Esta variedad de proteína vegetal, se conoce también con el nombre de gluten o "carne vegetal". Sobre todo porque tiene un aspecto similar a la carne y un sabor "parecido".
Preparar el seitán o gluten en casa, de forma artesanal, es un proceso laborioso, pero si se hace bien, se obtienen unos resultado fantásticos y también, se podrán hacer infinidad de platos exquisitos, sin necesidad de usar productos de procedencia animal.
Una cita interesante que encontré esos días en el libro Las proteínas vegetales, de Nuria Viver es:
"El seitán procede de un cereal, el trigo, por lo tanto, aunque contiene muchas proteínas, debemos tener en cuenta que estás son deficitarias en algunos aminoácidos, sobre todo la lisina, y por lo tanto deben complementarse con proteínas procedentes de las legumbres, que tienen abundancia de este aminoácido esencial. Sin embargo, los preparados comercializados de seitán suelen estar enriquecidos en este aminoácido, de manera que el problema está solucionado".
Mis experiencias anteriores haciendo seitán, o gluten casero, no fuero satisfactorias, la verdad, pero he de decir, que con esta receta que aquí os paso... me quedó muy rico, de textura, sabor, color y después preparé la rica receta que me pasó una amiga, pero que he retocado un poco. Os la paso en la próxima entrada, pues es lo que hemos almorzado hoy domingo.
Antes que nada, os cuento que con esta receta, que podemos llamar básica.... sale un trozo de seitán como para 2 personas, depende de las raciones, y depende de lo comilones que sean; pero si queréis hacer más cantidad, perfectamente se pueden doblar las medidas que os doy.
Es una receta sacada del libro Cocina vegana vegetariana, de Laura Kohan; otra obra de la gastronomía vegana que os recomiendo.
Ingredientes:
- 400 gr. de harina de trigo duro biolígica.
- 1 cucharadita de sal.
- 200 ml. de agua.
- 1 cubo de caldo de verdura biológico.
- 2 dientes de ajo prensados.
- 1 trozo de alga kombu.
- 1 hoja de laurel.
- 1/2 vasito de tamari o salsa de soja biológica.
Preparación:
- Mezclar la harina con la sal y agregar poco a poco el agua. Amasar unos minutos hasta tener una masa firme y elástica como de pan. Dejar reposar envuelto en papel film o una bolsa de congelación, un mínimo de 1/2 hora.
- Dentro del fregadero, poner un bol grande, lleno de agua tibia y meter dentro el seitán. Amasar dentro del agua poco a poco para que vaya soltando el almidón.
- Durante este proceso, unos 15 ó 20 minutos, hay que renovar algunas veces el agua. Yo la cambié 10 veces.
- Veremos que está lista la masa de glutén cuando el agua ya no se ponga blanca; haya reducido de tamaño y sea más oscura (un seitán que no haya eliminado suficiente almidón dará una textura más blanda y esponjosa).
- Antes de cocer el seitán podemos cortarlo ya en filetes o trocitos (con una tijera) para que la cocción sea más rápida, o dejarlo entero.
- Es mejor cocer el seitán con el caldo justo (para que se concentre el sabor y no absorba tanto líquido) y con 2 dientes de ajo machacados, un trozo de alga kombu, un buen chorro de salsa de soja, 1 cubo de caldo vegetal y una hoja de laurel.
- Cocer a fuego suave durante unos 30 minutos para trozos pequeños o filetes finos, y unos 45 minutos para una bola entera.
- Una vez cocido y frío guardar el seitán en la nevara envuelta en papel film o sumergido en el caldo de cocción. Otra opción es cortarlo en filetes o trocitos y meterlo durante una 1/2 hora a marinar para cocinarlo después.
Seitán ya hervido. Listo para cocinar como más nos guste. |
Rebosante de nutrientes fundamentales, con muy pocas grasas, una alta digestibilidad (excepto celíacos) y una textura parecida a la carne, el seitán es una de la mejores alternativas protéicas para vegetarianos y veganos.
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