Mermelada de fresas y chía (sin azúcar)

jueves, 28 de marzo de 2019




Esta mermelada sabe a fresas!! Y pensaréis, qué cosa más tonta nos cuenta hoy Pilar... pero es que es así; no he probado otra mermelada que sepa realmente a fresas y que no tenga una sola caloría de más... pues está hecha sin azúcar. El aporte de dulce es tan mínimo que solo sirve para quitarle un poco la acidez a las fresas y poco más. Pero os aseguro que es todo un placer morder una tostada con esta mermelada sobre la margarina... Mmm... se me hace la boca agua de solo pensarlo.

No es la primera mermelada de fresa que publico en el blog, también publiqué hace años ésta, siguiendo una receta de Jamie Oliver, que también funciona bastante bien y que repetí hasta la saciedad, por aquella época. Pero ahora, os vengo con esta versión, algo más ligera y saludable, pues estoy intentado reducir el consumo de azúcar en mi dieta, no por nada en particular.... bueno sí, por qué no decirlo, porque quiero bajar un poco de peso...

El caso es que el mes pasado me hicieron una analítica completa y estoy estupenda en todos los aspectos, hasta el médico me felicitó por mis niveles en colesterol, por debajo de la media y étc. Si , estoy muy bien por dentro, pero me dijo que quizás, por mi estatura debía perder unos cuantos kilitos de más..., pero amigos... yo sé perfectamente cómo se pierde eso: haciendo más ejercicio y no siendo tan sedentaria, como me he vuelto últimamente, así que tengo que poner manos a la obra, ahora que viene el buen tiempo y los días son más largos... porque durante el invierno mi nivel de ejercicio ha sido nulo... es más, rozando el sedentarismo más absoluto, y mira que contándoos esto, me estoy echando yo misma a los leones, quizás, pero así es la vida y hay que contarla como viene y afrontando, cada uno, nuestra propia realidad, ¿no os parece?

En fin, que como estamos en plena temporada de fresas y este año están buenísimas, el otro día me compré una cajoncito de 2 kilos de rosas, frescas, jugosas y turgentes fresas, de las cuales utilicé unas cuantas para hacer esta mermelada que tenía muchísimas ganas de probar, y definitivamente, se queda conmigo, por eso he querido compartiros la receta, a ver si también consigo que se quede contigo...

Las semillas de chía están de moda, pero para un vegetariano o vegano, eso no es nada novedoso, pues debemos incluirlas en nuestra dieta casi a diario; y aunque tú no seas vegetariano, no te deberías privar de este pequeño "gigante". Estas pequeñas bombas de vitaminas, minerales y ácidos grasos Omega 3,  ayudan a combatir la grasa y regular el peso corporal. Además, no contienen gluten, tienen antioxidantes  y son una gran fuente de fibra. Entre otras propiedades.

Y a ti,  ¿te gusta la mermelada? ¿Sueles hacerla o la compras envasada? Espero que me cuentes si te atreverías a probar la mía... te digo que está para agarrar el tarro y no parar, a cucharada limpia.



Ingredientes:
- 3 tazas de fresas lavadas y picadas.
- 2 o 3 cucharadas de sirope de Arce (Maple sirup).
- 2 cucharadas de semillas de chía.
- 1 cucharada de zumo de limón recién exprimido.

Preparación:
  • Más fácil no puede ser... lavamos y secamos las fresas, las cortamos en trocitos, desechando el pedúnculo verde y las machamos con un tenedor o prensa-patatas (de los que usamos para hacer puré). A mi me gusta que queden algunos trozos.
  • Introducimos el puré de fresas en un cazo, agregamos el sirope y el zumo de limón y llevamos a ebullición de 3 a 5 minutos.
  • Retiramos del fuego, agregamos las semillas poco a poco y removiendo bien y dejamos reposar la mermelada durante 15 o 20 minutos, para que las semillas se hidraten bien.
  • Vertemos la mermelada en uno o dos tarros de vidrios limpios. Cerramos y enfriamos en el frigorífico. Dura perfectamente de 5 a 7 días, siempre refrigerada.

Vamos, a atrévete a probarla y me cuentas la semana que viene, que me haría mucha ilusión... besos y hasta pronto, amigo, nos vemos en siete días.

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Dulce de leche vegano (2 ingredientes)

jueves, 21 de marzo de 2019


Tus meriendas no volverán a ser lo mismo, te lo aseguro. No hay cosa que me guste más que comerme una fruta a media tarde, ahora que empiezan los días más largos, y si le añadimos un toque dulzón, y sin remordimientos, pues mejor que mejor. Digo sin remordimientos, pues hacer este dulce de leche o sucedáneo de dulce de leche... sin azúcar y sin leche es todo una novedad y además, con un plus de energía y sabor.

A mi marido le encanta el dulce de leche, como buen argentino que es..., pero no lo come tanto como quisiera, pues yo no lo compro, jajaja! Sí, es cierto que está delicioso, que es adictivo y que una vez lo pruebas, no te resistes a comer solo un poquito... así, que para no tentar a la glotonería, no se compra tan a  menudo y problema resuelto. El caso es que uno de eso días, que andaba buscando inspiración, me topé con este vídeo y enseguida quise hacerlo, y no contenta con eso, vi este otro y ya la tentación fue tan fuerte que caí rendida a este magnífico dulce de leche o de dátiles, al que no podrás decir que no, ya verás. Al final hice un mix entre ambas preparaciones y quedó un dulce magnífico, nada empalagoso y que duró una semana en la nevera, en perfectas condiciones.

Esta receta no tiene ninguna complicación, así que tienes que probarla, para darte un gustito, que te aseguro que no te arrepentirás, en serio... te doy mi palabra. Hasta un argentino bien gaucho como mi marido, le dio el visto bueno, así que por algo será.



Ingredientes:
- 300 gr de dátiles remojados y sin huesos.
- 200 ml de leche de almendras.
- Pizca de sal rosa del Himalaya (opcional).
- Pizca de canela molida (opcional).
- Chorrito de aroma de vainilla (opcional).

Preparación:
  • Remojamos los dátiles durante unos 30 minutos en agua tibia. Después, los escurrimos y les sacamos los huesos. 
  • Los procesamos en un robot de cocina potente o con tu batidora de toda la vida, junto con la leche de almendras. Opcionalmente, podemos añadir, la pizca de sal, que potenciará los sabores y la canela, junto con la vainilla que le aportarán sabor y aroma. Pero repito, que son opcionales, úsalos o no, según te convenga.
  • Tritura todo muy bien hasta tener una pasta homogénea, que llevaremos, posteriormente, a ebullición, sin dejar de remover durante 10 minutos, al fuego. 
  • Por último, vertemos nuestro dulce de leche vegano en un bote de cristal limpio y seco y guardamos en la nevera durante una semana. 


Os dejo con esta presentación de merienda, saludable, a más no poder y os deseo feliz semana, con este inusual y diferente dulce de leche... ¿qué mejor forma de comenzar la primavera...?

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Fideuá con alga dulse

jueves, 14 de marzo de 2019



Esta es de esas recetas que las haces y no son para el blog, pero, también es de esas recetas, que quedan tan ricas que ya por la rutina de fotografiar todo lo que pones en el plato... acabas por publicar, pues sinceramente, merece la pena probarla. Es rápida, fácil y muy nutritiva, además de sabrosa, por lo que os la recomiendo.

Es también, de esas recetas que sueles hacer el domingo a mediodía, ya tarde, antes de que empiecen las pelís "malas" de hacer la santa siesta del domingo... y que abres el frigorífico y la despensa e improvisas totalmente, pues no la tenías planeada, para nada, y al final quedas satisfecha con el resultado... y te ves, en menos de 30 minutos con dos súper platos y dos ensaladitas, bien apañadas, en la mesa y lista para pasar la tarde dominguera, sin que nadie se atreva a molestarte... jajaja!

Y, ojo, con presentar una fideuá sin ali-oli, porque eso no es fideuá, ni ná... este ali-oli lo haces en 0,2 segundo y es vegano, no cuesta ni 0,2 céntimos y está perfecto, por eso no lo puedes obviar, así de simple...

Pin, pan, pun... y en un tris tienes la comida resuelta; para mí las fideuás, son mi As en la manga, literalmente, cuando tengo prisa por ir a la mesa y no muchas ganas de cocinar, hago fideuá y todos felices.

Y tú, ¿qué tal te llevas con la fideuá? ¿Te gusta? ¿La sueles hacer o eres más de paella? ¿Cuál es tu As en la manga de la cocina del día a día? Cuéntamelo, que me apetece mucho saberlo.



Ingredientes:
- 300 gr de fideos mediano.
- 1 cebolla.
- 4 dientes de ajo.
- 1 tomate rallado.
- 1/2 taza de soja texturizada fina.
- Un buen puñado de alga dulse.
- 1 pastilla de caldo vegetal biológico.
- 3 tazas de agua caliente o caldo de verduras.
- Aceite de oliva, sal y toque de pimienta negra recién molida.
- 1 hoja de laurel.

Ali-oli vegano:
- 100 ml de leche de soja sin azúcares añadidos.
- 200 ml de aceite de girasol.
- 1/2 cucharadita de sal rosa del Himalaya.
- 1 buen diente de ajo.

Preparación:
  • Primero, preparamos el ali-oli, del mismo modo que te expliqué hace años la veganesa, pero con los ingredientes que te he indicado más arriba. Una vez hecha, te recomiendo que la guardes un ratito en el frigorífico.
  • Ahora comenzamos con la fideuá. En la sartén o paellera limpia, sin aceite, donde la vayamos a hacer, echamos los fideos y los tostamos a fuego medio-lento, hasta que se vean dorados y crujientes; tenemos que removerlos continuamente con una cuchara de madera para que no se quemen. Este paso nos llevará más o menos unos 10 minutos. Reservamos los fideos dorados en un plato a parte, y nos ponemos con el sofrito.
  • Mientras estamos dorando los fideos, podemos poner a hidratar la soja texturizada en agua caliente o en caldo de verduras.
  • Para el sofrito, colocamos 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, en la misma paellaera donde hemos dorado, previamente, los fideos y pochamos la cebolla en brunoise y los ajos en láminas. Una vez estén doraditos, agregamos el tomate rallado y sofreímos 5 minutos más.
  • Ponemos la hoja de laurel, la soja escurrida, y los fideos. Removemos para integrar todo y vertemos el agua o caldo para terminar de hacer nuestra fideuá. En este momento también añadimos el alga dulse en pedacitos, para que se hidraten con el caldo del guiso y dejen todo su sabor en la preparación.
  • Hervimos a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante unos 10 o 15 minutos, hasta que se haya absorbido todo el caldo y los fideos se vean tiernos.
  • Apagamos el fuego y dejamos reposar durante 10 minutos más, mientras ponemos la mesa, hacemos la ensalada y vamos a comer.
  • Opcionalmente, pero muy recomendable, es ponerle un toque de pimienta negra recién molida y perejil fresco, si tenéis, antes de ir a la mesa.

Las fotos son muy de andar por casa, pero tienen un aire casual, y despreocupado, que, al final, me han gustado y todo... ¿y tú qué opinas? Sé sincero, por fa...

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Hummus de calabaza

jueves, 7 de marzo de 2019





Se pueden hacer hummus de muchos tipos y sabores, conservando la base de garbanzos cocidos o utilizando otra legumbre como hice yo en este hummus de frijoles negros.

A mi me gusta con crudités, con tortillas de maíz, en sándwiches, o acompañando cualquier plato, a modo de topping cremoso, como si se tratara de mayonesa, pero mucho más saludable.

En el blog tengo una gran variedad de hummus, algunos de ellos crudiveganos como este de calabacín o este otro de zanahorias, y más que quiero ir haciendo, pues siempre me gusta tener en el frigorífico, un bote preparado para improvisar un picoteo o una cena ligera. El hummus, una vez te acostumbras a comerlo, es un alimento muy completo y versátil que no debería faltar en tu dieta, pues a parte de estar buenísimo, nos aporta muchos nutrientes de buena calidad y es fácil de digerir, además de combinable con otros alimentos.

¿Qué me dices del hummus? ¿Lo sueles hacer, o lo compras? ¿Te atreves con otros sabores y combinaciones? ¿Te apetece probar el mío?



Ingredientes:
- 400 gr de garbanzos cocidos.
- 350 gr de calabaza asada.
- 1 o 2 dientes de ajo.
- 1/2 taza de agua filtrada.
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 2 cucharadas de tahini o crema de sésamo.
- 1/2 cucharadita de sal rosa del Himalaya.
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce de la Vera.
- 1/2 cucharadita de comino molido.
- 1/2 cucharadita de cúrcuma.
- Un buen chorro de aceite de oliva.

Preparación: 
  • Si tus garbanzos son de bote, lo primero que haremos será enjuagarlos muy bien bajo el grifo de agua y escurrirlos.
  • A continuación, en un procesador de alimentos o con una batidora potente, trituraremos todos los ingredientes, excepto el aceite de oliva, hasta obtener una pasta suave, lisa y homogénea.
  • Ahora, añadimos el aceite en hilo, para emulsionar el hummus y lograr que se vea aún más suave, untuoso y brillante. La cantidad de aceite no la mido, cada uno pone la que le parece adecuada, sin pasarnos, porque después, al servir, siempre me gusta añadirle otro poco de aceite con alguna especia o perejil fresco picadito, si lo tenéis. 


Te espero este fin de semana con un buen hummus, tú traes el pan, ¿qué te parece, te vienes?

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