Ensalada de sandía con feta

jueves, 30 de junio de 2016



Esta refrescante ensalada resulta ideal para el verano. Además no te llevará más de 10 o 15 minutos prepararla. Para la cena o como entrante a mediodía es un plato ligero y sencillo que da pie a poder "pasarnos" con el segundo; aunque con estos calores tampoco dan ganas de comer mucho más...

La sandía es una fruta sin apenas calorías, posee vitamina C y antioxidantes como el betacaroteno y el licopeno. Además, por su alto contenido en agua es muy diurética, por tanto, es antiinflamatoria también pues nos ayuda a evacuar los líquidos que inflaman nuestro cuerpo. ¿A quién no le gusta la sandía...? Pues en ensalada es una forma original y diferente de comerla, así hacemos de ella un entrante y no un postre... como estamos acostumbrados.





Con esta ensalada, mi segunda aportación de este verano, participo en #Ponunaensalada2016 que organiza Sugg-r and some Salt con la colaboración de MakroKoldo Royo & Afuegolento.comCoc-korikóLafioreQuely,AubocassaSantiveriLarousse Editorial y Un huerto en mi balcón.



Ingredientes:
- Una tajada de sandía.
- 200 gr de queso feta.
- Rodajas de rabanitos.
- Rúcula y canónigos frescos.
Vinagreta: 2 cucharadas de zumo de limón, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita de mostaza de Dijon o a la Antigua, sal y pimienta negra recién molida.

Preparación:
  • Cortamos la sandía a cuadraditos sin piel ni semillas.
  • Cortamos el queso feta también a cuadraditos similares, en tamaño, a los de la sandía.
  • En una fuente o bol colocamos las hojas de canónigos y la rúcula. Encima ponemos los cuadraditos de queso y sandía. Además de las rodajitas de rabanito.
  • En un bote pequeño emulsionamos los ingredientes de la vinagreta. Vertemos ésta sobre la ensalada, mezclamos y a disfrutar.


Aviso que la próxima publicación no será el lunes como es habitual sino el martes día 5 de julio, pues tenemos reto de Cooking the Chef. Hasta entonces... besos y sed felices!!!







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Hummus de frijoles negros.-

lunes, 27 de junio de 2016




El otro día había hervido unos frijoles negros, después de tenerlos en remojo toda la noche, con la intención de hacer unas hamburguesas vegetales... pero, lo confieso, me entró una pereza increíble y después de tres días en la nevera... pensé que había que darles algún uso a esos frijolitos pues, al final, los iba a tener que tirar... y no está la cosa para eso. Así que como mi intención era hacer un picoteo para la cena... se me encendió la bombilla y los frijoles que iban a ser hamburguesas acabaron siendo hummus.. .y éste es el resultado.

Sin palabras.. tenéis que probarlo: ¡¡URGENTEMENTE!!



Ingredientes:
- 2 tazas de frijoles negros cocidos en casa o de lata.
- 3 cucharadas de tahini, si no tenemos como me pasó a mi lo sustituimos por 3 cucharadas de sésamos tostado.
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Zumo de un limón.
- 1 diente de ajo.
- Sal, comino, pimienta blanca, pimentón dulce, picante o agripicante, como más os guste.



Preparación:
  • En primer lugar, para que no os pase como a mi que se notaba un poco el crujiente del sésamo, dentro del hummus, lo molemos en le molinillo de café hasta que parezca una harina. O bien, si tenéis tahini mucho mejor, pues os ahorráis este paso.
  • Después escurrimos bien los frijoles y los batimos con el resto de los ingredientes en un procesador de alimento o con la túrmix.


Así de simple, pero espectacular.









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Ensalada de mijo al estilo tabule.- #ponunaensalada2016

jueves, 23 de junio de 2016



Rosilet de Suggar and some salt, vuelve a la carga con el reto más esperado del verano #ponunaensalada2016.


Cómo no quería perderme la oportunidad de participar en este evento, mi cabeza no dejaba de penar qué ensalada podría preparar y se me ocurrió la idea de hacer algo parecido al tabule pero usando algún otro cereal... la quinoa me parecía muy vista, aunque es un cereal magnífico, pero el mijo, en esta ocasión, me pareció más atractivo e interesante, además de ser un cereal buenísimo y poco usado en la cocina... así que vamos a poner de moda el mijo, ¿qué os parece?

Quizás no sea la ensalada más innovadora del mundo... pero estaba como dice una que yo me sé: "pá reventá de buena", jajaja!!


Ahora que el calor aprieta y que no dan ganas de estar mucho tiempo en la cocina, ensaladas de este tipo son lo que más gustará a todos, además la puedes hacer añadiéndole lo que tengas en casa... sin complicarte la vida y salir corriendo si es que te falta algo de lo que yo doy en mi lista, a continuación.


Ingredientes:

- 1/2 taza de mijo.
- 1 taza de agua.
- 3 pimientos dulces de colores: rojo, naranja y amarillo.
- 1/2 pimiento verde tipo italiano.
- 1/2 cebolla.
- 1/2 pepino (opcional).
- 1 tomate.
- 10 hojas de hierbabuena fresca.
- Un buen manojito de perejil.
- Aliño: zumo de un limón, 3 o 4 cucharadas de aceite, sal, pizca de canela, pizca de comino y pizca de pimentón dulce de la Vera. 
- Hojas de lechugas para acompañar (éstas son de hoja de roble de mi huerto).

Preparación:
  • Para que el mijo salga suelto lo que tenemos que hacer es rehogarlo solo, sin aceite en la olla hasta que comience a dorarse, por más o menos unos 5 minutos. Después lo cocemos con el doble de agua que su volumen durante 15 minutos. Lo apartamos del fuego, lo removemos con un tenedor y lo enjuagamos bien bajo el chorro de agua fría dentro de un colador grande. Debemos dejarlo escurrir bien toda el agua y que se seque un poco antes de mezclarlo con el resto de los ingredientes de nuestra ensalada.
  • Mientras hacemos el aliño mezclando el aceite, el zumo de limón y las especias junto con la sal. 
  • También cortamos las verduras bien pequeñitas y al tomate lo pelamos y le quitamos las semillas antes de cortarlo en cuadraditos pequeños. 
  • Mezclamos el mijo y las verduras, junto con el aliño en un bol grande y lo llevamos al frigorífico al menos por 1 hora. Para que todos los sabores se integren y la ensalada esté bien fresquita a la hora de comerla.
  • Servimos en un plato bonito con hojas de lechuga fresca, la mía era hoja de roble de mi huerto.










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Ensalada a la chilena.-

lunes, 20 de junio de 2016



Hacía tiempo que quería preparar esta ensalada y hacer un post con ella en el blog. No porque sea nada del otro mundo, con ingredientes raros o preparaciones largas e imposibles, no; sino porque en la sencillez está el buen gusto de esta ensalada tan fresca y veraniega que en Chile comen casi a diario. Lo sé porque durante más o menos cuatro años tuve dos buenos compañeros de trabajo. que eran chilenos y la comían día sí y día también... Además, nos invitaron muchísimas veces a comerla y compartirla y desde entonces, es casi un clásico del verano en mi mesa.

Aprovechando que las chicas del Recetario Mañoso habían propuesto un productazo como es el tomate rosa de Barbastro, Quería preparar un plato donde el tomate fuera el protagonista y no se me ocurrió mejor forma de comerlo que en esta ensalada. 






Seguro que os gustará porque es muy rica y agradable: 1) porque el tomate va pelado y 2) porque la cebolla se remoja antes y se le quita la bravura con agua caliente... así que a la hora de comerla no sentimos ni la "incómoda piel del tomate" (para algunos, a mi no me importa), ni el picor característico de la cebolla cruda... Así que ya sabéis a preparar ensalada a la chilena que es muy sana, fresca y sirve para acompañar cualquier plato del verano... 

Su nombre de ensalada a la chilena, lo recibe seguramente, por la coincidencia de colores que tiene la ensalada (rojo el tomate y blanco la cebolla) con la bandera de Chile. Así de simple.




Ingredientes:
- 2 tomates rosa de Barbastro (tienen la piel tan fina, "piel de doncella", le dicen... que no los pelé, a pesar de que la chilena original lleva los tomates pelados).
- 3 o 4 cebollitas tiernas de mi huerto.
- Perejil o cilantro frescos.
- Sal y pimienta negra recién molida. 
- Aceite de oliva virgen extra.

Preparación:
  • Lavamos y cortamos los tomates en cubos, rechazando las partes que no estén en buen estado y el pedúnculo. Vamos poniendo los pedazos de tomate sobre una fuente bonita.
  • Cotamos la cebolla en juliana muy fina y la remojamos muy bien en agua caliente durante unos minutos, frotándola suavemente entre las manos para que suelte su sabor fuerte. La asacamos del agua y la secamos bien en un paño de cocina limpio, para que pierda todo el agua.
  • Colocamos con gracia la cebollita sobre el tomate y salpicamos con una lluvia de perejil fresco finamente picado. 
  • Aliñar con sal, usé rosa del Himalaya y aceite; también podemos moler un toque de pimienta negra justo antes de llevarla a la mesa, o bien, colocar todo en la mesa y que cada comensal se aliñe en su plato. Lo mejor para disfrutar plenamente de esta ensalada es que una vez preparada en la fuente y, antes de aliñarla, la tapemos con film y la dejemos una media hora en el frigorífico para que los vegetales se enfríen bien. Después, la sacamos aliñamos y la llevamos a la mesa. 
Esta ensalada es tan popular en Chile que hasta el poeta chileno, Pablo Neruda, en su Oda al tomate, le dedicó unos versos. Os aconsejo que lo leáis en mi antigua entrada...









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Mermelada fresca de albaricoques.-

jueves, 16 de junio de 2016





Me encanta la mermelada, pero odio las mermeladas industrializadas llenas de azúcar y conservantes... A veces, compro una mermelada ecológica que venden en Aldi, que es de naranja y zanahorias que está riquísima y es fantástica para acompañar platos dulces y salados. Pero hoy me he puesto a hacer mi propia versión de, totalmente a mi gusto, de la mermelada de albaricoques que es la más me gusta con diferencia.


Perfil creado por Inmaculada Frías


Esta mermelada que os muestro hoy no os durará un año, en la despensa, no... pero es tan ligera, aromática, sabrosa y yo diría que hasta refrescante que a todos les encantará. En esta mermelada se nota perfectamente el sabor y el olor de la fruta y, el azúcar, es algo secundario, pues no está para nada dulzona e incomestible. 




Es muy fresca y suave al paladar y con cualquier acompañamiento, como por ejemplo, unos trocitos de queso Feta... os moriréis de placer, os lo aseguro.

Se puede tomar en el desayuno o como acompañamiento de unas tostadas en una tabla de quesos... así estará espectacular... probadla y ya me contaréis. 

No me queda más remedio que ponerme el delantal y empezar a cortar fruta... pues a mi cocina ha llegado la mejor época del año... cuando hay abundancia de género y debemos hacer previsión para más adelante.





Además, quiero aprovechar esta fruta de temporada para darle la bienvenida al verano de la mano de Inmaculada y su II Reto "Las cuatro estaciones": el verano.




Un detalle antes de seguir... cuando se trata de hacer mermeladas caseras, casi siempre uso azúcar blanco refinado... ya sé que alguno me puede decir que no es muy sana que digamos... pero como tenemos que usar azúcar sí o sí prefiero usar ésta, el azúcar integral de caña puede llegar a teñir mucho el resultado final y cambiar el sabor  y la textura de la mermelada, además de ser mucho más cara, por eso, en este caso considero que está injustificado su uso. Entonces, la reservo para cuando hago repostería, que ahí si que da buen sabor, aroma y color a mis bizcochos...




Ingredientes:
- 1,5 kg de albaricoques maduros.
- 500 gr de azúcar.
- Zumo de 1/2 limón.
- 250 ml de agua.
- Botes esterilizados con tapas nuevas.




Preparación:
  • Limpiamos muy bien los albaricoques bajo el chorro de agua fría. Frotándolos entre las manos con delicadeza. Les quitamos las impurezas, los cortamos en cuartos y desechamos los huesos.Una vez limpios los pesamos y así usaremos la mitad de su peso en azúcar. Yo puse menos, pues no me gustan las mermeladas excesivamente dulces. 
  • Colocamos los albaricoques en una olla y les añadimos el agua y el zumo de limón. Los hervimos a fuego medio durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
  • A continuación, les añadimos el azúcar, removemos bien para que se integre y se disuelva y mantenemos la olla hirviendo, removiendo de vez en cuando, durante otros 20 minutos o hasta que la mermelada adquiera la consistencia adecuada. Recordad que una vez que la mermelada enfríe se volverá más espesa y consistente.
  • Cuando se haya terminada de hacer, si vemos que tiene muchos trozos grandes de albaricoques, la podemos pasar por la batidora, para que quede más fina. Yo en esta ocasión así lo hice.
  • Ahora, vertemos la mermelada caliente en los botes que ya habremos esterilizado previamente. Los cerramos bien y los colocamos boca abajo para que se haga el vacío. Es recomendable dejarlos en esta posición durante 24 horas. 
  • Para esterilizar los frascos de vidrio se hace de la siguiente manera: primero los lavamos bien con jabón y un estropajo, tanto frascos como tapas. Los aclaramos y los ponemos a hervir en una olla durante 10 minutos. Deben estar totalmente cubiertos de agua. En el fondo de la olla es conveniente colocar papel de cocina o bien, un paño limpio de algodón para que al hervir los frascos, si golpean con el fondo, no ser rompan.
  • Una vez hervidos, los sacamos y los dejamos secar boca abajo, tanto las tapas como los frascos, sobre un paño limpio de cocina, hasta que vayamos a meter la mermelada caliente.










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