PESTO en dos variedades

jueves, 30 de mayo de 2019


Aunque no lo creáis, la salsa de pesto siempre me ha dado "miedo" a hacerla en casa... o, cómo decirlo, en realidad, es que creía que era más fácil agarrar un tarro del supermercado y listo. Sí, para qué os voy a engañar, cuando estás haciendo la compra y ves los tarros de pesto en la estantería, si te gusta tanto como a mí, lo normal es que te sientas tentada a echar uno o dos botes en el carro... pero amigos, os cuento una cosa: hacer salsa de pesto, es lo más fácil que nunca hayas probado en a hacer en la cocina, y queda 100 veces más rica que la de bote, además tienes la posibilidad de ser creativo/a y hacerlo con distintos ingredientes, frutos secos o semillas, con queso o sin queso (si eres vegano) o con tomates secos, si quieres probar un pesto rojo para emocionarte de lo bueno que está... en fin, que no le tengas miedo, como yo le tenía y lánzate a hacer tu propia versión, te aseguro que no te arrepentirás.

La confirmación de que el pesto es fácil y rico, además de más barato, si lo haces en casa, la he descubierto al preparar mis Batch Cooking semanales. Cada vez estoy más enganchada a este sistema de cocina y de comidas semanales, así que ya estoy preparando una entrada para hablaros más de mi experiencia y detalles, con respecto a este método que ya os muestro, habitualmente, por Instagram, cada semana.

Hojas de zanahorias


Un apunte, antes de empezar con las recetas. Ya sé que los piñones están muy caros y que no todos podemos permitirnos comprar este fruto seco, por lo que os propongo que lo cambiéis por otro fruto seco o semilla como las almendras, las nueces, los anacardos, las avellanas, las pipas de girasol o calabaza o una combinación de ambas. De todas formas queda genial.

Una vez hecho solo tienes que conservarlo en un tarro de cristal bien limpio y hermético. Te durará en el frigorífico de una semana a 10 días. Además lo puedes combinar no solo con pasta sino con arroz integral, con cualquier otro cereal cocido como el trigo sarraceno, ponerlo, por ejemplo, sobre una tostada, untado en sándwiches, o mezclado con alubias hervidas, o también como base para las pizzas... etc. Es una salsa muy versátil y riquísima.

Pesto de espinacas y piñones

Ingredientes:
- 50 gr de piñones.
- 80 gr de albahaca fresca.
- 100 gr de espinacas frescas.
- 65 gr de parmesano o pecorino rallado (yo usé pecorino). Para la opción vegana sustituye el queso por 2 o 3 cuchadas soperas de levadura de cerveza o nutricional.
- 1 diente de ajo.
- Una pizca de sal rosa del Himalaya.
- 1 cucharada de zumo de limón (evita que se oxiden las hojas verdes y ayuda a que dure un poco más).
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra.


Pesto vegano de hojas de zanahoria y nueces

Ingredientes:
- 75 gr de nueces.
- 80 gr de albahaca fresca.
- Las hojas verdes de un manojo de zanahorias, bien lavado, escurrido y sin los tallos gruesos.
- Esta vez hice la opción vegana sustituyendo el queso parmesano por 2 o 3 cucharadas soperas de levadura de cerveza o nutricional (bien colmadas).
- 1 diente de ajo.
- Una pizca de sal rosa del Himalaya.
- 1 cucharada de zumo de limón (evita que se oxiden las hojas verdes y ayuda a que dure un poco más).
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra.


Preparación:
La preparación es la misma para los dos pestos.
  • Lavamos y secamos las hojas verdes y las hierbas frescas.
  • En el vaso de la batidora o procesador de alimentos (yo usé mi Thermomix) ponemos los frutos secos o semillas, el queso rallado (si lo usas) o la levadura nutricional, el ajo y la sal. Procesamos durante un minuto. 
  • Añadimos las hierbas frescas y las hojas verdes (espinacas, kale, rúcula..., el zumo de limón y vamos añadiendo poco a poco, en forma de hilo el aceite de oliva, mientras seguimos procesando, hasta tener un pesto cremoso y con textura.
  • Probamos de sabor y rectificamos de sal, si es necesario. 

Bueno, espero que hayas disfrutado de este festival al pesto... y me cuentes si a ti te gusta tanto, esta salsa, como a mí.

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Casual burger

jueves, 23 de mayo de 2019



Esta es la historia de una masa de pizza, que acabó siendo panecillos para hamburguesas... sin hamburguesas, pues resulta que cuando ya estaban listos para ir al horno... ¡horror! no tenía hamburguesas en ese momento... así que un humilde trozo de tofu ahumado, se convirtió en las hamburguesas más sabrosas que he probado últimamente... ¿quieres que te siga contando la historia?

El caso es que, la pasada Semana Santa, estaba una tarde medio aburrida y me dio por meterme en la cocina y amasar... (lo hago a veces, para relajarme, y soltar un poco el estrés de la semana). Así que hice una masa que en principio iba a ser una pizza, pero que al final, como os digo, al verla tan esponjosa, suave, blanda y preciosa, me dije: "no puede ser una pizza... haré panecillos, para hamburguesas". Y el dicho y hecho fue todo uno. A la media hora, tenía seis preciosos panecillos, pintados con sirope de ágave y con un montón de semillitas de sésamo, por encima, listos para ir al horno.

Ahora llega, creo, la parte interesante de esta historia. Me pongo a mirar en el congelador, segura de que tenía unas hamburguesas de lentejas congeladas... y, para mi sorpresa, no estaban. Así que pensando me di cuenta de que ya nos las habíamos comido hacía tiempo... y no me acordaba. Por lo que mis planes de cenar hamburguesas se estaban "deshinflando" por momentos... Pero...

Mirando en el frigorífico, vi un paquete de tofu ahumado, en la balda de arriba del todo, que es donde lo suelo poner y mi bombilla se encendió enseguida: "¿y si hago "hamburguesas de tofu ahumado?" y así fue, y os cuento que estaban súper sabrosas, jugosas y divertidas, todo hay que decirlo. Aunque, parte de "culpa" de que estuvieran tan ricas, recayó en todos los aderezos que le puse...



Con todo y eso... creo, que fueron unas hamburguesas bastante saludables, si se puede decir así, pues todo lo que llevaban era casero, excepto, el tofu que era ecológico y de la marca que venden en ALDI  (mi preferido) y el sweet relish, que me habían regalado por Navidad, y aún me quedaba un resto en la puerta del frigo.

En conclusión, puedo decir que no tienes excusa para cenar hamburguesas cualquier día de la semana... vamos a hacerlas, ¿te apuntas?



Ingredientes:
De la masa integral para pizza o panecillos (lo mismo da que da lo mismo)
- 400 gr de harina integral (la mía reconozco que no era 100%, era eso que te venden en los supermercados, por harina integral, pero que es harina blanca mezclada con salvado de trigo).
- 25 gr de levadura fresca.
- 1 cucharada sopera de azúcar moreno de caña.
- 300 ml de agua a temperatura ambiente.
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharadita de sal rosa del Himalaya.
- Sirope de arce o de ágave para pintar y semillas de sésamo.

De las hamburguesas de tofu ahumado
- Un bloque de tofu de 250 gr., cortado por la mitad, es decir, del que sacamos dos lonchas de medio centímetro más o menos, cada una.
- Ajo en polvo, pimentón dulce, aceite de oliva.

Acompañamientos
- Veganesa casera.
- Chucrut de lombarda casero.
- Lechuga y tomate.
- Salsa sweet relish (es un aderezo a base de pepinillos dulces, que está de muerte...).
- Una ensaladita fresca con más chucrut, hojas verdes y brotes germinados de kale.

Preparación:
De la masa pizza o panecillos integrales (lo mismo da que da lo mismo)
  • En un bol grande, ponemos la harina, mezclada con la levadura desmenuzada, la sal y el azúcar. A continuación, vamos vertiendo el agua con el aceite, mientras mezclamos con un tenedor. Cuando esté todo casi integrado, ponemos la masa en la encimera y la amasamos hasta obtener una masa suave, lisa y homogénea.
  • La dejamos reposar, tapada con film, dentro del bol, durante unas 2 horas. Después, desgasificamos, cortamos en 6 parte iguales la masa, más o menos de unos 120 gr de masa cada bollito. Formamos los panecillos, los aplastamos un poco con la palma de la mano y los dejamos reposar, en la bandeja del horno, como media hora.
  • Antes de ir al horno, pintamos con una mezcla de sirope de arce o de ágave con un poquitín de agua y le ponemos unas semillitas de sésamo por encima. Horneamos a 180º C durante unos 15 o 20 minutos.
De las hamburguesas improvisadas
  • Maceramos el tofu durante una hora, más o menos, con el ajo en polvo, el pimentón y el aceite. En la cantidad que nos guste. No usar sal, que ya las hamburguesas ahumadas están bastante subiditas de sabor.
  • Después, las doramos en una sartén y las acompañamos con lo que más nos guste o lo que tengamos en casa. Yo usé veganesa sobre la tapa inferior del pan, la hamburguesa de tofu, rodajas de tomate, chucrut casero de lombarda, el relish de pepinillos y kétchup. Quedaron muy, muy sabrosas.


Y vosotros, ¿qué me contáis de vuestras improvisaciones casuales en la cocina...? ¿Os suele pasar o sois muy previsores? Estoy deseando saberlo, anímate a contármelo. 

Gracias y hasta la semana que viene... ¿habrá receta improvisada o planificada?

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Kimchi

jueves, 16 de mayo de 2019


En mi serie de fermentados vegetales, ya te enseñé a preparar el más básico y conocido, chucrut, y en esta ocasión vamos a hablar del chimchi. ¿Lo conoces? ¿Has oído hablar de este fermentado oriundo de Corea? Pues, si no es así, déjame que te lo presente...

El kimchi es un alimento fermentado indispensable en todas las mesas coreanas, de sabor salado y picante, elaborado a partir de col china. Es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, debido a su legado en la cultura coreana, tras iniciativa de Corea del Sur en 2013 y de Corea del Norte en 2015.

En cierto modo, hacer kimchi, es muy parecido a hacer chucrut, como ya te expliqué la semana pasada. Una de las diferencias es que las recetas de kimchi por lo general exigen remojar el repollo en una salmuera muy fuerte, para lograr que las verduras se ablanden más rápido, y luego aclararlas para fermentarlas con menos sal. El kimchi también destaca por su generoso uso del jengibre, el ajo, la cebolleta, el nabo daikon o los rabanitos, además de la infaltable guindilla seca o fresca. No te preocupes, que la versión que yo te propongo no es tan picante como la original. Yo diría que es apenas picante, para darle un toquecito "canalla" que no está nada mal, en este tipo de fermentados. 

Este preparado contiene abundante vitamina C y carotenos, así como cantidades destacadas de proteínas, carbohidratos, calcio y vitaminas B1 y B2. Tampoco debes olvidar que es un alimento lleno de antioxidantes, por lo que es depurativo y muy digestivo, pues debido a la fermentación, es como si el kimchi ya estuviera predigerido por el cuerpo, por lo que lo asimilamos mejor y lo digerimos mejor aún si cabe. Aquí estoy realizando una versión vegana, pues el kimchi original, entre sus ingredientes lleva salsa de pescado y algún que otro marisco, como las gambas, por ejemplo. 

Para saber más sobre el kimchi y otros fermentados vegetales déjame que te recomiendo varias publicaciones, de cabecera, que estoy leyendo y estudiando a fondo en esta primavera... y con las cuales estoy encantada:

- Mi favorita, sin lugar a dudas, y que te recomiendo encarecidamente, es Pura fermentación, de Sandor Ellix Katz. Editorial Gaia, 2003. El autor se describe a sí mismo como un "fetichista de la fermentación" . Como cuenta en su libro, que es prácticamente autobiográfico, comenzó a explorar el área de los fermentados cuando brotó su interés por la cocina, la alimentación ecológica y la horticultura natural. Katz lleva muchos años sobreviviendo al SIDA/VIH, y considera que los alimentos fermentados han desempeñado un importante papel en su curación.


Resultado de imagen de pura fermentación
Imagen de Internet

- Otra obra que no se queda atrás, y que llevo de arriba para abajo, en el metro, el tren, o el parque, cuando salgo a pasear al Chaplin, es Fermentados vegetales para flexivegetarianos, de Ana Moreno. Ediciones Obelisco, 2018. Esta autora, chef y profesora de cocina vegana, crudivegana y vegetariana, entre otras cosas, desde hace más de 25 años, me fascina, en todos los niveles y la sigo hace mucho tiempo. Tiene una capacidad innata para explicar todo de manera sencilla y asimilable para todo el mundo, lo cual me encanta, pues hace ver que la alimentación saludable no es, para nada, cara, ni inaccesible para todo aquél que quiera intentarlo e implementarla en su día a día.


Resultado de imagen de fermentados vegetales para flexivegetarianos
Imagen de Internet

- Tengo otros libros que también he leído y podría darte información sobre ellos, pero eso déjame que lo haga en otro post, así no hago tan largo éste... 

Como decía, vamos a preparar kimchi, que te va a enamorar y lo querrás tener siempre en la despensa... aunque también es cierto que los primeros días de su fermentación, en tu cocina o despensa, olerá a kimchi a rabiar... jajaja!! Pero para nada te asustes que no es un olor desagradable, más bien es olor a col fermentada... y su sabor es tan agradable y rico que habrá merecido la pena, ese olorcillo a troll de las cavernas de Mordor... jajaja!!






Versión 1

Ingredientes:
1 col china.
- 1 nabo daikon.
- 4 zanahorias.
- 1 manojo de ajos tiernos.
- Salmuera: 1 litro de agua filtrada + 30 gr de sal rosa del Himalaya.

Para la salsa o adobo
- ½ cebolla blanca.
- ½ pimiento morrón rojo.
- Un trozo de jengibre de unos 3 cm.
- 4 o 5 dientes de ajo.
- 2 guindillas rojas frescas (sin venas ni semillas).
- 2 cucharadas de sirope de ágave.
- 100 ml de la salmuera del remojo.

Preparación:
  • Mezclamos un litro de agua con 30 gr de sal rosa del Himalaya. Disolvemos bien la sal.
  • Cortamos en juliana la col, el nabo, la zanahoria y los ajos tiernos. Introducimos las verduras  en la salmuera, tapamos con un plato y ponemos un peso encima. Dejamos reposar de 5 a 8 horas. Colamos las verduras, reservamos parte de la salmuera.
  • Hacemos la salsa batiendo todos los ingredientes con 100 ml de salmuera y mezclamos, mejor con guantes, el adobo con las verduras. Masajeando con las manos.
  • Introducimos el kimchi en un bote grande, presionando bien para que no queden burbujas de aire y dejamos unos 2 centímetros antes de llegar al borde del bote. Ponemos una hoja de col grande, vertemos el jugo de la maceración de las verduras, si es necesario, para que no quede seco y cerramos bien el bote. No olvidamos que habremos de abrir una vez al día el bote, para que suelte el gas y no nos explote el recipiente. 
  • Dejamos fermentar de 3 a 5 días, depende de si es verano o invierno. Colocamos el bote sobre un plato, pues una vez empieza a fermentar, el bote puede supurar líquido. Conservamos en la nevera, una vez abierto, y nos durará de 10 a 15 días.

Versión 2

Ingredientes:
1 col china.
- 4 zanahorias.
- 7 rabanitos.
- 1 manojo de cebollino.

Para la salsa o adobo
2 guindillas rojas frescas (sin venas ni semillas).
- 2 cucharadas de sal rosa del Himalaya.
- 2 cucharadas de azúcar de coco, panela o azúcar moreno.
- 1 cucharada de miso sin pasteurizar.
- 50 ml de vinagre de manzana sin pasteurizar (crudo).
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 4 cucharadas de sésamo crudo.
- Cualquier alga picada que te guste (agar agar en tiras, nori, kombu, wakame, spaghetti de mar, dulse…).

Preparación:
  • Cortamos todas las verduras en juliana. Reservarmos.
  • Hacemos una salsa batiendo todos los ingredientes del adobo, menos el sésamo y las algas picadas; después, agregar el sésamo en crudo y las algas, mezclamos con las verduras en un bol.
  • Introducimos el kimchi en un bote grande, presionando bien para que no queden burbujas de aire y dejamos unos 2 centímetros antes de llegar al borde del bote. Ponemos una hoja de col grande, vertemos jugo de la maceración de las verduras, si es necesario, para que no quede seco y cerramos bien el bote.
  • No olvidemos abrir el bote una vez al día, para que suelte el gas y no nos explote el recipiente. Dejamos fermentar de 3 a 5 días, depende de si es verano o invierno. Colocamos el bote sobre un plato, pues una vez empieza a fermentar, puede supurar líquido. Conservamos en la nevera, una vez abierto,  y nos durará de 10 a 15 días. 


A ver, cuéntame si has comido alguna vez kimchi, si lo conocías, si te atreves a probarlo o si no lo probarías jamás... además, dime una cosa... ¿no te parecen absolutamente bonitos estos frascos? ¿llenos de color, sabor y buenos nutrientes...? Para mí son un regalo precioso, perfecto y muy económico para llevar a cualquier familiar o amigo... te animo sin duda a probarlo.

Ahora quiero invitaros a unos ricos falafel, que perfectamente se pueden combinar con el kimchi... esta es mi receta renovada de esta semana, ve a verla, la disfrutarás mucho.

Te mando un saludo y nos vemos la semana que viene... hasta entonces, qué tengas un buen ¡kimchi!

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Shepherd' s pie o pastel del pastor (mi versión de primavera)

jueves, 9 de mayo de 2019



Ya sé que la semana pasada os prometí que hoy os enseñaría a preparar otro nuevo fermentado vegetal, además, uno que estáis deseando probar, los que me habéis pedido la receta... el kimchi, ¿a que sí? Pero, es que antes de que comience el calor en todo su esplendor, he querido traer la receta de este gratinado, que hace varias semanas os enseñaba por Instagram y del que varios me habéis pedido la receta. Os cuento que está tan rico que lo haréis más de una vez, ya veréis.

El Shepherd's pie o pastel del pastor, es uno  de los platos estrella de la gastronomía inglesa, y consiste en carne de cordero picada recubierta de puré de patatas y  con una capa opcional de queso rallado por encima. Yo, en mi atrevimiento vegano, lo he reinterpretado totalmente a mi conveniencia y el resultado ha sido esta exquisitez para mi particular gratinado del domingo.

Este pastel surgió conforme iba sacando túppers de mi nevera con restos de mi batch cooking de la semana: un resto de verduras asadas al horno por aquí, un resto de puré de patatas por allá, media calabaza (a la que hice puré también y la agregué al de patatas), un botecito de salsa de almendras que habíamos comido hacía dos días con unas albóndigas riquísimas (dentro de poco te paso la receta) y así se fue formando... hasta crear esta nueva preparación que quedó alucinantemente deliciosa, ligera y fácil de preparar.

Y siendo que me gusta tanto este tipo de gratinados, y que son tan fáciles de hacer... mientras escribía esta entrada, se me encendió la "bombilla" y pensé: "¿por qué no hago una versión de este pastel para cada época del año?"  ¡Pues, vale!

Así que aquí comenzamos, con la versión que se me ha ocurrido para primavera... es fresca, ligera y muy agradable al paladar, ya verás... espero que te guste y que tengas paciencia para ver las versiones que ya se están gestando en mi mente para las próximas estaciones.



Ingredientes:
Para el puré de la cubierta
- 3 patatas medianas.
- 1/2 calabaza tipo butternut.
- 200 ml de nata vegetal de soja.
- Sal, nuez moscada y pimienta negra, todo a gusto.
- Levadura nutricional para espolvorear a modo de "queso rallado".
Para el relleno
- Verduras asadas (yo usé): 1 berenjena, 1 calabacín, un trozo de calabaza,  1 cebollas de Figueras y un buen puñado de tomatitos cherry.
Condimentadas con: sal, aceite de oliva, hierbas provenzales y pimienta negra.
Para la salsa de almendras (sirve para unir el relleno)
- 1 cebolla pequeña.
- 1 diente de ajo.
- Un puñado de almendras.
- 1 cucharada sopera de harina blanca o integral.
- 1 cucharada sopera de levadura de cerveza en copos, o de levadura nutricional.
- 1 vaso de leche vegetal (yo usé de soja).
- Sal y aceite de oliva.



Preparación:
  • Si no tienes restos de verduras asadas, debes empezar lavando, secando y cortando todas las verduras que te dije más arriba: berenjena, calabacín y calabaza, todo pelado si quieres y en cuadraditos o juliana, como en el caso de la cebolla.
  • Una cebolla pelada y en trocitos y un buen puñado de tomates cherry lavados y cortado por la mitad. 
  • Lo mezclamos todo en un bol grande y lo aliñamos con sal, hierbas provenzales, pimienta y aceite de oliva. Después, lo ponemos en una fuente para horno y horneamos de 45 a 50 minutos, a 180º C, hasta que las verduras estén tiernas. Reservamos y si es mucho, puedes guardar un poco, en un tupper hermético, en el frigorífico y te aguantará hasta 4 días en perfecto estado, para comerlo con otras preparaciones.
  • Mientras las verduras se asan al horno, prepararemos el puré de patata y calabaza. Para ello, hervimos peladas y en trozos, tanto las patatas como la calabaza, unos 15 o 20 minutos, hasta que estén tiernas. Las escurrimos y en caliente, en un bol grande lo mezclamos con la nata vegetal, un chorrito de aceite de oliva o una cucharada sopera de margarina, la sal, la nuez moscada y la pimienta. Haciendo un puré algo rústico que reservaremos.
  • Ahora, solo nos queda hacer la salsa de almendras, que es muy fácil. Te la explico en este enlace, pues una de las primeras recetas que publiqué en el blog. Quedar riquísima para acompañar cualquier plato, por ejemplo, a mi con albóndigas me vuelve loca...
  • Vamos a montar el pastel: en una fuente de barro o refractaria, que pueda ir al horno ponemos las verduras asadas mezcladas con la salsa de almendras y por encima, acomodamos el puré de patatas y calabaza que habíamos reservado. Cubrimos bien. 
  • Espolvoreamos con una o dos cucharadas de levadura nutricional y llevamos al horno, durante 10 o 20 minutos a 180º C, para que se caliente bien y se dore por encima.

Lo mejor para acompañar este tipo de gratinados, ya sea en otoño, invierno, primavera o verano... es una fresca y crujiente ensalada con verdura y frutas, por ejemplo, de temporada.

Bon profit!

photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Batidos para los ojos

jueves, 2 de mayo de 2019




Hoy vamos a hacer un alto en la serie que sabéis que os estoy mostrando, desde hace dos semanas, sobre fermentados... pero solo es un descanso, para la semana que viene, vendré con uno que os va a entusiasmar, porque muchos tenéis ganas de probarlo... ya veréis.

Los que me seguís desde hace años, quizás ya sabéis la enfermedad de mis ojos y todo lo que he pasado anteriormente, y el cuidado diario que tengo que darles, pues desde que nací mi vista no ha sido muy buena y desde hace unos años, este problema se agravó al diagnosticarme glaucoma, cataratas, nanoftalmia, etc. En fin, que en cuanto a mis ojos se refiere no es poca cosa la que tengo, así que debo cuidarlos con mucho cariño y amor.



Es por eso, que desde hace un tiempo he decidido implementar en mi día a día alimentos que sé que hacen bien a los ojos, que pueden llegar a curar o prevenir enfermedades oftálmicas o que, simplemente, refuerzan mi sistema inmunológico y me aportan nutrientes beneficiosos para mi vista.

De todos es sabido la prodigiosa vista de las águilas, y también que los ojos humamos no alcanzan a ver a un kilómetro de distancia, al contrario que estas aves que son capaces de discernir un pequeño animal a más de un kilómetro... , pero no obstante, es fundamental cuidar  y mantener en buen estado nuestra visión y un factor que nos puede ayudar en eso es la alimentación, como en otros muchos aspectos.


Las vitaminas, antioxidantes, carotenoides y el cinc que nos aportan los ingredientes de estos batidos, previenen la degeneración de la mácula y mejoran la visión, además de reforzar las defensas y ser eficaces refuerzos para la prevención del cáncer. 

El mango, la espinaca y la naranja se encuentran entre los alimentos más ricos en carotenoides, pigmentos de color anaranjado, amarillo y rojo o verde necesarios para el funcionamiento de la retina. 

Por otra parte, el aumento de la presión dentro del globo ocular, glaucoma, puede frenarse mediante las bayas de color morado y los cítricos. Es por eso que el batido "Ojos libres", te ayudará bastante a disminuir la presión ocular. 

Te animo a probar estos batidos, son fáciles, asequibles y muy ricos, ya verás. Además, de tener unos colores, naturales, preciosos.

Batido "Vista de águila"

- 1 mango maduro.
- 1 taza o 3 puñados de espinacas frescas.
- Zumo de 3 naranjas, recién exprimido.
- 1 cucharada sopera de tahini o crema de sésamo.

Preparación:
  • Exprimimos las naranjas. Pelamos y cortamos el mango. Lavamos las hojas de espinacas.
  • Batimos todo en una batidora de vaso o en un robot de cocina potente, como la Thermomix.
  • A disfrutar!!


Batido "Ojos libres"

- Zumo de un pomelo.
- 1 taza de arándanos o uvas negras.
- 1 cucharada de mantequilla de anacardos (alternativas: almendras o nueces pecanas).

Preparación:
  • Hacemos el zumo del pomelo. Batimos todo en una batidora de vaso o en un robot de cocina potente, como la Thermomix.
  • A disfrutar!!
Fuente de inspiración e información: El poder medicinal de los jugos, Dr. Jorge Pamplona Roger, Editorial Safeliz, 2015.


Nos vemos la semana que viene, mientras os invito a un batido, ¿cuál prefieres?


photo firma_zps424f3bc9.png


 photo firma_zps424f3bc9.png







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...