¡Hola amigos!
Se acabaron las espinacas a la crema congeladas... llenas de grasas y bechamel, que solo saben a concentrados y potenciadores de sabor... Hoy vengo con una receta DELICIOSA, en serio, y económica, de esas "especial anti-crisis". Además, si tenéis hijos os aseguro que les encantarán... os lo digo, porque a mis sobrinos les encantan; lástima que como muchas otra mamás y como yo misma en otras ocasiones..., mi hermana acude al supermercado y las compra congeladas... pero, amigos, son súper fáciles de hacer y rapidísimas... animaos a prepararlas, os aseguro que se convertirán en uno de vuestros platos más recurentes.
Están buenísimas y si sustituis el queso de vaca, por algún sucedáneo lácteo vegetal... tendréis un plato vegano de muy alta calidad.
Ingredientes:
- 1/2 kg. de espinacas congeladas.
- 1 brick de crema (nata) de avena o cualquier otra variedad (soja, arroz...)
- Un chorrito pequeño de leche de soja o avena; o cualquier otra bebida vegetal que tengáis en casa.
- 2 ajos prensados y 1 cebollita picada.
- Queso rallado o queso vegetal rallado.
- Sal y aceite de oliva.
Preparación:
- Picamos la cebolla muy pequeñita y los ajos y los ponemos a sofreír en una sartén con un poco de aceite.
- Cuando estén doraditos, sin que lleguen a quemarse, les añadimos las espinacas y seguimos sofriendo hasta que le deshagan y pierdan ese punto de congelación.
- Entonces, añadimos el brick de crema de avena y el chorrito de leche vegetal, al gusto, muy poquito, para que queden cremosas.
- Añadimos sal a gusto y colocamos en cuencos individuales o en una fuente grande que pueda ir al horno.
- Ponemos el queso por encima y gratinamos, a 200º C durante 15 minutos.
Estaban deliciosas, para una cena rápida... por ejemplo, o un primer plato contundente.
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