Guiso de soja verde o judía mungo

jueves, 3 de mayo de 2018




Y ya estamos en el mes de mayo, siento que los días se me escapan de las manos como los granos finos de arena... qué barbaridad, si no da tiempo ni de hacerse a la idea que ya hay que ir planificando las vacaciones del próximo verano... Uy, pero eso es otro tema del que hablaré más adelante.

Hoy vengo "literata", y -¿a qué me refiero con ello?-  estaréis pensando. Pues a mi pasión por la lengua y la literatura en español, que me llevó a los 18 años a estudiar en la universidad de Sevilla, Filología Hispánica, carrera en la que me licencié después de 5 largos años de estudio y esfuerzo, en los que disfruté a más no poder, pues era lo que me apasionaba por aquél entonces... después, los avatares de la vida me llevaron a venir a Cataluña, y emprender un negocio con mi marido, del que gracias a Dios vivimos desde mediados de 2005; pero qué queréis que os diga... mi vena literata me tira, de vez en cuando, y vuelvo a mis orígenes a releer, si el tiempo me lo permite, clásicos y modernos de las letras españolas.

La receta que traigo hoy no tiene nada que ver con lo que he empezado a contaros, pero sí, el mes en el que nos encontramos: MAYO. Desde los años de mi juventud, en el bachillerato, me aprendí de memoria, para recitarlo en clase el famoso y archiconocido Romance del prisionero, poema Anónimo del Romancero Viejo español, que se ha transmitido popularmente desde la Edad Media y siempre lo recuerdo cuando llega este mes...

Qué por mayo, era por mayo, 
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria 
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor,
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es día, 
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla 
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.

Me sobrecoge recitarlo y leerlo una y otra vez. Qué hermoso y qué triste a la vez, ¿no os parece? Ese pobre prisionero, que se supone que está en una celda (tipo mazmorra), a la que no llega el aire limpio de la mañana, ni la luz solar por el día, pero que tiene la fortuna de oír a lo lejos a una pequeña avecilla que le canta, según él, al amanecer... qué romántico, qué poético y qué sensibilidad más pura y honesta. El poema declara la libertad de las aves, del campo y del amor en primavera, pero a la vez llama la atención sobre la pérdida de la libertad, la esclavitud y la desdicha de saber que un día puede ser privado de la vida; por eso, creo, que el cautivo supone que a la avecilla la ha matado un ballestero (con una ballesta o flecha), dejando ver que sus días quizá también están contados.

¿Conocíais este poema? ¿Lo habíais leído alguna vez? ¿Qué os sugiere a vosotros? ¿Qué interpretación le dáis? ¿Por qué no os animáis y me lo contáis en los comentarios?



No es la primera vez que la cocino en el blog esta judía mungo o soja verde, pues ya tenéis otro potaje de azukis y mungo que también está bien sabroso. 

La judía mungo, llamada en español comúnmente soja verde, en realidad no tiene nada que ver con la soja, pero la sigue de cerca en cuanto a proteínas se refiere. Además es muy fácil de digerir, por lo que si tenéis problemas con las legumbres, aquí encontraréis una alternativa fantástica para que no sufráis de aerofagia, post-lemgumbril, ni tengáis digestiones pesadas. Este es un guiso, que se hace prácticamente solo y que se digiere rápido y sin mayores problemas. Yo las cocino prácticamente igual que las lentejas y me da muy buenos resultados o también las he usado alguna vez para hacer hamburguesas vegetarianas.



El domingo pasado amaneció lluvioso y algo fresquete, así que al pensar "¿qué comemos hoy?", abrí la despensa, vi un "viejo" paquete de soja verde que había comprado el invierno pasado... y pensé: "Ya está, guiso de soja y así lo pongo el el blog, que no tengo la receta..." Dicho y hecho fue todo uno... así que ahora os propongo ponernos el delantal e ir a cocinar esta delicia que seguro os conquistará. Ah, y mientras tanto... no olvidéis recitar el Romance del prisionero, para inspiraros...




Ingredientes:
- 250 gr de soja o judías mungo.
- 1 cebolla blanca (yo usé de Figueras una variedad local de Cataluña que me apasiona).
- 3 dientes de ajo.
- 1 pimiento verde pequeño.
- 1/2 pimiento morrón rojo.
- 1 zanahoria.
- 1 calabacín pequeño.
- 1 hoja de laurel.
- Sal, aceite de oliva, 1 pastilla de caldo vegetal.

Preparación:
  • En primer lugar lavamos muy bien, en un colador grande, la soja verde o judía mungo. La ponemos a remojar de 3 a 4 horas. Escurrimos y ya están listas para usarlas.
  • Mientras se remojan las judías mungo, lavamos y cortamos a trocitos pequeños el ajo, la cebolla, el pimiento verde y el rojo, así como la zanahoria. El calabacín, lo podéis picar como yo hice a medias lunas.
  • En una olla ponemos a sofreír todas las verduras, menos el calabacín. Las pochamos bien durante unos 10 minutos y agregamos la soja verde, la hora de laurel, la sal y la pastilla de caldo ecológico. Si queréis podéis añadirle cualquier otra especia, como comino, piméntón o curry; yo en esta ocasión lo hice bien sencillo y quedó muy sabroso, igualmente.
  • Añadimos el triple de agua, que el volumen de las mungo y lo dejamos cocer por unos 30 o 40 minutos, removiendo despacio de vez en cuando. Se me olvidaba deciros que añadí las medias lunas de calabacín cuando quedaban 10 minutos para apartar el guiso.
  • Apartamos cuando las mungo estén tiernas, no recocerlas, pues al ser unas judías tan pequeñas se pueden romper fácilmente.



Nos vemos la semana que viene y espero que me contéis qué os ha parecido el Romance y el potaje... dos temas antagonistas, pero que he tenido a bien juntar hoy en esta entrada. Besos y hasta la semana que viene.


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22 comentarios:

  1. No conocía este precioso poema que lo que me ha inspirado es la añoranza de libertad de un tiempo pasado unido a la tristeza de la pérdida de la vida. Sin duda hay que recitarlo de vez en cuando para no olvidarlo y valorar la cosas buenas de la vida. Como por ejemplo este guiso rico, igual a los que suelo hacer, pero con soja. Con lo que me gusta a mi un potaje de verduras, éste me encantaría seguro. Rico.
    Un beso.

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    1. Guauuu, Lola, magnífica tu interpretación del poema. Como se nota que es la primera vez que lo lees y, digamos, tu mente está "fresca", receptiva a la lectura e interiorización de las letras castellanas. Me ha encantado tu comentario de hoy, besos y que tengas un lindo fin de... Si haces el guiso de soja, no te arrepentirás. Es suave y sabroso a más no poder.

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  2. Mmmm qué delicia de guiso: el cuchareo me pierde, Pilar.
    A nosotras en el cole nos obligaron a aprender ese romance y he aprendido a apreciarlo con el paso del tiempo.😉
    Y por otro lado...no sé qué edad tienes pero puede que durante cinco años compartiéramos edificio: tu en Filología Hispánica y yo en Historia.
    De tu carrera te ha quedado una escritura muy cuidada, con palabras y expresiones muy bien elegidas, que hacen que leer tus posts sea un verdadero placer.
    Besitos desde Sevilla

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    1. Qué coincidencia, querida Isabel, me alegra que quizá alguna vez nos hayamos cruzados por los magníficos pasillos de la antigua Fábrica de Tabacos. Qué edificio más regio y precioso para estudiar, a qué si!! A mi me fascinaba, no solo porque estaba haciendo lo que me gustaba, realmente, sino por la historia de aquel edificio y sus interminables recovecos y pasillos. Una buena carrera, también, la Historia.

      Besos linda y gracias por tus palabras.

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  3. ¡¡Hola Pilar!! Hoy disfrutamos doblemente de tu entrada, con un precioso poema y una estupenda receta.
    Muy triste el poema, creo que lo había leído, no por las palabras, sino por el título de El poema del prisionero. Pero hace muchos años. Es ciertamente triste, para una persona que no ve ni luz ni día, el simple hecho de oír un pajarillo cantar, es un mundo, y que se lo maten, es quitar un poquito más de vida a ese preso. Realmente triste, pero hermoso.
    Tu guiso de soja verde y judía mungo, también da vida, una vez lo pruebas, seguro que ya no puedes parar de comer. Rico y reconfortante. Besitos.

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    1. Sí, es triste, pero siempre me gustó como describe el ambiente de mayo y la primavera... aún sabiendo que está cautivo, y no la puede disfrutar... el prisionero la añora de una forma magistral.

      Me alegro que te haya gustado mi receta y sé que si la haces algún día, te encantará. Besos y buen fin de...

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  4. ¡Claro que conozco este romance Pilar! A mí me tiraban muchíismo las letras pero elegí una carrera que nada tiene que ver con ellas y sigo con esa vocación frustrada de ser escritora a mis espaldas que antes mantenía acallada siendo lectora pero que desde que soy madre ni o uno ni lo otro y la vida pasa y los sueños de juventud en eso quedaron porque no damos para más.

    Cambiando a temas más alegres el mes de mayo ha llegado pero aquí se estrenó con lluvia y hasta con unos copos de nieve que evidentemente no cuajaron ¡sólo faltaba! El frío sigue siendo protagonista pero cuando menos acordemos llegará el calor y también nos quejaremos ja ja ja

    De lo que no me quejo es de tu guiso de soja. Adoro el término judía mungo, me suena exótico, y el guiso te aseguro que no le va a la zaga. He leído en facebook lo que te ha ocurrido con una de tus fotos. Es una vergüenza que la gente no respete el trabajo ajeno

    ¡Besos mil!

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    1. Ay Cuca... yo también soñaba con ser escritora y periodista y me quedé en filóloga que trabaja en otra cosa totalmente diferente... como muchos de nosotros. En fin, que la vida nos da muchas vueltas y no sabemos, a veces, qué nos va a deparar el futuro... Gracias por venir y buen fin de...

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  5. Precioso y triste poema, pero en parte me sugiere una cierta alegría al ver cómo han cambiando los tiempos y quedan atrás esas condiciones carcelarias tan extremas donde reinaba la oscuridad y las malas condiciones de todo tipo. Es dramático perder la libertad pero hemos logrado preservar la dignidad del ser humano, no crees? Algo hemos avanzado.
    Tu guiso de soja se ve francamente bien, la soja la he probado en ensaladilla y me gustó así que debería probar nuevas recetas, empezando por la tuya.
    Un beso grande, preciosa.

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    1. Sí, por supuesto Nuria, las cárceles actuales no tienen nada que ver con las de antaño... pero lamentablemente igual las personas siguen privadas de libertad.

      Me alegro que te animes a probar este tipo de soja. Sé que te va a gusta mi guiso. Es muy parecido a las lentejas, pero con otra textura y sabor distintos. Besos y hasta la próxima.

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  6. Hola Pilar,claro que conozco ese poema y hasta creo que lo he recitado más de una vez,yo también soy de letras y la literatura la heestudiado y siempre me ha encantado.....y tu guiso de soja es todo un descubrimiento para mi,con esos nuevos sabores
    Muchos besitos¡¡

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    1. Me alegro que a ti también te gusten las letras, Victoria Eugenia, eso nos unos un poco más... Besos y gracias por venir siempre por mi cocina.

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  7. Pilar, buen guiso para un día fresquito, preciosas fotografías como siempre. Yo no soy muy de soja, para qué mentir, no soy ni vegana ni creo que lo fuese nunca, pero respeto mucho estas decisiones o por convencimiento o lógicamente por algunas intolerancias que cada día son más habituales por desgracia. El otro día me comentaron que en una guardería hay casi un 15 % de intolerantes a ingredientes diferentes.
    Con respecto al poema, me ha gustado mucho. Yo no entiendo solo la prisión a una mazmorra o cárcel, puede ser incluso a la del alma del que escribe, a “su” cárcel, al desamor, la inseguridad, la dicha no satisfecha... no sé. No creo que solo fuese física. Desde luego era un avezado para poder interpretarlo así, pero gente con esta sensibilidad ha existido siempre.
    Muchos besos, Pilar y sigue disfrutando con estas recetas que nos regalas.

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    1. Oh... qué interpretación más romántica e innovadora le has dado, Patty, me encanta.

      La alimentación que cada adopta debe estar regida por lo que nuestro asimila mejor, y si tú aceptas la carne y otros alimentos que quizá yo no coma... adelante!! A mi hay comidas que me gustan mucho y, por ejemplo, llevan carne... y como he decidido por opción personal y salud no comerla... pues las adapto a mi manera, para seguir comiéndolas. Así, no tengo que renunciar a nada.

      Besos preciosa y que tengas un lindo fin de semana.

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  8. Hola, además de la cocina tenemos otra pasión común que es la litratura. Un bonito poema, triste por estar privado de libertad...
    Yo disfruto con tu palto de hoy, siempre elaborado con pasión y el cariño que pones se nota en ellos.
    Mil besos!!

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    1. Me alegra que te guste la literatura, Elisa, es una pasión que todos deberíamos tener... Besos y feliz fin de semana.

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  9. Hola Pilar! Yo también estudié filología hispánica en Francia, estuve 3 años dándole pero nunca terminé la carrera, la universidad no esta hecha para mí, me resultó muy duro estudiar así, necesito un "cuadro" escolar más delimitado, no sé si entiendes lo que quiero decir... En la universidad estas a tu bola y a mi no me ha ido muy bien jaja! Pero me gustó mucho lo que aprendí durante esos años por la literatura que mencionas además tenía un profe que te animaba mucho, como él había muy pocos! En fin, tu poema me inspira algo pero no es algo tan romántico como te inspira a ti... Yo pienso en todos estos sinverguenzas que se salvan de ir a la cárcel o por mucho que sean culpables, van 2 años y luego los sueltan! Ya no hay justicia y si la cárcel fuera un poco más como la describen en tu poema quizás la gente empezaría a valorar un poco más su propia libertad y sobre todo la de los demás! Ya empezarían a reflexionar sobre sus actos y no se tomarían tan a la ligera su condena! Bueno, los acontecimientos de hoy en día me hacen decir esas cosas, lo siento jeje pero es que es verdad! Es repugnante!! Dicho esto es un poema muy bonito y lleno de sentimientos nostálgicos hacía la naturaleza que me encanta!
    Después del rollo que te he soltado comento con mucho gusto tu receta jeje! No conozco la soja verde, no la he visto en el mercado o puede que no me haya fijado... Pero tu plato hace que merezca la pena que la busque! Se ve estupendo y como siempre muy saludable como todo lo que nos propones cada semana! Por eso me encanta pasarme por aquí :) Me llevo mi ración con tu permiso jeje! Un besote muy fuerte y feliz fin de semana!!

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    1. Marina, es cierto que algunas personas les cuesta adaptarse al ritmo de la uni... no creas que a mí también me costó, pero a partir del tercer año, cuando ya empecé la especialidad, ahí me puse las pilas de verdad... jajaja! porque quería acabar y pronto!!

      Con respecto a lo de los sinvergüenzas y los años que debería o no pasar en la cárcel... en ese tema es que no quiero ni entrar, pues me parece muy injusto muchas cosas y sentencias que dictan, pero qué le vamos a hacer... si nos tocara dictaminarlas a nosotras otro gallo cantaría, creo yo.

      Me alegro que te guste mi guisito, estás invitada a un plato cuando quieras. Besos linda y gracias por venir.

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  10. ¡Qué bonitas fotos! Dan ganas de comerse esa cazuela, y mira que a mí la soja no me va mucho, por cierto si te digo algo ¿prometes que no me vas a dar un "toque"? Hace unos años, cuando ni siquiera teníamos blogs, ni tú habías pensado en hacerte vegetariana, me regalaron un kg de estas judías, y que a mi me dijeron que era soja, y las tuve como cinco años en un bote en la cocina, para allá y para acá, no sabía dónde ponerlas, en todos sitios me molestaba, jajaja. La cuestión es que cuando me cansé de verlas, las tiré, sí, sin remordimientos de conciencia, porque pensaba que estaba tirando lo que no me gustaba, y ha sido verte a ti tu receta, y venirme a la cabeza aquel fantástico kg de estas preciosas judías, y que mi ignorancia me privó del placer de comerlas, jajaja.
    Bueno ahora que ya sé de que va la cosa, no las hubiera tirado, primero te habría consultado, jajaja.
    El poema me encanta, lo había leído hace años, pero no lo recordaba, ya sabes de mi pasión por la literatura, y me ha encantado que compartas con todos estas pequeñas joyas literarias, que pasan inadvertidas ante nosotros, y a menos que alguien nos la recomiende cómo tú, nunca disfrutaríamos de la belleza que puede encerrar cuatro letras mal contadas, jajaja. Besitos.

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    1. Uy, uy, uy... que te voy a dar un buen tirón de orejas, eh? Mira que tirar las mungo con los ricas y buenas que están!!! En fin, a veces pensamos que algo no nos gusta porque lo tenemos estigmatizado y por mucho que lo veamos atractivo... nunca nos animaremos a probarlo.

      Te cuento que estas judías, no son legumbres, pero se comen y se cocinan como tales. Además no saben para nada a soja, así que algún día te podrías animar a cocinarlas. Son bastante parecidas a las lentejas así que creo que no tendrías problema.

      Lo lo demás me alegro que te guste el poema, a mi siempre me ha fascinado desde que lo aprendí. Besos linda y nos vemos pronto.

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  11. Pilar precioso poema, no lo has podido explicar mejor, esa palabra cuitado me recuerda la del portugués (coitado), hacen referencia a casi lo mismo, alguien afligido, me encanta el poema y la dualidad que tiene, el día la noche, la libertad y la prisión, la esperanza y la desazón..., puro sentimiento. Gracias por compartirlo. En cuanto a la receta, he preparado una vez un brownie con azukis, estos con frijol mungo aún no los he tenido de cerca, pero sí los he visto en algunos mercados. Un guiso delicioso, reconfortante y lleno de verduras y lindos colores.
    besos y feliz resto de semana !!!

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    1. Qué bueno que te guste el poema. En general es un texto que suele gustar mucho y que tiene muchas interpretaciones. Razón de más para incluirlo en el Romancero.

      Sé que te gustaría mucho probar este guisito en tu día a día... compra las mungo y me cuentas, además para hacer germinados son ideales. Besos y gracias por venir, querida.

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