Quibebe o kibebe.-

jueves, 26 de noviembre de 2015

El quibebe o kibebe es un plato de origen guaraní, con una textura entre sopa y puré. Es muy sencillo y sabroso, pues se hace a base de calabaza (o zapallo como le dicen en Argentina) y queso. Además, dependiendo del punto que le demos, más o menos espeso... puede servirse como primer plato o como guarnición.



El quibebe tiene sus orígenes en Paraguay y el norte argentino y fue adoptado por los criollos en la época colonial; pues era habitual en las mesas de todo el Río de La Plata en la primera mitad del siglo XIX. 




Yo lo conocí a través del programa Master Chef Argentina, pues una de las concursantes que era de  la provincia de Misiones, Patricia Zacarías, lo preparó. Y me imagino que ahora os estaréis preguntando: "¿Qué hace ésta... viendo un programa argentino?"... Jajaja!, pues tiene su explicación. Me encanta MChef y como mi marido es argentino... este verano pasado, cuando llegábamos del trabajo (antes de las vacaciones), como no había nada interesante en la TV (y por la noche es el único momento del día en la vemos un rato... antes de ir a la cama) pues se nos ocurrió que podíamos ver MChef Argentina... y ahí nos veis a los dos, cada noche, buscando el capítulo correspondiente para echar el rato...



Es una preparación muy sencilla y autóctona, pero que nos ha encantado a ambos, por eso, quiero mostrarlo.

La forma tradicional de hacer el quibebe es parecido a un risotto. Ponemos la calabaza cortada pequeñita en una olla y vamos agregando caldo o agua conforme lo vaya necesitando, aunque yo también vi esta otra forma de hacerlo..., más libre, que me encantó y que tiene una pinta deliciosa... así que me dije: 

"Y si hago una fusión... Total, es mi cocina y nadie se va a enterar... jajaja!!"

Ingredientes:

- 1 calabaza entera mediana... yo usé esta preciosidad que veis en la foto.
1 cebolla grande a cubos pequeños.
- 2 dientes de ajo prensados.
- Caldo de verduras casero, de 2 a 3 tazas. La iremos poniendo poco a poco.
- Queso cremoso y mozzarella rallada.
- Sal, nuez moscada, pimienta blanca molida,  azúcar y aceite de oliva virgen extra. Todo a gusto.
- Harina de maíz la cantidad que se necesite. O bien, en otra versión... la que yo usé, 1 lata grande de maíz dulce.
- Perejil fresco picado para adornar.
- Margarina vegetal (de soja era la mia) y pan rallado para la fuente.




Preparación:
  • Primero pelamos y cortamos la calabaza en cubos pequeños.
  • Por otro lado, debemos tener, en una olla aparte, el caldo de verduras caliente.
  • En otra cacerola salteamos la cebolla  y los ajos con 4 o 5 cucharadas de aceite  Cuando la cebolla esté bien cocida y transparente, agregamos los cubos de calabaza, y vamos cocinando con fuego mínimo. Entonces, vamos agregando poco a poco, mientras removemos, el caldo reservado. Es decir, un cazo de caldo, esperamos que evapore y agregamos otro y así hasta que la calabaza esté bien tierna y se vaya deshaciendo. El puré debe quedar muy rústico, pero si os gusta más suave, solo tenéis que ayudaros con un pisa-papas, de eso que sirven para hacer puré.
  • Cuando logramos la textura deseada, agregamos la harina de maíz (de la amarilla no maicena... que es fécula), si no la consigues, puedes usar polenta aunque no es lo mismo. En cuanto a la cantidad, depende de la textura que nos guste más o menos espesa... puede oscilar entre 1/2 taza o solo 3 cucharadas, quedando así la preparación más liviana.
  • Removemos continuamente hasta que logremos la textura adecuada. Si te quieres evitar todo este "rollo" de la harina, solo tienes que hacer como hice yo y que queda fenomenal... usar una lata grande de maíz dulce escurrido y mezclar con el puré y asunto resuelto.
  • Ahora podemos agregar la mozzarella rallada, remover y tapar la olla hasta que se funda, unos 10 minutos... o como yo hice, porque me encantó la idea, que fue: agregar mozzarella rallada y mezclar, verter el quibebe en una fuente para horno untada con margarina y espolvoreada con pan rallado, poner más queso mozzarella por encima y llevar a gratinar unos 5 o 6 minutos hasta que esté doradito. ¡Mmm... perfecto para la cena! Aunque con esta cantidad tuve para tres días... pero no nos importó, pues realmente está delicioso y con el paso de los días se pone más rico.




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Guiso otoñal de azukis con calabaza

lunes, 23 de noviembre de 2015





Hace tiempo mirando una web que me gusta mucho vi este rico y apetecible guiso, así que me dio por prepararlo y el resultado, aquí lo veis, bien sabroso e ideal para esta época, os animo a probarlo. Ya he cocinado y hablado otras veces de la alubia azuki, y he contado sus bondades nutricionales, así que si tenéis curiosidad os animo a leer en mis otras entradas.

La azuki es una alubia muy fina y que necesita una cocción más suave y corta que otras alubias, una vez las hemos tenido remojando toda la noche. Es el único paso que no debes olvidar antes de ponerte a preparar este rico guiso otoñal, pues el resto de ingredientes los tienes en casa seguro.



Ingredientes:
- 250 gr de azukis remojadas toda la noche.
- 300 gr de calabaza a cubos.
- 1 cebolla, 4 dientes de ajo, sal y aceite de oliva.
- 1 pastilla de caldo vegetal biológico.
- Pimentón de la Vera y comino molido (1/2 cucharadita de cada uno).



Preparación:
  • Remojamos las azukis en agua fría toda la noche. Al día siguiente las escurrimos y las ponemos cubiertas de agua en una olla con 1 pastilla de caldo vegetal. Las hervimos hasta que estén blandas, tardarán como 1 hora.
  • Mientras, picamos la cebolla y los ajos y los sofreímos en una sartén. Cuando estén transparentes agregamos la calabaza a cubos junto con las especias y la sal. Damos un par de vueltas y agregamos un poco de agua para que la calabaza se haga prácticamente al vapor. Tapamos la sartén y esperamos a que la calabaza esté hecha. Removemos de vez en cuando.
  • Una vez las azukis estén blandas vertemos la calabaza y hervimos todo junto 5 minutos para que los sabores se integren. Rectificamos de sal y dejamos reposar el guiso unos minutos antes de servir. 





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Nidos de seitán con verduras.-

jueves, 19 de noviembre de 2015



Esta receta salió casi de casualidad. Buscando inspiración se apareció una parecida ante mis ojos y enseguida me puse a prepararla para el almuerzo de un domingo cualquiera.

Ya os he hablado otras veces del seitán y de esta receta para hacer filetes y de cómo poder utilizarlos en multitud de platos... son tan versátiles que siempre me gusta tener congelados para casos así, de urgencia, donde no sabes qué preparar para comer y de repente te sale un plato tan rico, sano y completo. La combinación del suave puré, de las verduritas salteadas al dente y de la carne vegetal con nueces es todo un placer para nuestro paladar y lo mejor es que también lo puedes preparar hoy y mañana, a la hora de comer, enciendes el horno y a la vez que lo calientas lo gratinas... toda una ventaja. Además, también se me ocurre que puede ser una rica opción para compartir con nuestra familia en la próxima Navidad.



Ingredientes:
- 250 gr de seitán casero.
- 1 cebolla y 4 dientes de ajo.
- 1 calabacín.
- 2 zanahorias.
- 4 patatas.
- Sal, aceite de oliva, salsa de soja y perejil fresco picado.
- Queso rallado para gratinar (opcional).


Preparación:
  • Pelamos y troceamos en cubos gruesos las patatas para hervirlas, hasta que estén tiernas, en agua con un poco de sal.
  • Cortamos las verduras y los filetes de seitán en juliana y los sofreímos en dos sartenes a parte. En una ponemos un poco de aceite y dos dientes de ajo prensados con la verdura comenzando por la cebolla y cuando esté transparente agregamos la zanahoria y el calabacín. Sofreímos hasta que estén al dente. 
  • En la otra sartén ponemos los otros dos dientes de ajo prensados y salteamos los filetes de seitán hasta que se vayan dorando. Agregamos la salsa de soja y mezclamos con las verduras que teníamos en la otra sartén.
  • Trituramos las patatas hasta hacer un puré rústico y lo mezclamos con un poco de sal, aceite de oliva y el perejil picado. 
  • En boles individuales hacemos un lecho de puré de patatas con un hueco en el centro, donde depositaremos nuestro relleno de seitán y verduras. Cubrimos de queso rallado y llevamos a gratinar al horno unos 5 minutos.





Tarta de espinacas frescas con cherrys (sin queso).-

lunes, 16 de noviembre de 2015



Una tarta salada y sencilla, que preparé hace un tiempo y que para cualquier día de la semana no está nada mal... con una ensalada y un postre tenemos un almuerzo sano, ligero y magnífico. Os invito a degustarla con los que más os quieren y con los que más queréis...

La combinación de los ingredientes que componen esta tarta salada son toda una explosión de sabor en nuestro paladar y seguro que nadie se resistirá a comer un buen trozo. A vuestros hijos les podéis decir que es la tarta preferida de Popeye... y no dudo que se animen a probarla.

En esta ocasión quise hacerla sin queso para que fuera más ligera y, la verdad, ha sido todo un acierto, pues la levadura de cerveza en copos (o levadura nutricional) le confiere un sabor y un aroma inigualables, además, que estaréis aportando gran cantidad de nutrientes beneficiosos para vuestra salud, como por ejemplo, vitaminas del grupo B; y, por añadidura, la levadura de cerveza también es reguladora del colesterol, cicatriza y cuida la piel, combate el estreñimiento, activa el sistema inmunológico, etc.

Ingredientes de la masa

Ingredientes:

Para la masa integral (base de la tarta)
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 200 ml. de agua filtrada a temperatura ambiente.
- 1 cucharadita de sal marina.
- Harina integral (la que admita la masa) partiendo de 350 gr.

Para el relleno 
- 400 gr de hojas de espinacas frescas.
- 2 cebolla grande a juliana.
- 3 huevos camperos.
- 2 cucharadas soperas colmadas de levadura de cerveza en copos.
- Pizca de sal y unos 12 o 14 tomates cherry cortados por la mitad.


Ingredientes del relleno



Preparación

Preparación:
  • Preparamos la masa mezclando en un bol el aceite, el agua y la sal y vamos añadiendo harina, partiendo de unos 350 gramos hasta obtener una masa suave, homogénea y blandita. 
  • La estiramos con un rodillo y forramos un molde para quiches, previamente untado con aceite de oliva. 
  • Espolvoreamos un poco de harina sobre la base de la masa para evitar que los jugos de las verduras y el huevo empapen la masa demasiado. 
  • Ahora hacemos el relleno, picamos la cebolla a juliana y la sofreímos hasta que esté dorada, pero sin quemarse. 
  • En otra sartén con aceite poco a poco vamos salteando las hojas de espinacas (yo lo hice en tres tandas) hasta que comiencen a ablandarse. Escurrimos sobre un colador para quitarle el máximo de humedad y reservamos. 
  • Batimos los huevos en un bol con una pizca de sal y agregamos las espinacas, la cebolla y la levadura de cerveza. 
  • Mezclamos bien el relleno y lo vertemos sobre la base de la tarta forrada con la masa. A continuación, colocamos los tomates cherry cortados por la mitad y salamos levemente. 
  • Llevamos al horno, precalentado, a 180º C durante 30 o 35 minutos, hasta que el relleno esté cuajado y la masa dorada y crujiente.








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Boniatos especiados al horno.-

jueves, 12 de noviembre de 2015




Una receta fácil y rica donde las haya... Hoy quiero enseñaros esta delicia que me ha conquistado el corazón y el paladar desde que la vi por primera vez en Sweet Potato Soul.

Creo que nunca os había contado que ADORO los boniatos y este año estoy como loca comprándolos, pues están a muy buen precio y quedan riquísimos tanto en recetas dulces como en saladas. Muestra de ello es esta maravilla de plato, que os servirá para acompañar cualquier otra comida o una ensalada como plato único... A mi ya no me faltan en la mesa cuando vamos a comer, por ejemplo, hamburguesas o arroz con verdurtitas al vapor o incluso un plato de pasta... echadle imaginación y veréis que estos aromáticos y sabrosos boniatos serán los aliados perfectos para cualquier día de la semana...

Qué lástima que por aqui no os llegue el increíble olor que desprenden al ser horneados... a coco, especias y sobretodo amor, mucho amor que es el principal ingrediente que NUNCA debemos olvidar en nuestras recetas. 

Ingredientes:

- 3 boniatos grandes.
- 2 cucharadas soperas de aceite de coco.
- 1/4 de cucharadita de cada una de las siguientes especias, pimentón ahumado de la Vera, pimentón picante, pimienta negra molida, comino y canela. 
- 1 cucharadita de sal rosa del Himalaya.

Preparación:

  • Pelamos y cortamos a cubos medianos las tres batatas o boniatos (sweet potatoes en inglés) y las depositamos en un bol grande. 
  • Las mezclamos con el aceite de coco es estado líquido (si está solido por el frío calentarlo levemente a fuego muy lento para que se diluya) y agregar las especias y las sal. 
  • Depositar los boniatos en una bandeja de horno sobre papel vegetal y hornear durante 40 o 45 minutos a 180º C, hasta que estén tierno.

¿A que es fácil y rápido...? Os animo a probarlos, pues os conquistarán al primer bocado como a mí.




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Goulash (versión vegana)

martes, 10 de noviembre de 2015





Desde que hice el cambio de look de La Olla..., me siento en una etapa culinaria muy creativa y activa... no hay día que no cocine e intente preparar algo rico para comer ese día o al día siguiente. Y este otoño me ha dado por investigar en el mundo de los estofados y guisos tradicionales, de los cuales ya tengo un buen número en mi recetario, pues es un plato que en casa, en otoño e invierno nos encanta.

Aunque este año parece más bien que estamos en primavera, más que en otoño... solo nos lo recuerda el cambio de color de las hojas en los árboles y que anochece más pronto... porque a mediodía aún hace calorcillo, estos días... en fin; seguro que de un día para otro da una vuelta el viento y tenemos que sacar los abrigos...

Esta receta la preparé hace unas semanas atrás, pero aún no había tenido la ocasión de presentároslas, espero que la disfrutéis y me contéis qué tal... 

Os dejo un repertorio de algunos de mis estofados,  por si queréis releerlos y probar alguno...



El goulash es un estofado de origen húngaro, parecido al ragú; yo he querido hacer mi versión vegana y os aseguro que estaba espectacular. Lo preparé el viernes para la comida del sábado y así todos los sabores se habían acentuado y entremezclado creando un plato exquisito, que estamos deseando volver a comer. 

Creo que parte del sabor y la textura tan rica que tenía este estofado, venía dada por los escalopines de legumbres que utilicé, pedidlos en vuestra dietética habitual que seguro os lo traen, pues merece la pena probarlos.

Ingredientes:
- 1 cebolla grande.
- 1 puerro.
- 1 o 2 zanahorias.
- 1 pimiento morrón rojo.
- 3 dientes de ajo.
- 1 lata de tomates troceados (unos 400 gr).
- 1/2 l de caldo vegetal.
- 1 cucharadita colmada de pimentón dulce o picante (si te gusta) de la Vera (o también mitad y mitad).
- Sal, comino, laurel, perejil fresco picadito.
- Arroz blanco (opcional) para acompañar.



Preparación:
  • En una olla con 1/2 tacita de aceite de oliva ponemos a pochar, hasta que estén traslúcidos, la cebolla, el puerro y el ajo, bien picaditos.
  • A continuación agregamos los condimentos: pimentón, comino, laurel y sal (el perejil reservarlo para presentar). Y encima echamos los escalopines, las verduras a trocitos (zanahorias en medias lunas y pimiento morrón en cuadraditos). Rehogamos bien todo junto y agregamos el tomate troceado y el caldo vegetal. Dejamos hervir y hacerse bien todos los ingredientes, removiendo de vez en cuando, durante unos 20 o 30 minutos. Probar de sal y apartar. 
  • Si lo vamos a comer ese mismo día haremos, por ejemplo, un arroz blanco para acompañar nuestro goulash. Pero recomiendo dejarlo reposar de un día para otro, pues estará mucho mejor.


Focaccia integral a la genovesa

jueves, 5 de noviembre de 2015





¡Hoy me pilláis, otra vez, con las manos en la masa...!

¡¡Por favor, que alguien quite la harina y la levadura de mi alcance... jajaja!!

Es broma... pues esta focaccia la hice antes del último verano, pero por una cosa y otra me apetecía publicar recetas más frescas y siempre, la pobrecita, se queda relegada en "borradores"; es por eso que las fotos no están del todo bien y aparecen con ese horrible "marco"; es que no encuentro las originales para poderlas editar de nuevo... pero nada impide que la podáis disfrutar vosotros, pues está realmente rica, crujiente y bien aromática.

Últimamente, he aprendido que la mayor parte de los panes y masas como los de pizza o, ésta que hoy os traigo, de focaccia requieren ser amasados durante unos 8 o 10 minutos para que se desarrolle el gluten en la harina.

El tiempo empleado tanto en amasar esta masa como en leudar... lleva tres leudados, bien merece la pena y os aconsejo que la hagáis al menos una vez, sin prisas, cuidando los detalles y respetando los tiempos, pues el resultado no tiene punto de comparación con ningún otro tipo de pan que hayáis probado...

Esta focaccia es "mixta" podríamos decir, pues he usado harina blanca y harina integral mezcladas para hacer la masa y así obtener un resultado magnífico.

No es la primera vez que hago una focaccia (hogaza en italiano), pero el resultado de ésta ha sido excelente y a todos nos gustó mucho.

Por supuesto que no voy a descubrir nada nuevo pues ya sabéis que este tipo de pan plano se puede comer tibio o a temperatura ambiente y es crujiente y aromático por fuera a la vez que esponjoso y blando por dentro.

Acepta multitud de variaciones, hasta hay una versión que lleva una patata cocida en la masa (que quizás pronto haga) y siempre debe llevar hierbas aromáticas por encima, ya sean frescas o secas. Lo que si es optativo es el queso, pues no se trata de una pizza en sí, sino de un pan (hogaza plana) que se puede comer para acompañar aperitivos, quesos, embutidos, o incluso una rica y humeante sopa en invierno.






Ingredientes:
- 300 gr de harina de trigo integral.
- 200 gr de harina de trigo blanca.
- 25 gr de levadura fresca.
- 350 ml de agua a temperatura ambiente.
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra (divido en 2 partes).
- 1 cucharadita de sal fina.



Preparación:
  • En un bol grande mezclamos las dos harinas con la sal. Hacemos un hueco en el centro y desmigamos en él la levadura y vertemos el agua. Comenzamos a amasar con una cuchara de madera o con las manos y echamos 50 ml de aceite de oliva a la masa. 
  • Una vez todos los ingredientes estén unidos vemos que tenemos una masa muy blanda. Es el momento de volcarla sobre la encimera espolvoreada con harina y empezar a amasar, ir agregando poco a poco harina (blanca usé yo) hasta obtener una masa homogénea y lisa. Este proceso nos llevará unos 8 o 10 minutos. 
  • Engrasamos levemente la masa y la metemos en el bol tapándolo con film transparente. Lo dejamos en un lugar libre de corrientes de aire hasta que doble su volumen. De una hora y media a dos. Yo como tenía tiempo lo dejé dos horas. 
  • Sacamos la masa del bol y las desgasificamos. Esto es amasarla sobre la encimera levemente enharinada 1 minuto. Vertemos los otros 50 ml de aceite de oliva en la placa del horno y extendemos la masa con las manos. Dejamos que leude de nuevo otra media hora. Podemos meterla al horno apagado con la luz encendida. 
  • Pasada esta media hora, sacamos nuestra focaccia y le damos los toques finales: con la punta de los dedos la vamos masajeando y haciéndole los hoyuelos característicos de este tipo de pan. Entonces, esparcimos por encima sal gruesa, no demasiado y las hierbas aromáticas que más os gusten. La dejamos de nuevo leudar (es el tercer leudado) durante otra media hora. Tapada con un paño limpio de cocina. 
  • Encendemos el horno mientras tanto y lo calentamos a 2oo º C. 
  • Ahora sí, pasada esta última media hora metemos nuestra focaccia en el horno unos 15 o 20 minutos a 200º C, hasta que se dore. Un cosejo importante es que la pulvericemos con agua, y también el horno para que nuestra focaccia sea más jugosa por dentro. 
  • Un detalle importante también es que para que sea más crocante, al sacarla del horno debemos depositarla sobre una rejilla hasta que se enfríe.

Focaccia integrale alla genovese







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