doy un consejo... ojo con la sal que le echas al agua de cocer la pasta, pues el concentrado de tomate y la mezcla de especias ya llevan sal incorporados y puede ser... que si te pasas, el plato te quede salado y lo arruines. 

Solo me queda desearte, buon appetito!!!




Nos vemos la semana que viene con otro plato rico, saludable y sencillo, ¿te apuntas?

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...