Es tiempo de caquis y si vais a las fruterías los veréis expuestos y preciosos en sus cajones de madera... esperando ser adquiridos por alguno/a de nosotros/as, para ofrecernos todas sus bondades en nuestras mesas y paladares...
Me encantan los caquis y a mi marido ni os cuento... es su fruta preferida, después del mango...
Ahora es la mejor época para comprarlos pues estamos en plena temporada, y como duran muy poquito en el mercado os aconsejo que los comáis, si os gustan y si podéis, pues se acabarán pronto...
Después, es verdad que podremos seguir viendo en las fruterías lo que se se llaman sharonis, pero no son lo mismo... nada que ver, pero ahora es tiempo de caquis y hay que disfrutarlos, saborearlos, "manosearlos"... por eso os comparto esta deliciosa tarta que no dejará a nadie indiferente, os lo puedo asegurar.
Encontré la receta por casualidad en un blog muy lindo y la adapté a mis propios gustos, sobre todo la masa que quedó espectacular... Si os gustan los caquis, la repostería y queréis agasajar a vuestra familia.... aquí está esta tarta insólita y genial.
Ingredientes:
- 300 gr. de harina blanca
- 100 gr. de azúcar moreno.
- 1/2 sobre de Levadura de Respostería.
- 90 gr. de aceite de girasol biológico.
- 2 huevos camperos.
- La ralladura de un limón.
- Una pizca de sal.
- Caquis bien hermosos y maduros.
- 50 gr. de pasas sin pepitas e hidratadas.
Preparación:
Ingredientes:
- 300 gr. de harina blanca
- 100 gr. de azúcar moreno.
- 1/2 sobre de Levadura de Respostería.
- 90 gr. de aceite de girasol biológico.
- 2 huevos camperos.
- La ralladura de un limón.
- Una pizca de sal.
- Caquis bien hermosos y maduros.
- 50 gr. de pasas sin pepitas e hidratadas.
Preparación:
- Poner a remojar las pasas en agua templada.
- Colocar la harina con el azúcar, la sal y la levadura en un bol, bien mezcladas con una cuchara. Ah, y la ralladura de limón.
- Batir los huevos y agregarlos en un hueco que hayáis hecho en el centro.
- Añadid el aceite de girasol e ir mezclado, primero con un tenedor y después con las manos.
- Cuando la masa parezca como migas, ponerla en la encimera y amasar muy poco, solo hasta que todos los ingredientes queden integrado. Huele de maravilla... y es solo la masa, ¿eh?
- Meter envuelta en film transparente en el frigorífico durante 1 hora como mínimo.
- Abrimos los caquis y con una cuchara sacamos la pulpa y la reservamos, aprovechamos todo menos el pedúnculo y las pieles.
- Precalentamos el horno a 160 ºC.
- Dividimos la masa en dos mitades.
- Colocamos una de ellas en el fondo de un molde de paredes bajas, previamente engrasado y enharinado.
- Extender con la punta de los dedos, no usar rodillo, hasta cubrir toda la superficie.
- Con parte de la otra mitad de masa, hacemos un cordoncillo que vamos pegando a la otra masa, la del fondo, sin que queden huecos. Nos ayudamos mojándonos las manos ligeramente con agua, que habremos puesto en un vaso.
- Le damos una forma bonita y bien puesta para que no se salga el relleno.
- Rellenamos la masa con la pulpa de los caquis y por encima le colocamos las pasar.
- Con el otro trozo de masa que nos sobró hacemos cordoncillos y adornamos la tarta con un enrejado.
- Metemos al horno durante unos 45 minutos evitando que se dore demasiado... si es necesario la cubrimos con papel de horno para evitar que se queme. Aunque si ponemos calor solo abajo no se quemará. Vigilar, entonces, que no se queme la parte de abajo de la masa.
Es una tarta increíble e inusual que me ha encantado, seguro que repetimos antes de que acabe la temporada de caquis... a disfrutar, amigos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario